Franc Aleu habla sobre "El somni" y el gozoso trío cine, gastronomía y música
- por © Jon Apaolaza-NOTICINE.com
En la pasada Berlinale se estrenó mundialmente "El somni" (El sueño), mucho más que un proyecto gastronómico y audiovisual creado entre los hermanos Roca, responsables del premiado restaurante El Celler de Can Roca, y el director de ópera y cine Franc Aleu, con el apoyo de artistas e intelectuales multidisciplinares, al servicio de una rica mezcla de placeres de los sentidos, especialmente del gusto, la vista y el oído. El punto de partida fue una cena-degustación en Barcelona a la que se invitó a 12 comensales del mundo de la cultura y la ciencia, diseñado por los hermanos Roca y acompañada de imágenes y música. El evento fue grabado y es la esencia de este film recién lanzado. En charla con NOTICINE.com, Aleu cuenta que su objetivo era hermanar gastronomía con la ópera, y "ponerla al mismo nivel que las otras artes".
- ¿Fue primero el huevo o la gallina? ¿Fue primero la cena "El Somni" o la película?
"El Somni" es un trabajo, de hecho un viaje, que empezó hace siete años. De aquí hemos ido trabajando juntos sólo por diversión y por ánimo de investigar. Y hemos ido evolucionando y creando nuevas cositas hasta que tal día dijimos: "Hay que hacer ‘El Somni’". Y "El Somni" es una cena, pero es una cena en la que han participado tantísimos creadores, tanto talento tan dispar y de tantas disciplinas y pensadores, que pensamos que era obligado que no fuese para sólo doce comensales de una vez. Que era tan interesante el propio proceso y las reflexiones que salen de él como a lo mejor la misma cena. Y por eso hemos hecho "El Somni": la película, y estamos preparando ahora el libro.
- Me imagino que, sobre todo a raíz de la película, van a tener muchas propuestas de repetir la cena "El Somni" en muchos lugares del mundo. ¿Se han planteado esa posibilidad o pretendían que fuera algo único, un acontecimiento irrepetible?
La verdad es que sí que hay equipos de personas que están organizando que "El Somni" viaje y que sea una especie de restaurante ambulante, pero es complicado. No sólo se trata de la dificultad técnica, que también tiene su qué, pero sobre todo por la parte de cocina, de encontrar los ingredientes y el momento exacto en el que deben de ser. Tendrían que estar modificando siempre y un equipo de camareros y cocineros que estuviesen muy bien entrenados… No es fácil, eh. Pero sí que se va a hacer, sí. Estoy seguro que sí.
- Quizás sea un poco simplista por mi parte, pero ¿quién ha pagado todo esto? Porque ha tenido que ser muy caro...
(Risas) Mira, no es más caro que cualquier película de bajo presupuesto. A veces las cosas parecen más caras. Piensa que hemos trabajado con gente que lo ha hecho casi por amor al arte. Si tuviésemos que pagar el talento que hay metido, sí que sería impagable esta obra. Pero la verdad es que todos los colaboradores se han esforzado mucho. Y hemos tenido la suerte de contar con MediaPro… También está el Ayuntamiento de Barcelona que nos echó una mano con el diseño de las cartas. Y bueno, todo el mundo ha estado muy a favor de que esto tire hacia adelante.
- ¿Y es un poco difícil el plantearse una distribución, digamos, comercial amplia para este tipo de producto? ¿Lo veis como para distribuir en salas o lo veis más para otro tipo de circuitos más alternativos como casas culturales, etc.?
La verdad es que la fuente de distribución no es mi fuerte, pero por lo que se dijo en Berlín y los que estamos organizando un poco, es que se presente realmente en salas y que haya un lanzamiento global en plataformas digitales. Esto está bastante claro y será esta primavera, sobre el mes de mayo habrá un lanzamiento mundial. Y después, no sé, todos los formatos que puedan ir saliendo, porque también está la exposición. Así que queda un formato expositivo que funciona también muy bien. Así que es todo como un experimento, una cosa tan rara que tenemos que ir encontrando la fórmula, sacarle el mínimo rendimiento al menos para que sea "hacer las paces", aunque sea un coste solo.
- La cocina, quizás sea una de las artes en las que hay más lugar a la innovación. Me refiero a que hay cineastas que están haciendo un poco la misma película o escritores que están haciendo una y otra vez la misma novela. Sin embargo, me da la sensación de que los cocineros son artistas en constante evolución y búsqueda de nuevas texturas, sabores o mezclas...
Hay muchos cocineros que también están haciendo siempre el mismo plato, pero ellos tres, los hermanos Roca, tienen como un instinto de evolucionar, están siempre intentando hacer cosas nuevas y no es fácil. No es nada fácil a este nivel. Hay grandísimos cocineros y tratar de no caer en la misma línea que los otros y crear un estilo propio. Yo realmente lo admiro por cómo lo están haciendo. Es algo importante. Sí que es verdad que hay campo para correr y yo creo que en este sentido "El somni", desde la humildad, sí que significa un paso muy grande dentro de la gastronomía. Para mí es como la boda entre la ópera y la cocina. Yo vengo mucho del mundo de la ópera y aquí es donde juntamos como quería un poco Wagner, la obra de arte total. Entonces, conseguir la hermandad de la gastronomía y ponerla al mismo nivel que las otras artes, creo que es algo muy importante de hacer y ellos realmente lo hacen. En cada plato, tienes la sensación de comer arte efímero.
- Después de esta experiencia primera como director de cine, ¿le interesa profundizar en la realización?
Sí, soy un tipo un poco extraño. Voy modificando constantemente el campo laboral en el que me muevo. No tengo algo… Cuando veo que algo lo tengo dominado, ya está hecho, ya pasó. Intento siempre estar haciendo algo nuevo porque es la única manera de mantenerte vivo. La curiosidad de aprender. Cuando ya lo sabes todo, ya estás acabado. Entonces, siempre me gusta meterme en sitios que no acabo de dominar del todo porque me exige mucha más tensión. Puedes entrar en este campo desde la mirada de alguien que ya no tiene unas rutinas en este campo. Entonces te permite ser más rompedor. Y cuando dominas varias disciplinas, te permite cruzarlas. Y de los cruces es de donde sale realmente cosas nuevas. Y sí, sí creo que voy a hacer algo más de cine, pero también será entre cine y entorno virtual. Estoy en un sitio un poco extraño ahora mismo. Estoy creando los paisajes donde voy a escribir el guión de lo que va a pasar, y seguramente será interactivo. El público, quizá pueda habitar dentro de la película.
- ¿Fue primero el huevo o la gallina? ¿Fue primero la cena "El Somni" o la película?
"El Somni" es un trabajo, de hecho un viaje, que empezó hace siete años. De aquí hemos ido trabajando juntos sólo por diversión y por ánimo de investigar. Y hemos ido evolucionando y creando nuevas cositas hasta que tal día dijimos: "Hay que hacer ‘El Somni’". Y "El Somni" es una cena, pero es una cena en la que han participado tantísimos creadores, tanto talento tan dispar y de tantas disciplinas y pensadores, que pensamos que era obligado que no fuese para sólo doce comensales de una vez. Que era tan interesante el propio proceso y las reflexiones que salen de él como a lo mejor la misma cena. Y por eso hemos hecho "El Somni": la película, y estamos preparando ahora el libro.
- Me imagino que, sobre todo a raíz de la película, van a tener muchas propuestas de repetir la cena "El Somni" en muchos lugares del mundo. ¿Se han planteado esa posibilidad o pretendían que fuera algo único, un acontecimiento irrepetible?
La verdad es que sí que hay equipos de personas que están organizando que "El Somni" viaje y que sea una especie de restaurante ambulante, pero es complicado. No sólo se trata de la dificultad técnica, que también tiene su qué, pero sobre todo por la parte de cocina, de encontrar los ingredientes y el momento exacto en el que deben de ser. Tendrían que estar modificando siempre y un equipo de camareros y cocineros que estuviesen muy bien entrenados… No es fácil, eh. Pero sí que se va a hacer, sí. Estoy seguro que sí.
- Quizás sea un poco simplista por mi parte, pero ¿quién ha pagado todo esto? Porque ha tenido que ser muy caro...
(Risas) Mira, no es más caro que cualquier película de bajo presupuesto. A veces las cosas parecen más caras. Piensa que hemos trabajado con gente que lo ha hecho casi por amor al arte. Si tuviésemos que pagar el talento que hay metido, sí que sería impagable esta obra. Pero la verdad es que todos los colaboradores se han esforzado mucho. Y hemos tenido la suerte de contar con MediaPro… También está el Ayuntamiento de Barcelona que nos echó una mano con el diseño de las cartas. Y bueno, todo el mundo ha estado muy a favor de que esto tire hacia adelante.
- ¿Y es un poco difícil el plantearse una distribución, digamos, comercial amplia para este tipo de producto? ¿Lo veis como para distribuir en salas o lo veis más para otro tipo de circuitos más alternativos como casas culturales, etc.?
La verdad es que la fuente de distribución no es mi fuerte, pero por lo que se dijo en Berlín y los que estamos organizando un poco, es que se presente realmente en salas y que haya un lanzamiento global en plataformas digitales. Esto está bastante claro y será esta primavera, sobre el mes de mayo habrá un lanzamiento mundial. Y después, no sé, todos los formatos que puedan ir saliendo, porque también está la exposición. Así que queda un formato expositivo que funciona también muy bien. Así que es todo como un experimento, una cosa tan rara que tenemos que ir encontrando la fórmula, sacarle el mínimo rendimiento al menos para que sea "hacer las paces", aunque sea un coste solo.
- La cocina, quizás sea una de las artes en las que hay más lugar a la innovación. Me refiero a que hay cineastas que están haciendo un poco la misma película o escritores que están haciendo una y otra vez la misma novela. Sin embargo, me da la sensación de que los cocineros son artistas en constante evolución y búsqueda de nuevas texturas, sabores o mezclas...
Hay muchos cocineros que también están haciendo siempre el mismo plato, pero ellos tres, los hermanos Roca, tienen como un instinto de evolucionar, están siempre intentando hacer cosas nuevas y no es fácil. No es nada fácil a este nivel. Hay grandísimos cocineros y tratar de no caer en la misma línea que los otros y crear un estilo propio. Yo realmente lo admiro por cómo lo están haciendo. Es algo importante. Sí que es verdad que hay campo para correr y yo creo que en este sentido "El somni", desde la humildad, sí que significa un paso muy grande dentro de la gastronomía. Para mí es como la boda entre la ópera y la cocina. Yo vengo mucho del mundo de la ópera y aquí es donde juntamos como quería un poco Wagner, la obra de arte total. Entonces, conseguir la hermandad de la gastronomía y ponerla al mismo nivel que las otras artes, creo que es algo muy importante de hacer y ellos realmente lo hacen. En cada plato, tienes la sensación de comer arte efímero.
- Después de esta experiencia primera como director de cine, ¿le interesa profundizar en la realización?
Sí, soy un tipo un poco extraño. Voy modificando constantemente el campo laboral en el que me muevo. No tengo algo… Cuando veo que algo lo tengo dominado, ya está hecho, ya pasó. Intento siempre estar haciendo algo nuevo porque es la única manera de mantenerte vivo. La curiosidad de aprender. Cuando ya lo sabes todo, ya estás acabado. Entonces, siempre me gusta meterme en sitios que no acabo de dominar del todo porque me exige mucha más tensión. Puedes entrar en este campo desde la mirada de alguien que ya no tiene unas rutinas en este campo. Entonces te permite ser más rompedor. Y cuando dominas varias disciplinas, te permite cruzarlas. Y de los cruces es de donde sale realmente cosas nuevas. Y sí, sí creo que voy a hacer algo más de cine, pero también será entre cine y entorno virtual. Estoy en un sitio un poco extraño ahora mismo. Estoy creando los paisajes donde voy a escribir el guión de lo que va a pasar, y seguramente será interactivo. El público, quizá pueda habitar dentro de la película.
