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Por Lourdes Marqués

Fernando Trueba, Javier Mariscal y la factoría Disney han dado de pleno con la fórmula. Animación para adultos, con una historia con la justa fantasía, real como la vida misma. "Chico & Rita" es esa historia de amor donde los prejuicios, malos entendidos, las ironías de la vida, la amistad y la traición se ponen en nuestro camino para alejarnos de nuestro sueño. Pero sólo la perseverancia, la fuerza del amor y el inexorable paso del tiempo, que esta vez no ha sido generoso con su veredicto, ponen las cosas en su sitio.

El encanto de "Chico & Rita" reside tal vez, en la ausencia de actores reales, con lo cual, todos nos podemos identificar con los personajes en mayor o menor medida. Sorprende la elección de esta temática para plasmarla por medio de la animación. El espectador se siente envuelto en una atmósfera mágica que le cautiva desde el primer momento.

"Chico & Rita" podría ser una historia como tantas otras, chico conoce chica, y cada quien sabe que está haciendo la elección correcta. Pero es más que un relato de músicos, es la lucha por abrirse un camino en la Cuba pre-revolucionaria en ese arduo mundo de la música; es el calor humano del Caribe; es el poder del dinero, que parece que puede corromper todo, hasta la amistad. Y es la voz no silenciable de los sentimientos, que nos llevan a cometer locuras. Igualmente, se nos viene a decir que somos amigos y compadres en tiempos de necesidad, pero cuando las cosas remontan y van dejando los dividendos anhelados, somos capaces de vender al que hemos tratado como nuestro hermano.

Llaman la atención del espectador dos aspectos: los dibujos como tales y la banda sonora. En primer lugar, los dibujos tienen una calidad fuera de lo común, muy diferente del efecto 3D de la factoría Disney en sus actuales versiones, o por el contrario, del dibujo manga o sencillamente de lo visto hasta ahora. Sorprende el realismo, el detalle cuidado, que produce una reminiscencia, una simbiosis entre el hiperrealismo del pintor español Antonio López y el trazo más de comic de otro español, Eduardo Úrculo. La Habana, el malecón, las noches del Caribe,… todo la luz que refleja el mar y que tiñe de dorado sobre cuanto se posa, está presente en la primera parte de la película; luego, Nueva York, más frío en cuanto a temperatura, latitud y modo de entender la vida, tiñe los trazos de colores más azules, grises, fríos. La ambientación ha sido exacta, uno cree revivir paseos por la vieja Habana, por los rascacielos neoyorquinos, y el cielo de Las Vegas tiene esa contaminación lumínica que sorprende al visitante. Reproducciones fieles y exactas.

Los dibujos se caracterizan por la suavidad de cadencias, las expresiones faciales, el mínimo detalle. Un cartel aparece difuminado a lo lejos y luego se materializa en letras concretas, con volumen, relieve, juegos de sombras y luces permanentes, que casi transmiten sensaciones táctiles y olfativas.

Y la música… es el alma de la cinta. Estrella Morente ya nos cantó en "Volver", y aterciopeló el tango con aires de fandango. Aquí Estrella canta "Bésame Mucho" con aires nuevos, más latinos y modernos, cálidos, diría yo. Cuando toca música con aires más caribeños, se adapta a ellos y los reinventa. No me gustan los aires flamencos, pero esto da cuenta de que cuando un artista es de verdad, es versátil. Y luego, Estrella se interpreta a sí misma, el espectador se encuentra más con su música y se complace en ella. Mas la banda sonora no sólo es voz: se trata de una mezcla de baladas pianísticas, impecables; jazz amable, no estridente, pianos, platillos, trompetas, muchas trompetas que nos acompañan a lo largo del relato y que nos acercan a la cultura hispana, en las que uno se deleita.

El relato se constituye en un "flash back", donde aparece la Cuba actual, con todo lo que ello conlleva, y la pre-revolucionaria, con su estética diferente. El personaje central, Chico, y en las propias palabras de su partenaire, Rita, se complace en un pasado doliente donde el presente tiene poco o nada que aportar. Aún así, el auténtico talento trasciende las generaciones, y Chico vuelve a la palestra. Y es ahí entonces, con cerca de medio siglo de diferencia, donde la historia se reescribe tal y como debía haberse escrito en su momento.

"Chico & Rita" es una historia de amor y renuncia, de amistad, de la voluntad de creer. El tiempo es testigo de ello.

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