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America Ferrera no pudo contener la emoción y las lágrimas al referirse a la reciente decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos que permite a agentes de inmigración realizar paradas basadas en características raciales y lingüísticas. La actriz y activista habló el jueves en el programa "The View" con la voz quebrada por la indignación.

El lunes, el máximo tribunal levantó una orden restrictiva que impedía a los agentes de inmigración detener personas en Los Angeles basándose únicamente en su raza, idioma, trabajo o ubicación. La jueza Sonia Sotomayor criticó inmediatamente la decisión, argumentando que podría llevar a los funcionarios a considerar como objetivo a "cualquiera que parezca latino".

Cuando la panelista Sara Haines preguntó a Ferrera sobre su reacción, la actriz nominada al Oscar respondió: "Primero que nada, gracias a Dios por la jueza Sotomayor". Ferrera, hija de inmigrantes hondureños, expresó su gratitud hacia "personas que todavía hablan con voz de razón y con los valores que reconocemos como valores estadounidenses".

"Como estadounidense, me enfurece y aterra ver cómo nuestros derechos constitucionales son erosionados por la Corte Suprema", afirmó Ferrera. "Todos deberían sentirse enfadados y aterrorizados por esto. Si cualquier estadounidense puede ser detenido por el idioma que habla, el color de su piel o porque trabaja en un empleo de bajos salarios, ¿quién está a salvo?".

La actriz recordó su propia experiencia creciendo en California como hija de inmigrantes: "Recuerdo lo que se sentía ser una niña en la escuela primaria, escuchar susurros y no saber qué significaban". Con lágrimas en los ojos, añadió: "Lo que sé ahora es que hay niños aterrorizados. Hay familias con miedo de que sus vidas sean destruidas en un momento".

Dos días antes de la aparición de Ferrera, la jueza Sotomayor había estado en el mismo programa advirtiendo sobre las consecuencias de la decisión. Durante esa entrevista, Sotomayor había instado al público: "Lean las decisiones, no solo mis disidencias, sino también el otro lado. Conviértanse en ciudadanos informados y no solo reactivos".

La jueza había alertado que "el precio que pagamos es que lo que está sucediendo hoy, como indiqué, va a afectar a mucha gente, pero afecta su futuro y afecta la conducta de los líderes en el futuro, porque lo que permitimos hoy no se va a duplicar exactamente mañana, va a ser algo diferente".

Ferrera cerró sus emotivas declaraciones con un llamado a la empatía: "Todos tenemos la oportunidad de recordar quiénes somos, en qué creemos y cuáles son nuestros valores. Debemos reconocer que hay personas sufriendo y que todos tenemos la capacidad de ser humanos, de tender la mano y cuidarnos unos a otros".

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