Juan José Campanella habla sobre "El cuento de las comadrejas"
- por © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com
Desde el jueves próximo, regresa el cine del ganador del Oscar Juan José Campanella a las salas argentinas, con su nuevo trabajo, "El cuento de las comadrejas", remake de "Los muchachos de antes no usaban arsénico", cinta de 1976 dirigida por José A. Martínez Suárez. El autor de "El secreto de sus ojos" contó con un estelar elenco de figuras australes, como Graciela Borges, Oscar Martínez, Luis Brandoni, Marcos Mundstock y Nicolás Francella, además de la española Clara Lago. "Yo quería agregar el tono de la comedia brillante, de diálogos, a la americana, como las de Billy Wilder. Tiene que ver con el humor de mis películas, donde utilizo el sarcasmo", dice Campanella.
"La película de José -declara el cineasta argentino a La Voz- me gustó muchísimo. Siempre dije que es una película sumamente ingeniosa. Ya en el boceto de 1997 quería hacer un homenaje al cine, una película que transcurriera en un mundo de ficción, no tanto con elementos del realismo, lo social, lo que nos pasa, y me pareció que Los muchachos… era el gran vehículo para hacer eso. Quería agregarle dos líneas, para que motivara la remake, porque para qué hacer una remake si no le agregás nada. Por un lado, el homenaje y convertir a los cuatro en glorias del cine y jugar con el espectador entre lo que es ficción y lo que es verdad. Ellos miran su vida como si miraran una película y hacen comentarios permanentemente como lo que debería pasar en una película. Es un juego lindo. Y por el otro, sin revelar nada en esta charla, me interesaba la historia de amor entre Mara y Pedro. Hice un boceto y tomó vida propia".
De Martínez Suárez, que sigue activo a los 94 años, Campanella habla como de "mi gran maestro", para añadir: "Es mucho más que un maestro, es casi un padre. Ha funcionado como consejero, mentor y amigo en muchas etapas de mi vida. Es una persona muy presente. Sabía que la quería hacer, lo ponía contento, alguna cosa de la película la trabajé con él. Es un gran director. De la generación de 1960, es el que más manejó el ingenio y la elegancia en el cine. Aun en una película como 'Los chantas', se nota que el autor es elegante. Lo quiero mucho".
Sobre la elección de un elenco tan espectacular, el cineasta que ha combinado el cine con la realización de series televisivas en Estados Unidos, explica: "Siempre tuve la idea, desde el boceto de hace 22 años, que los cuatro actores que hicieran los personajes tenían que ser cuatro glorias del cine, traer un equipaje importante de inmediato reconocimiento para la audiencia, hablar de su vida. Por supuesto que los personajes tienen características distintas, pero Mara Ordaz tiene la característica de Graciela Borges. Marcos Mudstock es un ícono del teatro, la voz más conocida de Argentina, gran guionista porque gran parte de los textos y gags de Les Luthiers son escritos por él. El gran desafío era Mara, conseguir quien pudiera hacer Mara. Cuando en 2011 trabajé con Graciela en un capítulo de 'El hombre de tu vida', descubrí algo en ella que yo no conocía y que creo que la gran parte del público no conoce: lo brillante que es en la comedia. Conocemos una faceta dramática de ella, y realmente es una actriz muy graciosa, que sabe de timing, de gestos sutiles, pequeños, que sabe subrayar lo que tiene que subrayar. Es graciosa siendo seria, sin necesidad de hacerse la graciosa. Ahí descubrí a Mara. En 'El hombre de tu vida' también estaba Beto Brandoni y me pareció una pareja perfecta de dos personas que han sido y son bellas, con mucho glamour. Después, para el rol cerebral, Oscar Martínez, que muchos conocen como actor dramático. Hubo oportunidad de verlo en 'El último de los amantes ardientes' hace casi 30 años donde te hacía matar de risa. Necesitaba alguien muy serio pero que pudiera manejar el humor. También los jóvenes están muy bien: Clara Lago y Nicolás Francella, con la mezcla de ingenuidad y soberbia".
Además del deseo de reescribir un film que admira, Campanela cree que existe en "El cuento de las comadrejas" ciertos elementos comunes con otras de sus películas. "La vejez es un tema que está en todas mis películas: 'El hijo de la novia', 'Luna de Avellaneda', 'El secreto de sus ojos', y en teatro, en 'Parque Lezama'. Me interesa la redefinición de la vejez como un estado del alma y no del cuerpo. Se puede ser viejo a los 28 años y joven, a los 80. Por supuesto que el cuerpo va por otro carril. Me refiero a lo que pasa por la cabeza y lo que define a la persona, no a su envase. Me gustaba ver que estos viejos son más jóvenes que los jóvenes. Uno vive hasta el último día de la vida. Parece una tontería pero hay mucha gente que se entrega y espera la muerte del envase".
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"La película de José -declara el cineasta argentino a La Voz- me gustó muchísimo. Siempre dije que es una película sumamente ingeniosa. Ya en el boceto de 1997 quería hacer un homenaje al cine, una película que transcurriera en un mundo de ficción, no tanto con elementos del realismo, lo social, lo que nos pasa, y me pareció que Los muchachos… era el gran vehículo para hacer eso. Quería agregarle dos líneas, para que motivara la remake, porque para qué hacer una remake si no le agregás nada. Por un lado, el homenaje y convertir a los cuatro en glorias del cine y jugar con el espectador entre lo que es ficción y lo que es verdad. Ellos miran su vida como si miraran una película y hacen comentarios permanentemente como lo que debería pasar en una película. Es un juego lindo. Y por el otro, sin revelar nada en esta charla, me interesaba la historia de amor entre Mara y Pedro. Hice un boceto y tomó vida propia".
De Martínez Suárez, que sigue activo a los 94 años, Campanella habla como de "mi gran maestro", para añadir: "Es mucho más que un maestro, es casi un padre. Ha funcionado como consejero, mentor y amigo en muchas etapas de mi vida. Es una persona muy presente. Sabía que la quería hacer, lo ponía contento, alguna cosa de la película la trabajé con él. Es un gran director. De la generación de 1960, es el que más manejó el ingenio y la elegancia en el cine. Aun en una película como 'Los chantas', se nota que el autor es elegante. Lo quiero mucho".
Sobre la elección de un elenco tan espectacular, el cineasta que ha combinado el cine con la realización de series televisivas en Estados Unidos, explica: "Siempre tuve la idea, desde el boceto de hace 22 años, que los cuatro actores que hicieran los personajes tenían que ser cuatro glorias del cine, traer un equipaje importante de inmediato reconocimiento para la audiencia, hablar de su vida. Por supuesto que los personajes tienen características distintas, pero Mara Ordaz tiene la característica de Graciela Borges. Marcos Mudstock es un ícono del teatro, la voz más conocida de Argentina, gran guionista porque gran parte de los textos y gags de Les Luthiers son escritos por él. El gran desafío era Mara, conseguir quien pudiera hacer Mara. Cuando en 2011 trabajé con Graciela en un capítulo de 'El hombre de tu vida', descubrí algo en ella que yo no conocía y que creo que la gran parte del público no conoce: lo brillante que es en la comedia. Conocemos una faceta dramática de ella, y realmente es una actriz muy graciosa, que sabe de timing, de gestos sutiles, pequeños, que sabe subrayar lo que tiene que subrayar. Es graciosa siendo seria, sin necesidad de hacerse la graciosa. Ahí descubrí a Mara. En 'El hombre de tu vida' también estaba Beto Brandoni y me pareció una pareja perfecta de dos personas que han sido y son bellas, con mucho glamour. Después, para el rol cerebral, Oscar Martínez, que muchos conocen como actor dramático. Hubo oportunidad de verlo en 'El último de los amantes ardientes' hace casi 30 años donde te hacía matar de risa. Necesitaba alguien muy serio pero que pudiera manejar el humor. También los jóvenes están muy bien: Clara Lago y Nicolás Francella, con la mezcla de ingenuidad y soberbia".
Además del deseo de reescribir un film que admira, Campanela cree que existe en "El cuento de las comadrejas" ciertos elementos comunes con otras de sus películas. "La vejez es un tema que está en todas mis películas: 'El hijo de la novia', 'Luna de Avellaneda', 'El secreto de sus ojos', y en teatro, en 'Parque Lezama'. Me interesa la redefinición de la vejez como un estado del alma y no del cuerpo. Se puede ser viejo a los 28 años y joven, a los 80. Por supuesto que el cuerpo va por otro carril. Me refiero a lo que pasa por la cabeza y lo que define a la persona, no a su envase. Me gustaba ver que estos viejos son más jóvenes que los jóvenes. Uno vive hasta el último día de la vida. Parece una tontería pero hay mucha gente que se entrega y espera la muerte del envase".
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