Juan José Campanella se defiende ante acusación de corrupción
- por © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com
5-XII-07
Por Juan José Campanella (*)
Pensé qué hacer con este mail del señor Marcelo Ferrari que se mandó, como veo, a bastante gente de la industria. Es interesantísimo el cariz que está tomando esto. Obviamente, detrás de esto debe haber un queso más grande del que todos pensamos, y la casa se llena de ratones.
Hoy me llamaron por teléfono, diciéndome que en reacción a mi crítica a la solicitada de la DAC, ya había una "acusación" anónima de corrupción hacia mí. Parece que esots resortes funcionan de manera muy aceitada. Qué lástima que los mejores estamos ocupados haciendo películas y les dejamos el campo libre a los que no hacen nada productivo. Esperemos que eso cambie.
Preocupado por ese llamado, llegué a mi casa a ver qué hecho de corrupción se me endilgaba, y veo que es la participación del INCAA en concepto de co-producción en "Vientos de Agua". Claro, yo pensaba en qué se podía haber inventado ya que no recuerdo haber estado nunca en un hecho de corrupción, y veo que no es más que una tergiversación, coherente desde lo moral con alguien que escribe anónimamente.
No voy a defender aquí "Vientos de Agua", un programa que se defiende sólo. Solamente aclarar este punto. Primero, en la carta anterior pensé que toda la discusión se centraba en el tema de créditos y subsidios, no del dinero que el INCAA da a ciertas producciones de calidad en concepto de co-producción, es decir, como participante de las ganancias de tal proyecto. En el sentido de subsidios y créditos (en definitiva, un regalo al cine) no tuve ninguna acción con el INCAA desde "Luna" que sí tuvo subsidios, aunque se realizó sin crédito. No sabía que el "tercero jota" era esto, ya que siempre hablan de este decreto relacionándolo a pequeñas producciones inexistentes. "Vientos de Agua" no fue ni lo uno ni lo otro.
El mail hace quedar esta co-producción como algo sucio, oculto y hecho a escondidas. Aclaremos que "Vientos de Agua" tiene en el encabezado de cada capítulo, el cartel del INCAA como co-productor. Y que en la noche en que ganamos los Martín Fierro, agradecí personalmente al INCAA, frente a las pantallas de televisión, por ese aporte. Lejos de mí, por lo tanto, ocultarlo, o pensar que sea algo de lo que debo avergonzarme.
La producción de "Vientos de Agua" demandó 7.000.000 de euros. Cualquiera que mire la serie (está buena, la van a pasar muy bien, se los aseguro) se puede dar cuenta de que está todo en la pantalla. El 95% del equipo de filmación y los actores, y los EXTRAS (Atención SUTEP) de "Vientos de Agua" (le quito unos puntos al 100 porque algunas partes, pocas, fueron hechas en España) fue argentino, y todo personal afiliado a SICA, Actores, y SUTEP. Los sueldos del equipo técnico fueron en casi todos los casos, del 100% de SICA, durante seis meses de rodaje. ACLARO: Creo que el aporte no fue a SICA, sino al sindicato de Televisión, pero eso es otro tema. La gente eran técnicos de cine, de primera línea, cobrando lo que cobrarían en un largo (de esos pocos que pagan el 100% de SICA). Cada capítulo contrató un promedio de 500 extras de SUTEP, y el único conflicto sindical que teníamos era con Actores por el tema horarios (otra discusión aparte, no embarremos la cancha). O sea que lo que se gastó en la industria del cine argentino excede EN VARIOS MILLONES DE EUROS lo aportado por el INCAA, y me animaría a decir que es más que la suma de todo el resto del cine nacional del año pasado junto.
7.000.000 de euros eran, en ese momento, 24.500.000 pesos. Recuerden que eran 13 capítulos de 72 minutos (aproximadamente) cada uno, en donde había un elenco internacional establecido en Buenos Aires. El INCAA como co-productor, puso 650.000 pesos, por lo cual se quedó con el 10% de los ingresos de la producción argentina. El programa se sigue vendiendo por todo el mundo (Lo maneja Telefé Internacional).
Por otro lado, y esto es lo más importante desde el punto de vista legal, la intención de Telecinco era (y todavía lo es), distribuir la película como un largometraje, en una reducción de su duración, tal cual hizo Italia con "La Mejor Juventud". Es decir, una DISTRIBUCION CINEMATOGRAFICA.
Ha sido, en definitiva, un verdadero ejemplo de (utilizando palabras del Señor Aristarain): "El INCAA funcionando como una gran productora, apoyando a gente que pueda llevar adelante un largo con solvencia". ¿Ven, señores anónimos amigos de Aristarain, que no necesitan hablar mal de mí? ¡si en este caso estamos de acuerdo! Fue, en ese momento, un buen negocio para el INCAA, quedarse con el 10 por ciento de una producción de 24.000.000 de euros, por 650.000. ¿Por qué se pidió el apoyo? Parecerá mentira a los que no saben de producción de cine, pero al bajar el euro de 4 pesos a 3.50, realmente el presupuesto bajó muchísimo, y nos vimos forzados o a dejar gente afuera, o a recurrir a dar una considerable porción de la producción (el 10%) por apenas el 2.5% del presupuesto. En realidad es un caso típico de cuando el "tercero jota" funciona bien.
De hecho, si ustedes quieren comprar el DVD (vuelvo a recomendar su compra, ahora con al aliciente del apoyo al INCAA) verán que el logo del INCAA está en las tapas, no en un lugar oculto, sino grandecito, muy mono, al lado del nuestro y de Telecinco.
Si está bien o no que el INCAA haya apoyado a una producción de estas características, lo dejo a sus respectivas opiniones.
Y ya que estoy escribiendo, hago notar mi afirmación por todo lo que dije en la carta anterior, ahora dándome cuenta de que no sólo estoy tratando con gente desubicada y patética, sino con un aparato mafioso. Les doy algunas ideas más para acusarme: En 1998 recibimos un crédito del INCAA para "El Mismo Amor, La Misma Lluvia". Era de los créditos más chicos, pero fue durante la época de Maharbiz, y creo que puedo estar manchado. Después, en época de Onaindia, recibimos otro crédito para "El Hijo de la Novia". Y en el 2005, ya con Jorge Coscia en la presidencia fui invitado a la Antártida a inaugurar un cine con "Luna de Avellaneda". La pasamos bien en el viaje, lo único que a la vuelta casi se nos da vuelta el barco, lo que le dio un toque pintoresco a la cosa. A ver si me acuerdo de algo más... no, creo que nada más.
Y repito (o aclaro) mi posición: El INCAA es un ente autárquico. No se puede pedir que se cambien las autoridades por estar en desacuerdo con sus políticas. Sí se puede Y SE DEBE exigir que se arregle la política crediticia. Pero no todos estamos de acuerdo en qué manera, y el debate tendría que ser elevado, no agresivo y prepotente.
En toda política subsidiada el tema de a quién se le dan los subsidios es muy difícil, y por cada opinión que existe, el 80% está en contra. Debatámoslo, si es necesario, pero cara a cara, y entre profesionales. Sigo pensando que lo mejor sería encontrar una serie de requisitos mensurables, no opinables, que marquen claramente quién lo recibe y quién no,. Y sobre todo, como dije en mi mail anterior, que no deje de lado la búsqueda de nuevos talentos.
Señor Ferrari, disculpe que le pinche el globo. Ni usted ni "Marta" son valientes, no se engañe, caballero, es más bien lo que en jerga callejera se denomina "miserable" o más exactamente un "cagón". Si lo tratan mal renuncie o haga juicio por acoso, el clima político le es favorable. Tenga un mínimo de dignidad. Sin duda un hombre de sus dotes conseguirá trabajo pronto en un lugar que lo traten de acuerdo a sus talentos.
Después de todo, cualquiera sea la posición que uno tome en esta discusión, una cosa que no se puede decir ni de Aristarain ni de mí es que no damos la cara.
Me hubiera gustado terminar esta carta con la expresión "¡Viva el cine!", pero no me sale en este momento.
(*) El director argentino Juan José Campanella envió a diversos medios de comunicación, entre ellos NOTICINE.com, esta carta en la que responde a una acusación de un trabajor del INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales), que utilizó el seudónimo de Marcelo Ferrari. En el e-mail enviado de forma anónima, se aseguraba que el realizador había recibido ayuda del INCAA, precisamente de su máximo responsable, Jorge Álvarez, para la realización de la miniserie "Vientos de agua" de forma ilegal. Este enfrentamiento es uno más de los que ha tomado estado público en las últimas semanas, donde diferentes sectores se han encargado de subrayar sus diferencias en lugar de unificar criterios por el bienestar del cine argentino.
Por Juan José Campanella (*)
Pensé qué hacer con este mail del señor Marcelo Ferrari que se mandó, como veo, a bastante gente de la industria. Es interesantísimo el cariz que está tomando esto. Obviamente, detrás de esto debe haber un queso más grande del que todos pensamos, y la casa se llena de ratones.
Hoy me llamaron por teléfono, diciéndome que en reacción a mi crítica a la solicitada de la DAC, ya había una "acusación" anónima de corrupción hacia mí. Parece que esots resortes funcionan de manera muy aceitada. Qué lástima que los mejores estamos ocupados haciendo películas y les dejamos el campo libre a los que no hacen nada productivo. Esperemos que eso cambie.
Preocupado por ese llamado, llegué a mi casa a ver qué hecho de corrupción se me endilgaba, y veo que es la participación del INCAA en concepto de co-producción en "Vientos de Agua". Claro, yo pensaba en qué se podía haber inventado ya que no recuerdo haber estado nunca en un hecho de corrupción, y veo que no es más que una tergiversación, coherente desde lo moral con alguien que escribe anónimamente.
No voy a defender aquí "Vientos de Agua", un programa que se defiende sólo. Solamente aclarar este punto. Primero, en la carta anterior pensé que toda la discusión se centraba en el tema de créditos y subsidios, no del dinero que el INCAA da a ciertas producciones de calidad en concepto de co-producción, es decir, como participante de las ganancias de tal proyecto. En el sentido de subsidios y créditos (en definitiva, un regalo al cine) no tuve ninguna acción con el INCAA desde "Luna" que sí tuvo subsidios, aunque se realizó sin crédito. No sabía que el "tercero jota" era esto, ya que siempre hablan de este decreto relacionándolo a pequeñas producciones inexistentes. "Vientos de Agua" no fue ni lo uno ni lo otro.
El mail hace quedar esta co-producción como algo sucio, oculto y hecho a escondidas. Aclaremos que "Vientos de Agua" tiene en el encabezado de cada capítulo, el cartel del INCAA como co-productor. Y que en la noche en que ganamos los Martín Fierro, agradecí personalmente al INCAA, frente a las pantallas de televisión, por ese aporte. Lejos de mí, por lo tanto, ocultarlo, o pensar que sea algo de lo que debo avergonzarme.
La producción de "Vientos de Agua" demandó 7.000.000 de euros. Cualquiera que mire la serie (está buena, la van a pasar muy bien, se los aseguro) se puede dar cuenta de que está todo en la pantalla. El 95% del equipo de filmación y los actores, y los EXTRAS (Atención SUTEP) de "Vientos de Agua" (le quito unos puntos al 100 porque algunas partes, pocas, fueron hechas en España) fue argentino, y todo personal afiliado a SICA, Actores, y SUTEP. Los sueldos del equipo técnico fueron en casi todos los casos, del 100% de SICA, durante seis meses de rodaje. ACLARO: Creo que el aporte no fue a SICA, sino al sindicato de Televisión, pero eso es otro tema. La gente eran técnicos de cine, de primera línea, cobrando lo que cobrarían en un largo (de esos pocos que pagan el 100% de SICA). Cada capítulo contrató un promedio de 500 extras de SUTEP, y el único conflicto sindical que teníamos era con Actores por el tema horarios (otra discusión aparte, no embarremos la cancha). O sea que lo que se gastó en la industria del cine argentino excede EN VARIOS MILLONES DE EUROS lo aportado por el INCAA, y me animaría a decir que es más que la suma de todo el resto del cine nacional del año pasado junto.
7.000.000 de euros eran, en ese momento, 24.500.000 pesos. Recuerden que eran 13 capítulos de 72 minutos (aproximadamente) cada uno, en donde había un elenco internacional establecido en Buenos Aires. El INCAA como co-productor, puso 650.000 pesos, por lo cual se quedó con el 10% de los ingresos de la producción argentina. El programa se sigue vendiendo por todo el mundo (Lo maneja Telefé Internacional).
Por otro lado, y esto es lo más importante desde el punto de vista legal, la intención de Telecinco era (y todavía lo es), distribuir la película como un largometraje, en una reducción de su duración, tal cual hizo Italia con "La Mejor Juventud". Es decir, una DISTRIBUCION CINEMATOGRAFICA.
Ha sido, en definitiva, un verdadero ejemplo de (utilizando palabras del Señor Aristarain): "El INCAA funcionando como una gran productora, apoyando a gente que pueda llevar adelante un largo con solvencia". ¿Ven, señores anónimos amigos de Aristarain, que no necesitan hablar mal de mí? ¡si en este caso estamos de acuerdo! Fue, en ese momento, un buen negocio para el INCAA, quedarse con el 10 por ciento de una producción de 24.000.000 de euros, por 650.000. ¿Por qué se pidió el apoyo? Parecerá mentira a los que no saben de producción de cine, pero al bajar el euro de 4 pesos a 3.50, realmente el presupuesto bajó muchísimo, y nos vimos forzados o a dejar gente afuera, o a recurrir a dar una considerable porción de la producción (el 10%) por apenas el 2.5% del presupuesto. En realidad es un caso típico de cuando el "tercero jota" funciona bien.
De hecho, si ustedes quieren comprar el DVD (vuelvo a recomendar su compra, ahora con al aliciente del apoyo al INCAA) verán que el logo del INCAA está en las tapas, no en un lugar oculto, sino grandecito, muy mono, al lado del nuestro y de Telecinco.
Si está bien o no que el INCAA haya apoyado a una producción de estas características, lo dejo a sus respectivas opiniones.
Y ya que estoy escribiendo, hago notar mi afirmación por todo lo que dije en la carta anterior, ahora dándome cuenta de que no sólo estoy tratando con gente desubicada y patética, sino con un aparato mafioso. Les doy algunas ideas más para acusarme: En 1998 recibimos un crédito del INCAA para "El Mismo Amor, La Misma Lluvia". Era de los créditos más chicos, pero fue durante la época de Maharbiz, y creo que puedo estar manchado. Después, en época de Onaindia, recibimos otro crédito para "El Hijo de la Novia". Y en el 2005, ya con Jorge Coscia en la presidencia fui invitado a la Antártida a inaugurar un cine con "Luna de Avellaneda". La pasamos bien en el viaje, lo único que a la vuelta casi se nos da vuelta el barco, lo que le dio un toque pintoresco a la cosa. A ver si me acuerdo de algo más... no, creo que nada más.
Y repito (o aclaro) mi posición: El INCAA es un ente autárquico. No se puede pedir que se cambien las autoridades por estar en desacuerdo con sus políticas. Sí se puede Y SE DEBE exigir que se arregle la política crediticia. Pero no todos estamos de acuerdo en qué manera, y el debate tendría que ser elevado, no agresivo y prepotente.
En toda política subsidiada el tema de a quién se le dan los subsidios es muy difícil, y por cada opinión que existe, el 80% está en contra. Debatámoslo, si es necesario, pero cara a cara, y entre profesionales. Sigo pensando que lo mejor sería encontrar una serie de requisitos mensurables, no opinables, que marquen claramente quién lo recibe y quién no,. Y sobre todo, como dije en mi mail anterior, que no deje de lado la búsqueda de nuevos talentos.
Señor Ferrari, disculpe que le pinche el globo. Ni usted ni "Marta" son valientes, no se engañe, caballero, es más bien lo que en jerga callejera se denomina "miserable" o más exactamente un "cagón". Si lo tratan mal renuncie o haga juicio por acoso, el clima político le es favorable. Tenga un mínimo de dignidad. Sin duda un hombre de sus dotes conseguirá trabajo pronto en un lugar que lo traten de acuerdo a sus talentos.
Después de todo, cualquiera sea la posición que uno tome en esta discusión, una cosa que no se puede decir ni de Aristarain ni de mí es que no damos la cara.
Me hubiera gustado terminar esta carta con la expresión "¡Viva el cine!", pero no me sale en este momento.
(*) El director argentino Juan José Campanella envió a diversos medios de comunicación, entre ellos NOTICINE.com, esta carta en la que responde a una acusación de un trabajor del INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales), que utilizó el seudónimo de Marcelo Ferrari. En el e-mail enviado de forma anónima, se aseguraba que el realizador había recibido ayuda del INCAA, precisamente de su máximo responsable, Jorge Álvarez, para la realización de la miniserie "Vientos de agua" de forma ilegal. Este enfrentamiento es uno más de los que ha tomado estado público en las últimas semanas, donde diferentes sectores se han encargado de subrayar sus diferencias en lugar de unificar criterios por el bienestar del cine argentino.