Hablamos con Santi Amodeo sobre el estreno de "Yo, mi mujer y mi mujer muerta"
- por © J.A.-NOTICINE.com
La comedia dramática del andaluz Santi Amodeo, estrenada en el Festival de Málaga y ya vista en Argentina, país coproductor, está ya en salas españolas. Protagonizada por el multipremiado actor argentino Oscar Martínez, Carlos Areces e Ingrid García Jonsson, la película se filmó a ambos lados del Atlántico, donde se desarrolla esta historia sobre la vida secreta de la mujer de un reputado profesional, que tras su fallecimiento debe averiguar la verdad. NOTICINE.com habló en exclusiva con Amodeo.
- ¿Podría resumir la trama en pocas palabras?
La película va sobre un arquitecto, un hombre de 70 y tantos años, que pierde a su mujer, cuyo último deseo era descansar en su país de origen. Él es argentino, pero ella es española y quiere que esparzan las cenizas en la Costa del Sol. La película va sobre la peripecia de este personaje cuando viene a tirar las cenizas, que va descubriendo cosas sobre su mujer, que no conocía.
- ¿Cual sería el elemento fundamental de su historia? ¿El desconocimiento sobre la persona que tienes al lado toda la vida, el choque cultural entre un país y otro…?
El corazón de la historia sería que no conocemos suficiente a la persona que tenemos al lado, aunque hayamos vivido con ella toda la vida, pero también otra cosa sobre la que he trabajado en la película y que forman la columna vertebral de esta es el duelo. He utilizado las diferentes fases del duelo para articular la película, de forma que el personaje va avanzando al mismo tiempo que la peripecia exterior avanza y se va reflejando lo que le ocurre a él y a la gente en general con una pérdida.
- Es una película que con esa evolución del duelo también tiene incluso casi una evolución de género, empieza siendo una película dramática y acaba cada vez más humorística...
Sí, una de las cosas que intenté desde el principio, en el guion y después ya dirigiendo y con el trabajo con los actores, era intentar mezclar los géneros. Hacer una comedia dramática donde estuviera el drama presente, sin llegar al drama profundo, y que también estuviese la comedia que aligerara un poco el tema y jugar en esa frontera de donde se sale y se entra y que de alguna manera convivan los dos géneros.
- ¿Diría que es una película más argentina que española o más española que argentina?
Como el protagonista es Oscar Martínez creo que tiene una argentinidad ya intrínseca y quizá está hecha más para la mirada de allí, pero no es pretendido. Una vez que entró Oscar Martínez si cambia un poco la mirada la argentinice yo también un poco.
- ¿Fue su protagonista imaginado desde el principio?
No, yo me plantee esta película en inglés y hacerla a partir de un británico que venía a España, que era algo que me salía más orgánico, porque aquí ocurre con mucha naturalidad. Después el inglés me echó para atrás porque yo no soy bilingüe, aunque me defiendo. Entonces, busqué un país donde eso pudiera ser igual de orgánico, que realmente te pudieras creer ese viaje y pensé en Argentina por los lazos tan obvios que tenemos. Y cuando ya entró Oscar Martínez adecué el guion al actor.
- Puede haber cierto concepto de que cuando el personaje llega aquí y descubre esa vida paralela es como una vida más libre y loca, puede haber una lectura de que otros países son más abiertos que Argentina...
No estaba la intención y, de hecho, no lo pienso y no lo sé porque no conozco Argentina a esos niveles. He estado allí lógicamente rodando y además ya lo conocía, pero no está en mis intenciones. Lo que sí estaba es como una persona puede llegar a anular por su forma, por el carácter tan rotundo del personaje y su forma de entender la vida, ha tenido a su mujer siempre un pasito por detrás a su servicio y como cuando ella se separaba de él digamos que respiraba. Podría haber sido en otro país y ser algo parecido.
- ¿Cómo ha sido la acogida, tras coincidir la presentación en Málaga con el estreno en Argentina?
Fue buscado porque en Argentina la distribuye Disney y pensaron que era una buena estrategia. Lo que vi en Málaga -con un público muy entusiasta- siempre te puedo llevar a engaño, pero bueno fue un día muy bonito y el público la acogió con mucho cariño.
- ¿Esperaba que le dieran a Martínez el premio a mejor actor en Málaga?
Estas cosas nunca las pienso porque todas mis películas han sido muy festivaleras y he ganado muchos premios. Pero, en este caso sí tenía un pálpito, porque a Oscar lo veo fantástico en la película, y tenía que estar aunque fuera con otros en la mente del jurado.
- ¿Se puede decir que ha aprendido algo de él para dirigir actores en el futuro?
Bueno, digamos que casi peor porque te malacostumbras. Yo digo una cosa siempre, desde que he rodado con él, y es que yo con Oscar podría hacer una película a toma única. Si alguien me propusiera que solo pueda hacer una toma de cada plano, yo me atrevería. Porque es certero como nadie, tiene una intuición, es un verdadero animal. Nosotros hemos tirado dos o tres tomas por plano. Es un nivel que está un paso por encima y me he acostumbrado ahora algo que no creo que se vaya a repetir muchas veces.
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- ¿Podría resumir la trama en pocas palabras?
La película va sobre un arquitecto, un hombre de 70 y tantos años, que pierde a su mujer, cuyo último deseo era descansar en su país de origen. Él es argentino, pero ella es española y quiere que esparzan las cenizas en la Costa del Sol. La película va sobre la peripecia de este personaje cuando viene a tirar las cenizas, que va descubriendo cosas sobre su mujer, que no conocía.
- ¿Cual sería el elemento fundamental de su historia? ¿El desconocimiento sobre la persona que tienes al lado toda la vida, el choque cultural entre un país y otro…?
El corazón de la historia sería que no conocemos suficiente a la persona que tenemos al lado, aunque hayamos vivido con ella toda la vida, pero también otra cosa sobre la que he trabajado en la película y que forman la columna vertebral de esta es el duelo. He utilizado las diferentes fases del duelo para articular la película, de forma que el personaje va avanzando al mismo tiempo que la peripecia exterior avanza y se va reflejando lo que le ocurre a él y a la gente en general con una pérdida.
- Es una película que con esa evolución del duelo también tiene incluso casi una evolución de género, empieza siendo una película dramática y acaba cada vez más humorística...
Sí, una de las cosas que intenté desde el principio, en el guion y después ya dirigiendo y con el trabajo con los actores, era intentar mezclar los géneros. Hacer una comedia dramática donde estuviera el drama presente, sin llegar al drama profundo, y que también estuviese la comedia que aligerara un poco el tema y jugar en esa frontera de donde se sale y se entra y que de alguna manera convivan los dos géneros.
- ¿Diría que es una película más argentina que española o más española que argentina?
Como el protagonista es Oscar Martínez creo que tiene una argentinidad ya intrínseca y quizá está hecha más para la mirada de allí, pero no es pretendido. Una vez que entró Oscar Martínez si cambia un poco la mirada la argentinice yo también un poco.
- ¿Fue su protagonista imaginado desde el principio?
No, yo me plantee esta película en inglés y hacerla a partir de un británico que venía a España, que era algo que me salía más orgánico, porque aquí ocurre con mucha naturalidad. Después el inglés me echó para atrás porque yo no soy bilingüe, aunque me defiendo. Entonces, busqué un país donde eso pudiera ser igual de orgánico, que realmente te pudieras creer ese viaje y pensé en Argentina por los lazos tan obvios que tenemos. Y cuando ya entró Oscar Martínez adecué el guion al actor.
- Puede haber cierto concepto de que cuando el personaje llega aquí y descubre esa vida paralela es como una vida más libre y loca, puede haber una lectura de que otros países son más abiertos que Argentina...
No estaba la intención y, de hecho, no lo pienso y no lo sé porque no conozco Argentina a esos niveles. He estado allí lógicamente rodando y además ya lo conocía, pero no está en mis intenciones. Lo que sí estaba es como una persona puede llegar a anular por su forma, por el carácter tan rotundo del personaje y su forma de entender la vida, ha tenido a su mujer siempre un pasito por detrás a su servicio y como cuando ella se separaba de él digamos que respiraba. Podría haber sido en otro país y ser algo parecido.
- ¿Cómo ha sido la acogida, tras coincidir la presentación en Málaga con el estreno en Argentina?
Fue buscado porque en Argentina la distribuye Disney y pensaron que era una buena estrategia. Lo que vi en Málaga -con un público muy entusiasta- siempre te puedo llevar a engaño, pero bueno fue un día muy bonito y el público la acogió con mucho cariño.
- ¿Esperaba que le dieran a Martínez el premio a mejor actor en Málaga?
Estas cosas nunca las pienso porque todas mis películas han sido muy festivaleras y he ganado muchos premios. Pero, en este caso sí tenía un pálpito, porque a Oscar lo veo fantástico en la película, y tenía que estar aunque fuera con otros en la mente del jurado.
- ¿Se puede decir que ha aprendido algo de él para dirigir actores en el futuro?
Bueno, digamos que casi peor porque te malacostumbras. Yo digo una cosa siempre, desde que he rodado con él, y es que yo con Oscar podría hacer una película a toma única. Si alguien me propusiera que solo pueda hacer una toma de cada plano, yo me atrevería. Porque es certero como nadie, tiene una intuición, es un verdadero animal. Nosotros hemos tirado dos o tres tomas por plano. Es un nivel que está un paso por encima y me he acostumbrado ahora algo que no creo que se vaya a repetir muchas veces.
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