Paula Hernandez habla sobre el estreno de "El viento que arrasa"
- por © Candela Rabadán-NOTICINE.com
A pocos días del estreno de "El viento que arrasa", la directora y guionista Paula Hernández habló sobre los entresijos de esta producción basada en la novela homónima de Selva Almada, y que cuenta con un elenco encabezado por Alfredo Castro ("Tony Manero"), Sergi López ("El laberinto del fauno"), Almudena González ("Argentina 1985") y Joaquín Acebo. "A la película le fue muy bien, sigue todavía haciendo recorrido por los festivales", comentó.
"Arrancó en Toronto y también fue la película de apertura de San Sebastián, en Horizontes Latinos, estuvo en Biarritz, en La Habana, en Gotemburgo, ganó premios en algunos de esos festivales", añadió a El Tribuno. La cinta se estrena en las salas argentinas el 21 de este marzo y también en Uruguay, donde se ha filmado toda la película.
La trama, que se desarrolla en un escenario rural sin ubicación específica, explora temas complejos como la religión y la esperanza a través de personajes multifacéticos y humanos. La película presenta una dualidad entre dos mundos: el nómada representado por los viajeros y el sedentario personificado por los lugareños, lo que permite una reflexión sobre la fe y el significado de la vida. Hernández reveló que la película se sumerge en una ambigüedad deliberada tanto en el tiempo como en el espacio, permitiendo que la narrativa fluya entre los años 90 y el presente, sin ataduras a una ubicación geográfica precisa.
Uno de los aspectos más destacados es el lenguaje de los personajes, que refleja una amalgama de tonos y acentos, lo que refleja la diversidad cultural de la región donde se sitúa la historia. Hernández explicó que este enfoque lingüístico fue resultado de un extenso trabajo con un foniatra para lograr un equilibrio entre la autenticidad regional y la comprensión global. "Justamente, teníamos lenguajes distintos... había un catalán, un chileno, una chica de Buenos Aires pero que hablaba muy diferente al otro chico, y como la idea de la película juega con esa ambigüedad, lo que decidimos fue más que intentar que hablaran un tono de una región puntual, remitirnos a algo que tuviera que ver con un trabajo alrededor de Entre Ríos", explicó.
Al abordar la temática religiosa, Hernández admitió que fue su primera incursión en este terreno desconocido para ella. Sin embargo, destacó la importancia de retratar un pastor que trasciende los clichés, mostrando sus contradicciones y complejidades como ser humano. "Cuando uno empieza a indagar en el mundo de las religiones, aparece una paleta de miles de colores, y nos pareció que era importante ponerlo en la cabeza", alegó la cineasta al respecto.
La directora, cuya filmografía incluye "Los sonámbulos" (2019) o "Las siamesas" (2020), también reveló el proceso de adaptación de la novela, donde trabajó junto a Leonel D'Agostino, y destacó la participación de Almada, la escritora, quien elogió el resultado final y colaboró en la promoción de la película. "Ahora estamos como compartiendo un poco todo este lanzamiento, intentando que la gente vaya a ver la película y que también aparezcan nuevos lectores para su novela", dijo la argentina.
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"Arrancó en Toronto y también fue la película de apertura de San Sebastián, en Horizontes Latinos, estuvo en Biarritz, en La Habana, en Gotemburgo, ganó premios en algunos de esos festivales", añadió a El Tribuno. La cinta se estrena en las salas argentinas el 21 de este marzo y también en Uruguay, donde se ha filmado toda la película.
La trama, que se desarrolla en un escenario rural sin ubicación específica, explora temas complejos como la religión y la esperanza a través de personajes multifacéticos y humanos. La película presenta una dualidad entre dos mundos: el nómada representado por los viajeros y el sedentario personificado por los lugareños, lo que permite una reflexión sobre la fe y el significado de la vida. Hernández reveló que la película se sumerge en una ambigüedad deliberada tanto en el tiempo como en el espacio, permitiendo que la narrativa fluya entre los años 90 y el presente, sin ataduras a una ubicación geográfica precisa.
Uno de los aspectos más destacados es el lenguaje de los personajes, que refleja una amalgama de tonos y acentos, lo que refleja la diversidad cultural de la región donde se sitúa la historia. Hernández explicó que este enfoque lingüístico fue resultado de un extenso trabajo con un foniatra para lograr un equilibrio entre la autenticidad regional y la comprensión global. "Justamente, teníamos lenguajes distintos... había un catalán, un chileno, una chica de Buenos Aires pero que hablaba muy diferente al otro chico, y como la idea de la película juega con esa ambigüedad, lo que decidimos fue más que intentar que hablaran un tono de una región puntual, remitirnos a algo que tuviera que ver con un trabajo alrededor de Entre Ríos", explicó.
Al abordar la temática religiosa, Hernández admitió que fue su primera incursión en este terreno desconocido para ella. Sin embargo, destacó la importancia de retratar un pastor que trasciende los clichés, mostrando sus contradicciones y complejidades como ser humano. "Cuando uno empieza a indagar en el mundo de las religiones, aparece una paleta de miles de colores, y nos pareció que era importante ponerlo en la cabeza", alegó la cineasta al respecto.
La directora, cuya filmografía incluye "Los sonámbulos" (2019) o "Las siamesas" (2020), también reveló el proceso de adaptación de la novela, donde trabajó junto a Leonel D'Agostino, y destacó la participación de Almada, la escritora, quien elogió el resultado final y colaboró en la promoción de la película. "Ahora estamos como compartiendo un poco todo este lanzamiento, intentando que la gente vaya a ver la película y que también aparezcan nuevos lectores para su novela", dijo la argentina.
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