Hablamos con Benjamín Naishtat sobre el estreno de "Rojo"
- por © Carolina G. Guerrero-NOTICINE.com
El argentino Benhamín Naishtat ha estrenado esta semana en salas nacionales su último trabajo, "Rojo", que el pasado septiembre se paseó por festivales como el de Toronto o San Sebastián. Darío Grandinetti y el chileno Alfredo Castro protagonizan esta historia que se desarrolla en vísperas del régimen militar argentino, lejos de la capital argentina. NOTICINE.com habló con el joven director sobre éste su tercer largometraje.
- Resúmanos lo que cuenta en "Rojo".
Es una película policiaca argentina ambientada en los años 70 y cuenta la historia de una comunidad que resulta cómplice de un crimen a través del personaje de un abogado que se ve envuelto en la desaparición de un hombre. Poco a poco se descubre lo que parecía un secreto pero que en verdad todos conocen. También se pone en contexto, se cuenta lo que fue argentina en esos años que anticipaban la dictadura militar.
- ¿Es "Rojo" una películas sobre el principio del fin?
Tiene sentido ya que la película acaba en el año 1976 justo cuando está a punto de estallar la dictadura militar en argentina. Se puede decir que sí.
- Llama la atención como evolucionan sus personajes a lo largo de la película.
Supongo que tiene que ver con el componente de thriller psicológico que tiene la película. El género policial invita al público a inquietarse, a tener experiencias más psicológicas.
- ¿Tuvo claros los actores que interpretarían a sus personajes mientras escribía el guión?
Cuando lo escribí no, pero trabajé con una directora de casting y al encontrar a Darío y los demás, era obvio que la película era para ellos. Trabajar con actores de esa talla es muy sencillo, tienen la capacidad de interpretar el guion y yo tuve que hacer muy poco.
- "Rojo" llega con premios en San Sebastián y buena acogida previa en Toronto. ¿Cómo resultaron esas experiencias?
La película se proyectó en Toronto con una buena reacción del publico, curioso y con bastante interés de la crítica internacional. Esto fue una gran sorpresa teniendo en cuenta que la película cuenta una historia local. La gente se conectó y lo mismo en San Sebastián, donde tuvimos la suerte de ganar tres premios: mejor dirección, actor (Darío Grandinetti) y fotografía. No podíamos estar más contentos. Era la tercera vez que iba a San Sebastián con mi trabajo y me encanta la ciudad, sobre todo el lugar de privilegio que se le da al cine latinoamericano, es algo único en los grandes festivales.
- ¿Cómo está viviendo la actual crisis económica en la Argentina y su efecto en la industria del cine?
Hace menos de dos meses el Ministerio de Cultura dejó de existir, igual pasó con la salud. Es una catástrofe, me toca defender la cultura y pensar que en ella se puede ahorrar es gravísimo porque supone que el gobierno no entiende el sentido de una nación, que es generar una cultura e identidad, base sobre la que se construye todo lo demás.
- ¿Qué será lo próximo?
Estoy adaptando una novela "Los siete locos", de Roberto Arlt, una novela de los años veinte que es un gran desafío porque es una obra maestra.
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- Resúmanos lo que cuenta en "Rojo".
Es una película policiaca argentina ambientada en los años 70 y cuenta la historia de una comunidad que resulta cómplice de un crimen a través del personaje de un abogado que se ve envuelto en la desaparición de un hombre. Poco a poco se descubre lo que parecía un secreto pero que en verdad todos conocen. También se pone en contexto, se cuenta lo que fue argentina en esos años que anticipaban la dictadura militar.
- ¿Es "Rojo" una películas sobre el principio del fin?
Tiene sentido ya que la película acaba en el año 1976 justo cuando está a punto de estallar la dictadura militar en argentina. Se puede decir que sí.
- Llama la atención como evolucionan sus personajes a lo largo de la película.
Supongo que tiene que ver con el componente de thriller psicológico que tiene la película. El género policial invita al público a inquietarse, a tener experiencias más psicológicas.
- ¿Tuvo claros los actores que interpretarían a sus personajes mientras escribía el guión?
Cuando lo escribí no, pero trabajé con una directora de casting y al encontrar a Darío y los demás, era obvio que la película era para ellos. Trabajar con actores de esa talla es muy sencillo, tienen la capacidad de interpretar el guion y yo tuve que hacer muy poco.
- "Rojo" llega con premios en San Sebastián y buena acogida previa en Toronto. ¿Cómo resultaron esas experiencias?
La película se proyectó en Toronto con una buena reacción del publico, curioso y con bastante interés de la crítica internacional. Esto fue una gran sorpresa teniendo en cuenta que la película cuenta una historia local. La gente se conectó y lo mismo en San Sebastián, donde tuvimos la suerte de ganar tres premios: mejor dirección, actor (Darío Grandinetti) y fotografía. No podíamos estar más contentos. Era la tercera vez que iba a San Sebastián con mi trabajo y me encanta la ciudad, sobre todo el lugar de privilegio que se le da al cine latinoamericano, es algo único en los grandes festivales.
- ¿Cómo está viviendo la actual crisis económica en la Argentina y su efecto en la industria del cine?
Hace menos de dos meses el Ministerio de Cultura dejó de existir, igual pasó con la salud. Es una catástrofe, me toca defender la cultura y pensar que en ella se puede ahorrar es gravísimo porque supone que el gobierno no entiende el sentido de una nación, que es generar una cultura e identidad, base sobre la que se construye todo lo demás.
- ¿Qué será lo próximo?
Estoy adaptando una novela "Los siete locos", de Roberto Arlt, una novela de los años veinte que es un gran desafío porque es una obra maestra.
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