Hablamos con el director y protagonistas de "Cuando la noche no termina" a ritmo de Bakalao
- por © Jaime Duque-NOTICINE.com
Dirigida por Oscar Montón, "Cuando la noche no termina / Quan no acaba la nit", es una crónica de amistad y reventón en la famosa "Ruta del Bakalao", la de las discotecas en la carretera de Valencia a Madrid en las que la fiesta duraba todo el fin de semana... y más allá. La historia es la de tres amigos valencianos, Pol, Carlos, Cris y Fran, que en los 90 experimentan de lleno el impacto de la "movida valenciana", conocida como "la Ruta del Bakalao". Con apenas 18 años, y sin un gran objetivo claro a largo plazo, los chicos pasan sus días esperando que llegue el fin de semana para salir de fiesta en busca de la diversión infinita, una forma de evasión de sus problemas cotidianos.
NOTICINE.com dialogó con el realizador, dos de los actores, Alex Peral y Martín Doménech, y el legendario DJ de la época, Chimo Bayo, que asume un papel secundario, ante el estreno primero en la Mostra de Valencia y después en salas comerciales a partir del 27 de este mes.
Oscar Montón
- ¿Los personajes de la película son puramente creados para la obra o están basados en personas con las que ha tratado en la vida real?.
Están basados en personas que he ido conociendo, en mi barrio; el Grau, en el Cabanyal de Valencia y evidentemente los personajes, tienen mucho de mi vida todos ellos, porque todos hemos pasado, o por lo menos yo (ríe), por alguna época en la que has querido desfasar, o has querido salir adelante con movimientos económicos diversos (ríe), y has tenido que buscarte un poco la vida, en Valencia, en aquella época teníamos que hacer de todo para subsistir, eran momentos muy complicados, las drogas estaban muy presentes en las calles a mediados de los 80, porque había muchas complicaciones y poca regulación con drogas muy duras. Para nosotros el salir por la noche era una liberación, una fórmula para no estar en la calle, nuestro reino eran las discotecas, era el mundo de la noche, entonces; si, todos los personajes tienen su parte real, tanto la parte más paternalista como la parte más alocada, lo que he pretendido es que se pudiera ver reflejada toda la gente que podía salir de fiesta en aquella época y que pertenecía al movimiento (movida valenciana).
- Ha producido el documental "72 horas... y Valencia fue la ciudad", en 2008, y esta es su primera producción de un largometraje de ficción, ¿Qué diferencias resaltaría o qué producción le ha resultado más satisfactoria?
En ambas producciones he querido mostrar una Valencia un poco más romántica, porque siempre se le ha atribuído el "estigma" de la Ruta del Bakalao como algo visto desde su perspectiva más negativa, cuando acabé el documental, lo que resultó fueron una serie de entrevistas concatenadas de las personas que protagonizaron la ruta y el cómo ellos lo habían vivido todo de primera mano. Después de esto quería hacer una historia de la ruta, pero contada desde la perspectiva de los chavales, de ficción, claro, tampoco tenía otra opción, y en mi opinión hemos hecho una película digna, enmarcada en un momento y una situación concretas, que era la Valencia de finales de los 80 y años 90, contada desde la perspectiva de como lo vivieron los chavales de la época y las circunstancias que les rodeaban, desde el punto de vista de la gente que lo vivió de verdad. Es una película muy cercana e íntima, en la que cualquiera que viviera la ruta en aquella época, se va a sentir representado.
Chimo Bayo
- ¿Cómo ha sido su primera experiencia como actor en un largometraje?
Me he sentido muy identificado con 'El Holandés', lo iba haciendo por casa y mi novia me legó a pedir que me fuera de casa (ríe), ella al principio se reía cuando me veía interpretar por casa, pero yo se lo estaba haciendo en serio, me convertí en el personaje durante unas semanas, y claro, es un tipo que está completamente loco y es bipolar, pero que tiene un historia detrás realemente interesante. Tiene mucho de mí porque me han dado mucha libertad durante el rodaje para poder meter mis expresiones o partes mi propia personalidad, me tomé muy enserio la interpretación del personaje, y salieron unos cuantos momentos improvisados que fueron mágicos.
- ¿Hoy en día se podría llegar a dar un fenómeno como el que supuso la ruta del bakalao en los 90?
No, porque ese fue un momento en el tiempo en el que coincidió todo, coincidió que la gente tenía ganas de liberarse, lo he dicho muchas veces; después de la transición es cuando más libertad había en España, no existía el machismo o el feminismo, daba igual la raza o el origen, te daba todo igual, yo tenía amigos de todo tipo. Lo bonito de la ruta era que todo era horizontal, me refiero a que; al lado tuyo podía haber un tío trajeado sudando como un cabrón y bailando tecno, a su lado un rockero, enfrente un "punky" y todos ellos bailando al mismo tiempo mientras yo pinchaba tecno, y todo era buen rollo, ahí no existían las tribus urbanas que se enfrentan unas con otras, yo eso nunca lo vi durante la Ruta del Bakalao, y la he vivido entera.
- ¿Estaban la fiesta y el mundo de la noche, en un mejor momento del que se encuentran ahora?
Lo que transmitía la ruta era diversión sin malos rollos, sin que uno se metiera con la novia del otro, sin buscar peleas, simplemente era disfrutar de la noche, no importaba la clase social, tampoco. Ese tipo de cosas ya no pasan, me dicen a menudo 'Chimo, a ver si vuelves a poner la ruta de moda', pero eso ya no se puede, antes no había móviles y quedabas con la gente a través del contacto directo y te enterabas de las cosas estando ahí, los pubs eran nuestros sitios de reunión y donde nos enterábamos de las cosas.
- Ha afirmado que no ha visto todavía la película, ¿por qué?
La quiero ver por primera vez en su estreno en la Mostra de Valencia. He estado muy liado este verano y yo quiero ver lo mismo que las 460 personas que van a acudir a la Mostra, quiero vivir esa sensación de verla por primera vez, como la que tiene el público. Va a ser un subidón como cuando estrené para la gente mi tema "Esta si, esta no".
Alex Peral y Martín Doménech (Carlos y Jimmy)
- Esta es su primera experiencia en un largometraje, ¿Como ha sido y si condiran que podría abrirles las puertas a otros proyectos?
Alex: Si, yo poco después terminé el rodaje de otra película, dentro de unos meses ya tengo mi segundo estreno, sobre noviembre o diciembre, y ha sido todo gracias al rodaje de; "Cuando la noche no termina". Para mi, haber tenido un personaje protagonista en una película que me toca tanto en lo personal, es un honor, soy valenciano y aunque sea joven para haber llegado a vivir la ruta, es algo que ha vivido mi familia de cerca y el haber podido involucrarme tanto... haber podido informarme directamente por la gente que vive en mi casa y haber podido participar en esta ópera prima de Oscar y de cada uno de nosotros, ha sido una experiencia maravillosa. Haberme enfrentado a un rodaje ha sido una experiencia increible.
Martín: En mi caso todavía no me han salido otros proyectos, espero que tras el entreno de la película pueda utilizar ese material como forma de abrirme camino en mi carrera artística, he hecho mucho teatro, acabo de mudarme a Madrid, cumpliendo el cliché de actor (ríe). Esta película me ha permitido desarrollar un papel con un gran peso en la historía, y le he dedicado mucho tiempo, ya que es un personaje que se aleja bastante de mi forma de ser real. Para nosotros, por ejemplo, la ropa que utlizamos durante el rodaje nos ayudó a vernos metidos en el personaje real, hubo un trabajo genial de vestuario, me ponía las botas altas, típicas de los 90 y automaticamente me metía en el papel.
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Oscar Montón
- ¿Los personajes de la película son puramente creados para la obra o están basados en personas con las que ha tratado en la vida real?.
Están basados en personas que he ido conociendo, en mi barrio; el Grau, en el Cabanyal de Valencia y evidentemente los personajes, tienen mucho de mi vida todos ellos, porque todos hemos pasado, o por lo menos yo (ríe), por alguna época en la que has querido desfasar, o has querido salir adelante con movimientos económicos diversos (ríe), y has tenido que buscarte un poco la vida, en Valencia, en aquella época teníamos que hacer de todo para subsistir, eran momentos muy complicados, las drogas estaban muy presentes en las calles a mediados de los 80, porque había muchas complicaciones y poca regulación con drogas muy duras. Para nosotros el salir por la noche era una liberación, una fórmula para no estar en la calle, nuestro reino eran las discotecas, era el mundo de la noche, entonces; si, todos los personajes tienen su parte real, tanto la parte más paternalista como la parte más alocada, lo que he pretendido es que se pudiera ver reflejada toda la gente que podía salir de fiesta en aquella época y que pertenecía al movimiento (movida valenciana).
- Ha producido el documental "72 horas... y Valencia fue la ciudad", en 2008, y esta es su primera producción de un largometraje de ficción, ¿Qué diferencias resaltaría o qué producción le ha resultado más satisfactoria?
En ambas producciones he querido mostrar una Valencia un poco más romántica, porque siempre se le ha atribuído el "estigma" de la Ruta del Bakalao como algo visto desde su perspectiva más negativa, cuando acabé el documental, lo que resultó fueron una serie de entrevistas concatenadas de las personas que protagonizaron la ruta y el cómo ellos lo habían vivido todo de primera mano. Después de esto quería hacer una historia de la ruta, pero contada desde la perspectiva de los chavales, de ficción, claro, tampoco tenía otra opción, y en mi opinión hemos hecho una película digna, enmarcada en un momento y una situación concretas, que era la Valencia de finales de los 80 y años 90, contada desde la perspectiva de como lo vivieron los chavales de la época y las circunstancias que les rodeaban, desde el punto de vista de la gente que lo vivió de verdad. Es una película muy cercana e íntima, en la que cualquiera que viviera la ruta en aquella época, se va a sentir representado.
Chimo Bayo
- ¿Cómo ha sido su primera experiencia como actor en un largometraje?
Me he sentido muy identificado con 'El Holandés', lo iba haciendo por casa y mi novia me legó a pedir que me fuera de casa (ríe), ella al principio se reía cuando me veía interpretar por casa, pero yo se lo estaba haciendo en serio, me convertí en el personaje durante unas semanas, y claro, es un tipo que está completamente loco y es bipolar, pero que tiene un historia detrás realemente interesante. Tiene mucho de mí porque me han dado mucha libertad durante el rodaje para poder meter mis expresiones o partes mi propia personalidad, me tomé muy enserio la interpretación del personaje, y salieron unos cuantos momentos improvisados que fueron mágicos.
- ¿Hoy en día se podría llegar a dar un fenómeno como el que supuso la ruta del bakalao en los 90?
No, porque ese fue un momento en el tiempo en el que coincidió todo, coincidió que la gente tenía ganas de liberarse, lo he dicho muchas veces; después de la transición es cuando más libertad había en España, no existía el machismo o el feminismo, daba igual la raza o el origen, te daba todo igual, yo tenía amigos de todo tipo. Lo bonito de la ruta era que todo era horizontal, me refiero a que; al lado tuyo podía haber un tío trajeado sudando como un cabrón y bailando tecno, a su lado un rockero, enfrente un "punky" y todos ellos bailando al mismo tiempo mientras yo pinchaba tecno, y todo era buen rollo, ahí no existían las tribus urbanas que se enfrentan unas con otras, yo eso nunca lo vi durante la Ruta del Bakalao, y la he vivido entera.
- ¿Estaban la fiesta y el mundo de la noche, en un mejor momento del que se encuentran ahora?
Lo que transmitía la ruta era diversión sin malos rollos, sin que uno se metiera con la novia del otro, sin buscar peleas, simplemente era disfrutar de la noche, no importaba la clase social, tampoco. Ese tipo de cosas ya no pasan, me dicen a menudo 'Chimo, a ver si vuelves a poner la ruta de moda', pero eso ya no se puede, antes no había móviles y quedabas con la gente a través del contacto directo y te enterabas de las cosas estando ahí, los pubs eran nuestros sitios de reunión y donde nos enterábamos de las cosas.
- Ha afirmado que no ha visto todavía la película, ¿por qué?
La quiero ver por primera vez en su estreno en la Mostra de Valencia. He estado muy liado este verano y yo quiero ver lo mismo que las 460 personas que van a acudir a la Mostra, quiero vivir esa sensación de verla por primera vez, como la que tiene el público. Va a ser un subidón como cuando estrené para la gente mi tema "Esta si, esta no".
Alex Peral y Martín Doménech (Carlos y Jimmy)
- Esta es su primera experiencia en un largometraje, ¿Como ha sido y si condiran que podría abrirles las puertas a otros proyectos?
Alex: Si, yo poco después terminé el rodaje de otra película, dentro de unos meses ya tengo mi segundo estreno, sobre noviembre o diciembre, y ha sido todo gracias al rodaje de; "Cuando la noche no termina". Para mi, haber tenido un personaje protagonista en una película que me toca tanto en lo personal, es un honor, soy valenciano y aunque sea joven para haber llegado a vivir la ruta, es algo que ha vivido mi familia de cerca y el haber podido involucrarme tanto... haber podido informarme directamente por la gente que vive en mi casa y haber podido participar en esta ópera prima de Oscar y de cada uno de nosotros, ha sido una experiencia maravillosa. Haberme enfrentado a un rodaje ha sido una experiencia increible.
Martín: En mi caso todavía no me han salido otros proyectos, espero que tras el entreno de la película pueda utilizar ese material como forma de abrirme camino en mi carrera artística, he hecho mucho teatro, acabo de mudarme a Madrid, cumpliendo el cliché de actor (ríe). Esta película me ha permitido desarrollar un papel con un gran peso en la historía, y le he dedicado mucho tiempo, ya que es un personaje que se aleja bastante de mi forma de ser real. Para nosotros, por ejemplo, la ropa que utlizamos durante el rodaje nos ayudó a vernos metidos en el personaje real, hubo un trabajo genial de vestuario, me ponía las botas altas, típicas de los 90 y automaticamente me metía en el papel.
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