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20-XII-07

Por Alberto Duque López

Si nos preguntan cuáles fueron las mejores películas exhibidas comercialmente en Colombia durante 2007, podríamos señalar cinco títulos que representan distintas tendencias y lenguajes, en este orden:

1) “La vida de los otros”, de Florian Henckel von Donnersmarck, con la historia de ese comisario encargado de grabar la vida íntima y cotidiana de los enemigos, mientras descubre la otra realidad de ese Estado policial. Ese aprendizaje, esa humanización, ese descenso a una realidad negada a sus ojos, se convierte en una prueba que enfrenta con imaginación y valor; Esta, puede ser escogida como la mejor del año y al repetirla o analizarla mejor, se entienden las razones;
2) “Infiltrados”, de Martin Scorsese, el gran maestro del cine contemporáneo una vez más profundizando en las obsesiones de su carrera en torno a la culpa, el perdón, el pecado, la culpa, la traición, el bien y el mal con esos dos jóvenes que engañan a los otros, adquieren la piel ajena y se lanzan de cabeza al infierno;
3) “Pequeña Miss Sunshine”, de Jonathan Payton y Valerie Farris, llena de humor negro, corrosiva con su mirada a ese diminuto universo de las familias enloquecidas con la fama y la fortuna, girando alrededor de esa chiquilla convertida en objeto de ambición y locura por parte de todos. En medio de esa familia surge el personaje joven del actor Paul Dano, a quien pronto veremos en “Petróleo Sangriento” como el falso predicador enfrentado a un terrateniente obsesionado con el remordimiento y la soledad;
4) “Juego secretos / Secretos íntimos” de Todd Field, con Kate Winslet como la esposa y madre infiel en ese pequeño pueblo donde, aparentemente, ya no cabe un gramo más de felicidad…o infelicidad, junto a la sombra de un pervertido que, en el fondo, es el único inocente entre los adultos;
5) “Leones por corderos”, de Robert Redford, una de las películas más inteligentes de los últimos años, larga, interminable, aburrida pero con una carga de brutal sinceridad que la condenó desde antes en la taquilla.

Y si la curiosidad de los lectores es tan intensa como la nuestra, entonces sugerimos otros títulos de un año que fue mejor que los anteriores y durante el cual, vimos cómo las distribuidoras de Hollywood se curaban en salud y preferían rechazar películas que no garantizaran una buena respuesta en la taquilla, así los espectadores quedaran condenados a esperar su emisión por cable.

Afortunadamente las distribuidoras independientes, grandes y pequeñas, arriesgaron y siguieron con su labor de acercarnos a un porcentaje mínimo pero significativo del buen cine internacional, aunque las películas latinoamericanas siguen ausentes. El resto de la lista de las mejores de este año, podría estar compuesto por estos títulos, sin orden de preferencia:

6) "Soñadoras", de Bill Condon.
7) "Babel", de Alejandro González.
8) "Hijos del hombre / Niños del hombre", de Alfonso Cuarón.
9) "El último rey de Escocia", de Kevin McDonald.
10)"Cartas desde Iwo Jima", de Clint Eastwood.
11)"El laberinto del Fauno", de Guillermo del Toro.
12)"La Reina", de Stephen Frears.
13)"París, te amo".
14)"El Violín", de Francisco Vargas.
15)"300", de Zack Snyder.
16)"Hollywoodland", de Allen Coulter.
17)"La maldición de la flor dorada", de Zhang Yimou.
18)"Satanás", de Andrés Baiz.
19)"Cambiadora de páginas", de Denis Dercourt".
20)"El viento que agita la cebada", de Ken Loach.
21)"Caché", de Michael Haneke.
22)"Zodíaco", de David Fincher.
23)"El amor en los tiempos del cólera", de Mike Newell.
24)"Adiós pequeña adiós / Desapareció una noche", de Ben Affleck.
25)"Bee Movie", de Steve Hickner y Simon J. Smith.
26)"El Arco", de Kim Ki Duk.
27)"Ratatouille", de Brad Bird y Jan Pinkava.
28)"28 Semanas Después / Exterminio 2", de Juan Carlos Fresnadillo
29)"Más extraño que la ficción", de Marc Forster.

Una palabra final: el cine colombiano fue el gran protagonista del año con una producción que registró distintos niveles de calidad y aceptación pero logró, en la mayoría de los casos, atraer a los espectadores y sustraerlos del influjo de Hollywood. Fue curioso e interesante observar las distintas tendencias y obsesiones de guionistas, productores y directores, y cómo el público respondía a esos estímulos.

Otra palabra: en un espectáculo curioso, la mayoría de quienes escriben sobre cine en los medios informativos, se ensañó en los defectos de “El amor en los tiempos del cólera”, destrozándola, en ocasiones sin haberla visto y aún antes del estreno. Eso es lo bueno del cine, que cada espectador se arma su propia película.

Una última palabra: 2008 promete. Por lo menos, durante los primeros días se anuncian películas importantes que, esperamos, no sean suprimidas al momento del estreno.