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La semana próxima llega a cines mexicanos "Nuevo orden", la producción nacional más controversial de los últimos tiempos, ganadora del Premio Especial del Jurado en la Mostra de Venecia, y aplaudida posteriormente en varios más, entre ellos los de Toronto y San Sebastián. La joven actriz Naian González, quien está desarrollando su carrera tanto en Estados Unidos como en México, e hija de la también intérprete Nailea Norvind, es una de las principales figuras de este drama social distópico. NOTICINE.com habló con ella en exclusiva.

- ¿Qué le atrapó de este proyecto?
Muchas cosas. Para empezar, me gustaba la idea de trabajar con Michel Franco, cuyo cine admiro mucho. Colaborar con él, sobre todo en una película que habla de temas tan vigentes en nuestra sociedad de hoy en día, donde las clases sociales se confrontan una con la otra por una ruptura dada a causa de la desigualdad social, del racismo o del clasismo que vivimos en México y en muchas partes del mundo, pero lo que me gustó es que habla de cinco personajes que a nivel personal se ven confrontados con lo peor a causa de eventos de gran escala. Y ahora, con lo que está pasando en el mundo, la película que hicimos hace año y medio nos parece aún más fuerte.

- ¿En qué sentido?
Michel tuvo como esta premonición de a dónde podríamos llegar como sociedad si no cambian ciertas cosas pero, sobre todo, como para advertirle a la gente que si no tenemos más empatía los unos por los otros podremos engendrar más violencia y más desigualdad. Por lo tanto, tocar todos estos temas me interesaba y confrontarme con situaciones como actriz con las que nunca había tenido que trabajar me parecía un reto muy grande y, por eso, quise adentrarme.

- ¿Cómo es Michel Franco como director?
Michel es muy tranquilo en el set, construye las escenas muy en el momento en colaboración con los actores y, sobre todo, con su fotógrafo Yves Cape, con quien ya ha trabajado en dos o tres películas anteriormente. Entonces, sientes que es algo realmente vivo cuando estás en el set y también que es algo extremadamente minucioso. Hacíamos muchos planos-secuencia y teníamos que mantener una toma a lo largo de 10 o 15 minutos cuando, al mismo tiempo, el tono que nos pedía actoralmente era extremadamente naturalista, por lo que era jugar a la vez algo muy cinematográfico, en términos de tono, y con algo muy teatral, en términos de ejecución, de energía corporal. De repente, se sentía maratónico, pero fue una gran escuela y se lo agradezco mucho.

- ¿Qué recuerda del debut en Venecia, en esta situación pandémica tan particular?
Feliz. ¡Qué bella es Venecia! A veces creía que no era real. Un día caminé por la plaza de San Marcos y no me lo esperaba la verdad, era la primera vez que visito la ciudad y estaba completamente encantada. Sobre todo, en un festival que viene a afirmarse como la continuación de esta tradición que tenemos en la industria de que sí podemos sobreponernos a las circunstancias tomando las medidas necesarias, seguir apoyando al cine que se haga y que se celebre es maravilloso. Fui muy afortunada de estar allí.

- ¿Cómo se sintió al recibir la película uno de los premios principales?
Muy feliz. Fue muy gratificante para todos los miembros del club del cast, nos dio mucho gusto. Aunque, como siempre se dice, el premio fue poder estar allí.



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