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Aunque habrá que esperar hasta el 6 de abril para su llegada a salas, el cineasta argentino Miguel Angel Rocca ya presentó ante la prensa porteña su último trabajo, "Maracaibo", una coproducción argentino-venezolana al frente de la cual están los prestigiosos actores Jorge Marrale y Mercedes Morán, quienes dieron vida junto a Matías Mayer, Nicolás Francella y Alejandro Paker a un guión del propio realizador y de Maximiliano González. "Desde un principio no pensamos el hecho de inseguridad como central en la historia. Lo que queríamos era trabajar la historia familiar y los vínculos, particularmente las relaciones padre-hijo", explicó Rocca.

Este drama con hondas raíces psicológicas ya pasó por los festivales de Pinamar y Guadalajara. La historia escrita por Rocca y González narra el duelo que deben enfrentar los padres de Facundo ante su muerte inesperada y violenta. Refiriéndose al argumento, el realizador dijo: "Nos pareció que teníamos que llevar la historia al límite. Después de ese punto no hay vuelta atrás y comienza el recorrido trágico de la los padres".

Miguel Angel Rocca añadió que los tiempos del cine son largos y que suele pensar en los actores de sus películas cuando ya vislumbra la posibilidad de filmarlas. "Yo quería que el recorrido de los actores se iniciara en el pre-duelo con la aceptación del hecho irreversible y después continuara con el duelo. No me gustan las cosas muy explícitas en el cine, por eso hay muchas cosas que no muestro en esta película y  hay más gestos que palabras", explicó.
 
Maximiliano González, coguionista, contó que es la segunda vez que escribe junto a Miguel Rocca. "Fue muy valiente al aceptar mi propuesta de narrar con imágenes y no con lo dicho. Lo más importante fue estar de acuerdo en el tipo de película que queríamos hacer", dijo sobre el director. También explicó que hicieron cuatro o cinco versiones del guión y que después, cuando comenzaron los ensayos con los actores, hubo algunos cambios. Al respecto expresó: "Una película es un trabajo en conjunto. Es un proceso creativo colectivo y se enriquece a partir del trabajo con los actores".

Jorge Marrale que interpreta al padre dijo sobre su trabajo: "Me parece que todo nos deja un aprendizaje. Particularmente a mí  me acercó mucho a la paternidad real. No pude trabajar por fuera de eso. Es una película de silencios pero eso es lo que nos pasa todos los días en la vida real. Hay momentos difíciles o de revelación en los que permanecemos en silencio y no podemos verbalizar lo que nos pasa. Creo que la película tiene una gran capacidad de síntesis y yo agradezco que se pueda hacer cine de este tipo. El guion proponía eso para mostrar la soledad y la irreversibilidad de algunas cosas", y añadió: "Me siento muy agradecido por haber tenido la posibilidad de hacer esta película comprometida en la que lo importante son los sentimientos de los personajes y no sus acciones".

Mercedes Morán es coprotagonista e interpreta a la madre. Sobre su personaje dijo: "Esta madre tiene un comportamiento clásico. Cuando surge un conflicto entre el padre y el hijo, ella toma una actitud componedora. Muchas familias ocultan problemas profundos y son funcionales hasta que aparece la tragedia. En ese momento se torna insostenible y parece la necesidad inútil de encontrar culpables" Sobre la película explicó: "Nunca nos animamos ni siquiera a asomarnos a la posibilidad de perder a un hijo. Esta película aborda un tema difícil de una manera inteligente. Es dura y al mismo tiempo esperanzadora y me parece que valora al espectador".

Matías Mayer, que se pone en la piel del hijo de la pareja contó: "Me tocó interpretar la situación desde el lugar de hijo. Creo que la película propone valorar cada momento. Muchas veces todo cobra entidad cuando ocurre una tragedia y mi personaje me dejó un aprendizaje importante".

Nicolás Francella, que tiene a su cargo otro de los personajes jóvenes en el film, explicó: "Considero que ésta es una película reflexiva. Efectúa un paralelismo entre las dos familias que aparecen y pone el acento en la culpa a partir de la pérdida".

Alejandro Paker dijo que ya había trabajado con Miguel Rocca como productor en el teatro: "Me interesó mucho el guion y trabajar de nuevo con Rocca y con Marrale. Fue fácil generar la complicidad para actuar ya que Miguel nos dio mucha libertad. Es una película que nos hace reflexionar sobre nuestros vínculos. A veces ocurre  que alguien muy cercano es en realidad un desconocido para nosotros".

"Maracaibo" se filmó en locaciones de Buenos Aires y  sus alrededores durante seis semanas y su realizador y productores esperan que tenga un recorrido importante en salas nacionales y de otros países.

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