Entrevista a Enrique Otero, director de "Crebinsky": "Siempre hay un margen de riesgo... y eso me gusta"
- por © Jon Apaolaza-NOTICINE.com
A Enrique Otero la risa, la carcajada o la simple sonrisa le saltan al rostro con la misma naturalidad que al mar de su Galicia natal le nacen las olas. Este cineasta vocacional estrena en España, tras ser premiado por su guión en el Festival de Málaga, "Crebinsky", una de las propuestas más originales del nuevo cine español, "road movie" rural, con vaca y dos personajes locos tras ella, nazis, e incluso Luis Tosar con uniforme de comandante USA. Es lo que él llama "realismo fantasioso".
- Resúmame lo que quiso contar en pocas palabras...
Es una historia de dos hermanos que tienen su propio mundo. Quedaron huérfanos de pequeños y han creado un universo particular en el que utilizan cosas para lo que no están diseñadas. Se relacionan entre ellos. Viven en la costa al lado de un faro, de lo trae el mar. Hacen "reciclyn" e inventan cosas... Y su vida cambia cuando su vaca sale de su casa y no saben a dónde va, y salen en su busca. En ese viaje de la costa al interior tras el animal emprenden su propio viaje interior, a su infancia perdida y a recordar todo lo que pasó en ella. Por enmedio se cruza la II Guerra Mundial, los nazis, los americanos... Ahí tenemos una historia completita...
- Se diría que su film se entronca con toda una serie de trabajos artísticos gallegos muy relacionados con cierta forma mágica y autóctona de entender la vida...
Sí que tenemos una tradición en Galicia de "realismo mágico", pero nosotros para diferenciarnos un poco llamamos al estilo de "Crebinsky" un "realismo fantasioso", porque también jugamos mucho con la fantasía de nuestros personajes. Digamos que la historia se crea desde la cabeza de ellos. Es una "road movie" detrás de su vaca. Y ellos van tan metidos dentro de su propio mundo que no se dan cuenta de nada de lo que pasa alrededor, y ellos ven sus propias fantasías...
- ¿Cuál fue el origen de "Crebinsky"?
La idea partió de tradiciones gallegas, evidentemente, de la costa, el mar, los barcos que naufragan, que tiran cosas que el pueblo recoge... Hicimos un corto en 2002 a partir de ahí, que contaba una de estas historias, sobre un barco del que caen unos bidones. Cuando la gente de la costa los abren creen haber encontrado pintura blanca y se ponen a pintar con ella todas sus casas. Luego descubren que en realidad lo que llevaban los bidones era leche condensada, y el pueblo se llena de moscas... Historias como estas hay muchas. Han caído acordeones al mar, naranjas... y de ahí, de esa fantasía de qué vendrá ahora, qué será lo próximo... Ahora caen fardos de coca... De todo esto parte la raiz de esta historia.
- ¿Qué le resultó lo más complicado al desarrollar este proyecto?
Lo más difícil fue escribir el guión. Cuando te pones a ello escribes muy libremente, pero luego... Pones: "Los protagonistas se tiran de un árbol de siete metros, caen abajo, la vaca pasa en ese momento por delante...". No, espera... Lo complicado es poner eso en pantalla... Llévalo a la práctica. Nos ayudó un poco que el actor principal, Miguel de Lira, y yo eramos además coguionistas y trabajamos juntos. Cuando ibamos escribiendo se me ocurrían a mí unas cosas, y él me decía: "actuar eso...". Y cuando él tenía otra idea descabellada, yo le decía "uf... realizar eso...". Entonces, así se fue limando mucho el guión.
- ... ¿Y en cuánto a lograr el dinero para hacerla?
No, la financiación no fue tan complicada. Nosotros mismos produjimos la película y había que avalarla. Es como cualquier negocio en el mundo. Lo difícil no es conseguir el dinero, sino ser capaz de financiarlo, avalarlo... Si la cosa va medianamente bien no habrá problema. En concreto yo hipotequé mi casa. Han ido las cosas como deberían ir, por pasos... Por eso tengo fe y estoy seguro. Siempre hay un margen de riesgo cuando queremos hacer algo. Si no trabajaría en algo más seguro. A mí me gusta el riesgo, el alambre... si hay red o no ya veremos después.
- ¿Qué ambiciones tiene con esta opera prima cuando llega a los cines?
Esta película no es más que un cuento y esa es su ambición, entretener a la gente... No tiene mayor pretensión, contar un cuento para mí encantador, muy bien "atrezzado", muy bien armado en la parte artística, todos los componentes artísticos, un caramelo bonito y bien empaquetado, y que la gente pueda llegar a emocionarse con él. No tiene ningún mensaje, ni trascendencia ni nada de eso... Simplemente es contar un cuento como el que contarías a un niño. Y aparte creo que tiene ese matiz de ser internacional en su lenguaje, y vale igual aquí que en otra parte del mundo.
- Tengo entendido que antes de que les funcionara tan bien en Málaga la llevaron hasta Corea...
Sí, me sorprendió el estreno internacional en el festival de Pusan, en Corea del Sur, que para mí siempre fue como las antípodas, al otro lado del mundo, y allí vi que en el coloquio la gente también tenía sus historias parecidas, sus totems de vacas, su propio "realismo mágico", y que la película funcionaba ante una audiencia con una cultura completamente dispar.
SI QUIERES COMENTAR ESTA INFORMACIÓN, VEN A NUESTRO FACEBOOK...
- Resúmame lo que quiso contar en pocas palabras...
Es una historia de dos hermanos que tienen su propio mundo. Quedaron huérfanos de pequeños y han creado un universo particular en el que utilizan cosas para lo que no están diseñadas. Se relacionan entre ellos. Viven en la costa al lado de un faro, de lo trae el mar. Hacen "reciclyn" e inventan cosas... Y su vida cambia cuando su vaca sale de su casa y no saben a dónde va, y salen en su busca. En ese viaje de la costa al interior tras el animal emprenden su propio viaje interior, a su infancia perdida y a recordar todo lo que pasó en ella. Por enmedio se cruza la II Guerra Mundial, los nazis, los americanos... Ahí tenemos una historia completita...
- Se diría que su film se entronca con toda una serie de trabajos artísticos gallegos muy relacionados con cierta forma mágica y autóctona de entender la vida...
Sí que tenemos una tradición en Galicia de "realismo mágico", pero nosotros para diferenciarnos un poco llamamos al estilo de "Crebinsky" un "realismo fantasioso", porque también jugamos mucho con la fantasía de nuestros personajes. Digamos que la historia se crea desde la cabeza de ellos. Es una "road movie" detrás de su vaca. Y ellos van tan metidos dentro de su propio mundo que no se dan cuenta de nada de lo que pasa alrededor, y ellos ven sus propias fantasías...
- ¿Cuál fue el origen de "Crebinsky"?
La idea partió de tradiciones gallegas, evidentemente, de la costa, el mar, los barcos que naufragan, que tiran cosas que el pueblo recoge... Hicimos un corto en 2002 a partir de ahí, que contaba una de estas historias, sobre un barco del que caen unos bidones. Cuando la gente de la costa los abren creen haber encontrado pintura blanca y se ponen a pintar con ella todas sus casas. Luego descubren que en realidad lo que llevaban los bidones era leche condensada, y el pueblo se llena de moscas... Historias como estas hay muchas. Han caído acordeones al mar, naranjas... y de ahí, de esa fantasía de qué vendrá ahora, qué será lo próximo... Ahora caen fardos de coca... De todo esto parte la raiz de esta historia.
- ¿Qué le resultó lo más complicado al desarrollar este proyecto?
Lo más difícil fue escribir el guión. Cuando te pones a ello escribes muy libremente, pero luego... Pones: "Los protagonistas se tiran de un árbol de siete metros, caen abajo, la vaca pasa en ese momento por delante...". No, espera... Lo complicado es poner eso en pantalla... Llévalo a la práctica. Nos ayudó un poco que el actor principal, Miguel de Lira, y yo eramos además coguionistas y trabajamos juntos. Cuando ibamos escribiendo se me ocurrían a mí unas cosas, y él me decía: "actuar eso...". Y cuando él tenía otra idea descabellada, yo le decía "uf... realizar eso...". Entonces, así se fue limando mucho el guión.
- ... ¿Y en cuánto a lograr el dinero para hacerla?
No, la financiación no fue tan complicada. Nosotros mismos produjimos la película y había que avalarla. Es como cualquier negocio en el mundo. Lo difícil no es conseguir el dinero, sino ser capaz de financiarlo, avalarlo... Si la cosa va medianamente bien no habrá problema. En concreto yo hipotequé mi casa. Han ido las cosas como deberían ir, por pasos... Por eso tengo fe y estoy seguro. Siempre hay un margen de riesgo cuando queremos hacer algo. Si no trabajaría en algo más seguro. A mí me gusta el riesgo, el alambre... si hay red o no ya veremos después.
- ¿Qué ambiciones tiene con esta opera prima cuando llega a los cines?
Esta película no es más que un cuento y esa es su ambición, entretener a la gente... No tiene mayor pretensión, contar un cuento para mí encantador, muy bien "atrezzado", muy bien armado en la parte artística, todos los componentes artísticos, un caramelo bonito y bien empaquetado, y que la gente pueda llegar a emocionarse con él. No tiene ningún mensaje, ni trascendencia ni nada de eso... Simplemente es contar un cuento como el que contarías a un niño. Y aparte creo que tiene ese matiz de ser internacional en su lenguaje, y vale igual aquí que en otra parte del mundo.
- Tengo entendido que antes de que les funcionara tan bien en Málaga la llevaron hasta Corea...
Sí, me sorprendió el estreno internacional en el festival de Pusan, en Corea del Sur, que para mí siempre fue como las antípodas, al otro lado del mundo, y allí vi que en el coloquio la gente también tenía sus historias parecidas, sus totems de vacas, su propio "realismo mágico", y que la película funcionaba ante una audiencia con una cultura completamente dispar.
SI QUIERES COMENTAR ESTA INFORMACIÓN, VEN A NUESTRO FACEBOOK...