Hablamos con Eugenio Canevari sobre su opera prima "Paula"
- por © EscribiendoCine-NOTICINE.com
El argentino Eugenio Canevari presentó en la sección de Nuevos Directores del Festival de San Sebastián su opera prima, "Paula", un drama en torno a una chica que vive y trabaja en la estancia de una familia burguesa como niñera. Su vida toma un giro inesperado al descubrir que está embarazada de un amigo que se desentiende de esa paternidad. Paula decide entonces esconder el embarazo y busca la forma de desprenderse de la criatura. El también autor del cortometraje "Gorila Baila", habló con nuestros compañeros de EscribiendoCine sobre esta coproducción argentino-española.
- ¿Cómo dió con la protagonista Denis Labbate?
Hicimos un casting para ver que aparecía. Paula es un personaje que sabe lo que tiene que hacer, aunque no lo racionaliza, lo intuye. En un principio buscábamos a alguien con rasgos más autóctonos, pero cuando se presentó Denis Labbate fue inmediato, dijimos “es ella”. Fue algo mágico. Nos aportó mucho en la manera de caminar, en el trabajo con otros actores. Toda la naturalidad que ella expresa en la película la tiene en la vida real. Con los demás personajes utilizamos la misma idea, veíamos aquello que las caras y los cuerpos nos proponían y fuimos adaptando los papeles a las personas.
- ¿Por qué abordar un tema como el aborto?
Es un tema que me llamó siempre la atención, me venía dando vueltas en la cabeza desde hace tiempo. Siempre genera polaridad, siento que no hay una reflexión al respecto.
- ¿Y lo ubicó en un espacio rural de Argentina?
Estaba en San Sebastián con mi corto, me contacto con mis padres y me cuentan que mis abuelos, con quienes había pasado muchos veranos de mi infancia en su casa de Pergamino, querían vender la casa. Entonces me fui rápidamente para Argentina con esta idea y busqué la forma de adaptarla al campo. Cuando llego a Argentina me encuentro que ese universo de mi infancia en Pergamino había cambiado de cómo lo recordaba. Ahora todo es soja, el paisaje mutó. Inclusive una semana antes de comenzar a rodar hubo una inundación que puso en peligro la realización. La sequía era el paisaje original de la película y ya no existía. Tuvimos que buscar la manera de capitalizar estas nuevas circunstancias para incorporarlas a la película.
- ¿Qué papel juegan los silencios en ese universo tan particular?
Ese lugar me trasmitía ese tiempo que tiene la película, ese silencio. Ideas que están interrelacionadas en la pantalla. Esos diálogos espeluznantes que se ven en la película se escuchan en el interior del país, de hecho hubo polémica cuando se enteraron de qué iba la película. Para mí son cosas que se tienen que hablar, que no pueden quedar así. Creo en la capacidad transformadora del cine de poder modificar algo en la gente.
- La soja también es un elemento fuerte en la película
La soja y el aborto. La soja en la película es una cuestión atmosférica. Como una nube que cubre la película. Buscamos recrear un entorno hostil alrededor de Paula, para generar la tensión construida a través de los silencios. Es una película bastante oscura en ese sentido. Hay varios puntos en la película que no están del todo desarrollados, y que cuando vuelvo a verla me doy cuenta que enriquecen la angustia trasmitida. Cosas que pueden pasar desapercibidas pero que están ahí latentes: la sutileza es eso que está ahí.
- En su corto "Gorila Baila" trabajó la opresión femenina y ahora vuelve a hacerlo, ¿es un tema que le inquieta como realizador?
Es algo que nunca había pensado como tal. Surgió de forma espontánea, no fue algo que haya planeado, simplemente me surge, pero evidentemente está ahí. Mi nuevo proyecto retrata la relación entre dos mujeres, con lo cual es cierto, es algo que está presente en mi. Me gusta la sensibilidad femenina, me identifico con ella.
- ¿Viviendo en Barcelona está al tanto de lo que sucede con el cine argentino?
Si bien los años en Barcelona me alejaron un poco cuando viajé por la película, estuve más de un año con todo el proceso previo al rodaje y la posproducción, me conecté rápidamente de nuevo. Me encanta lo que está pasando con el cine argentino. Es espectacular, hay una energía increíble para trabajar, no sucede en todos lados, es un caso bastante atípico.
- ¿Va a seguir filmando en Argentina o España a partir de ahora?
Mi idea es hacer una peli en Barcelona y tengo un proyecto en Argentina también. No me quiero casar con nadie, también puede aparecer un tercer lugar.
- ¿Denis Labbate estará también en su próxima película?
No, tal vez en un proyecto futuro en Argentina. Ella está ensayando una obra que estrena cuando vuelva a Argentina luego de acompañar la peli que sigue en lo inmediato a un festival en Londres. Es una obra simbolista en espacios abiertos donde explora otra faceta como actriz.
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- ¿Cómo dió con la protagonista Denis Labbate?
Hicimos un casting para ver que aparecía. Paula es un personaje que sabe lo que tiene que hacer, aunque no lo racionaliza, lo intuye. En un principio buscábamos a alguien con rasgos más autóctonos, pero cuando se presentó Denis Labbate fue inmediato, dijimos “es ella”. Fue algo mágico. Nos aportó mucho en la manera de caminar, en el trabajo con otros actores. Toda la naturalidad que ella expresa en la película la tiene en la vida real. Con los demás personajes utilizamos la misma idea, veíamos aquello que las caras y los cuerpos nos proponían y fuimos adaptando los papeles a las personas.
- ¿Por qué abordar un tema como el aborto?
Es un tema que me llamó siempre la atención, me venía dando vueltas en la cabeza desde hace tiempo. Siempre genera polaridad, siento que no hay una reflexión al respecto.
- ¿Y lo ubicó en un espacio rural de Argentina?
Estaba en San Sebastián con mi corto, me contacto con mis padres y me cuentan que mis abuelos, con quienes había pasado muchos veranos de mi infancia en su casa de Pergamino, querían vender la casa. Entonces me fui rápidamente para Argentina con esta idea y busqué la forma de adaptarla al campo. Cuando llego a Argentina me encuentro que ese universo de mi infancia en Pergamino había cambiado de cómo lo recordaba. Ahora todo es soja, el paisaje mutó. Inclusive una semana antes de comenzar a rodar hubo una inundación que puso en peligro la realización. La sequía era el paisaje original de la película y ya no existía. Tuvimos que buscar la manera de capitalizar estas nuevas circunstancias para incorporarlas a la película.
- ¿Qué papel juegan los silencios en ese universo tan particular?
Ese lugar me trasmitía ese tiempo que tiene la película, ese silencio. Ideas que están interrelacionadas en la pantalla. Esos diálogos espeluznantes que se ven en la película se escuchan en el interior del país, de hecho hubo polémica cuando se enteraron de qué iba la película. Para mí son cosas que se tienen que hablar, que no pueden quedar así. Creo en la capacidad transformadora del cine de poder modificar algo en la gente.
- La soja también es un elemento fuerte en la película
La soja y el aborto. La soja en la película es una cuestión atmosférica. Como una nube que cubre la película. Buscamos recrear un entorno hostil alrededor de Paula, para generar la tensión construida a través de los silencios. Es una película bastante oscura en ese sentido. Hay varios puntos en la película que no están del todo desarrollados, y que cuando vuelvo a verla me doy cuenta que enriquecen la angustia trasmitida. Cosas que pueden pasar desapercibidas pero que están ahí latentes: la sutileza es eso que está ahí.
- En su corto "Gorila Baila" trabajó la opresión femenina y ahora vuelve a hacerlo, ¿es un tema que le inquieta como realizador?
Es algo que nunca había pensado como tal. Surgió de forma espontánea, no fue algo que haya planeado, simplemente me surge, pero evidentemente está ahí. Mi nuevo proyecto retrata la relación entre dos mujeres, con lo cual es cierto, es algo que está presente en mi. Me gusta la sensibilidad femenina, me identifico con ella.
- ¿Viviendo en Barcelona está al tanto de lo que sucede con el cine argentino?
Si bien los años en Barcelona me alejaron un poco cuando viajé por la película, estuve más de un año con todo el proceso previo al rodaje y la posproducción, me conecté rápidamente de nuevo. Me encanta lo que está pasando con el cine argentino. Es espectacular, hay una energía increíble para trabajar, no sucede en todos lados, es un caso bastante atípico.
- ¿Va a seguir filmando en Argentina o España a partir de ahora?
Mi idea es hacer una peli en Barcelona y tengo un proyecto en Argentina también. No me quiero casar con nadie, también puede aparecer un tercer lugar.
- ¿Denis Labbate estará también en su próxima película?
No, tal vez en un proyecto futuro en Argentina. Ella está ensayando una obra que estrena cuando vuelva a Argentina luego de acompañar la peli que sigue en lo inmediato a un festival en Londres. Es una obra simbolista en espacios abiertos donde explora otra faceta como actriz.
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