Crítica: "Dulce espera", mientras tanto
- por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
Por Emiliano Basile
"Dulce espera" (2009), película de la argentina Laura Linares que narra las peripecias de una joven marginal que espera enamorada en las frías afueras de la ciudad de Bariloche que su novio salga de la cárcel, es un film independiente que establece un juego entre descripción y narración para hacer foco en las sufridas condiciones de vida de sus protagonistas.
No hay explícitamente un discurso acerca de las clases marginales y sus condiciones infrahumanas, no hay un discurso sobre el sistema carcelario o la sociedad de consumo que margina a parte de la población. Sin embargo, se advierte en el film, una intención de mostrar en inferioridad de condiciones a la clase social que representa Valeria, victimizándola por momentos.
La escena que describe el baño “en palangana” de Valeria, a falta de ducha en su casa es uno de los casos. Las escenas del centro turístico de Bariloche con los paseantes comprando mercancías, o el plano inicial de Valeria caminando cuesta arriba con su bebé en brazos mientras el resto de los habitantes circulan en auto, exponen la carencia de los carenciados.
Los mejores momentos del film son la discusión de Lucas -novio preso de Valeria- con su madre acerca del bien y el mal, las escenas en la iglesia -única institución de contención ante tanta desigualdad social- y la reunión de cosméticos Avon, la marca que desde su mensaje de “todos tienen las mismas oportunidades” vende ilusiones de trabajo y belleza a sus aspirantes a vendedoras.
"Dulce espera" corresponde así a un cine de contemplación y reflexión que deja entrever varios subtextos por debajo de la trama, llegando a ese lugar donde lo no dicho vale más que lo dicho.
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"Dulce espera" (2009), película de la argentina Laura Linares que narra las peripecias de una joven marginal que espera enamorada en las frías afueras de la ciudad de Bariloche que su novio salga de la cárcel, es un film independiente que establece un juego entre descripción y narración para hacer foco en las sufridas condiciones de vida de sus protagonistas.
No hay explícitamente un discurso acerca de las clases marginales y sus condiciones infrahumanas, no hay un discurso sobre el sistema carcelario o la sociedad de consumo que margina a parte de la población. Sin embargo, se advierte en el film, una intención de mostrar en inferioridad de condiciones a la clase social que representa Valeria, victimizándola por momentos.
La escena que describe el baño “en palangana” de Valeria, a falta de ducha en su casa es uno de los casos. Las escenas del centro turístico de Bariloche con los paseantes comprando mercancías, o el plano inicial de Valeria caminando cuesta arriba con su bebé en brazos mientras el resto de los habitantes circulan en auto, exponen la carencia de los carenciados.
Los mejores momentos del film son la discusión de Lucas -novio preso de Valeria- con su madre acerca del bien y el mal, las escenas en la iglesia -única institución de contención ante tanta desigualdad social- y la reunión de cosméticos Avon, la marca que desde su mensaje de “todos tienen las mismas oportunidades” vende ilusiones de trabajo y belleza a sus aspirantes a vendedoras.
"Dulce espera" corresponde así a un cine de contemplación y reflexión que deja entrever varios subtextos por debajo de la trama, llegando a ese lugar donde lo no dicho vale más que lo dicho.
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