Giovanna Zacarías se rebela en "Los trapos sucios se lavan en casa"
- por © Esther González-NOTICINE.com
Tres años después de que en "Roma", de Alfonso Cuarón, se reivindicara la figura de la sirvienta en los hogares mexicanos de clase media, las trabajadoras domésticas regresan al cine mexicano con "Los trapos sucios se lavan en casa", esta vez una comedia con Giovanna Zacarías en el papel de una empleada muy reivindicativa. La película, con estreno este jueves, fue escrita y dirigida por el chileno Diego Muñoz, conocido por sus interpretaciones como actor de teleseries.
"Los trapos sucios se lavan en casa" se suma a las últimas comedias filmadas en México con personajes repletos de humor pero que guardan en su esencia concienciar y defender la igualdad entre clases. Así lo expresaba a Siete 24 la actriz Giovanna Zacarías que se mete en la piel de Lupita, "una empleada doméstica que pide solamente lo que le corresponde y que cuando no lo recibe, toma medidas al respecto".
El largometraje escrito y dirigida por Diego Muñoz, director de "Bala mordida", se introduce en el hogar de los Ruiz Palacios, una familia adinerada que está preparando un viaje a Las Vegas mientras que dos de sus empleadas, Lupita y Toñita, cansadas del trato que reciben, intentan boicotearlos. Sin embargo, la venganza de las dos mujeres termina destapando un secreto aún más terrible sobre la familia.
"Elegí interpretar a Lupita por todo lo que significa. Representa a la clase trabajadora subyugada por uso de agencias o terceros, con malos salarios, mala calidad de vida, etc… Siempre me ha interesado tratar de incidir en las leyes para que tengamos mejor calidad de vida. No solamente en el medio cultura, sino también en el país en general", declaró la actriz protagonista, Giovanna Zacarías.
La reconocida actriz y directora de Ciudad de México, presente en grandes títulos también en Hollywood como "La leyenda del Zorro", no ha querido olvidarse de su pasado cuando trabajaba en el restaurante de sus padres y cómo sus empleados formaban parte de su familia, en declaraciones a Nueva Mujer: "Muchas veces estas personas que trabajan con nosotros en casa son los que crían a los hijos, dejan a sus propios hijos para cuidar a los de otras personas. Eso es algo que también pasa en la realidad y que vemos en la cinta".
Además, Zacarías ha querido romper una lanza alabando a la mujer en estos casos y se alegra de que sean las empleadas "las que llevan la batuta de la historia y es genial ver eso. No se vuelve una película machista o misógina con el tiempo".
Al reparto de "Los trapos sucios se lavan en casa" se unen Amorita Rasgado, Arath de la Torre y Lisset Gutiérrez, los malvados Señores Ruiz Palacios.
La producción de Matthias Ehrenberg ha conseguido hacer de la comedia una película "titánica", que según Zacarías requería un gran esfuerzo ya que "no termina al momento de terminar de grabar. Me ha ayudado a ser más disciplinada como actriz y darme cuenta de que es un trabajo en equipo".
Aprovechando el estreno de "Los trapos sucios se lavan en casa", la actriz ha expresado su rechazo a los políticos actuales en México y ha asegurado que está "muy enojada por todo lo que ha pasado y cuando llegó Diego Muñoz a ofrecer el proyecto: una sirvienta que secuestra un político porque no le paga su sueldo, le dije: ‘yo quiero hacer la sirvienta’".
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"Los trapos sucios se lavan en casa" se suma a las últimas comedias filmadas en México con personajes repletos de humor pero que guardan en su esencia concienciar y defender la igualdad entre clases. Así lo expresaba a Siete 24 la actriz Giovanna Zacarías que se mete en la piel de Lupita, "una empleada doméstica que pide solamente lo que le corresponde y que cuando no lo recibe, toma medidas al respecto".
El largometraje escrito y dirigida por Diego Muñoz, director de "Bala mordida", se introduce en el hogar de los Ruiz Palacios, una familia adinerada que está preparando un viaje a Las Vegas mientras que dos de sus empleadas, Lupita y Toñita, cansadas del trato que reciben, intentan boicotearlos. Sin embargo, la venganza de las dos mujeres termina destapando un secreto aún más terrible sobre la familia.
"Elegí interpretar a Lupita por todo lo que significa. Representa a la clase trabajadora subyugada por uso de agencias o terceros, con malos salarios, mala calidad de vida, etc… Siempre me ha interesado tratar de incidir en las leyes para que tengamos mejor calidad de vida. No solamente en el medio cultura, sino también en el país en general", declaró la actriz protagonista, Giovanna Zacarías.
La reconocida actriz y directora de Ciudad de México, presente en grandes títulos también en Hollywood como "La leyenda del Zorro", no ha querido olvidarse de su pasado cuando trabajaba en el restaurante de sus padres y cómo sus empleados formaban parte de su familia, en declaraciones a Nueva Mujer: "Muchas veces estas personas que trabajan con nosotros en casa son los que crían a los hijos, dejan a sus propios hijos para cuidar a los de otras personas. Eso es algo que también pasa en la realidad y que vemos en la cinta".
Además, Zacarías ha querido romper una lanza alabando a la mujer en estos casos y se alegra de que sean las empleadas "las que llevan la batuta de la historia y es genial ver eso. No se vuelve una película machista o misógina con el tiempo".
Al reparto de "Los trapos sucios se lavan en casa" se unen Amorita Rasgado, Arath de la Torre y Lisset Gutiérrez, los malvados Señores Ruiz Palacios.
La producción de Matthias Ehrenberg ha conseguido hacer de la comedia una película "titánica", que según Zacarías requería un gran esfuerzo ya que "no termina al momento de terminar de grabar. Me ha ayudado a ser más disciplinada como actriz y darme cuenta de que es un trabajo en equipo".
Aprovechando el estreno de "Los trapos sucios se lavan en casa", la actriz ha expresado su rechazo a los políticos actuales en México y ha asegurado que está "muy enojada por todo lo que ha pasado y cuando llegó Diego Muñoz a ofrecer el proyecto: una sirvienta que secuestra un político porque no le paga su sueldo, le dije: ‘yo quiero hacer la sirvienta’".
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