Claudia Sainte-Luce combina música, frustración y nostalgia con "Amor y matemáticas"
- por © Redacción (México)-NOTICINE.com
La mexicana Claudia Sainte-Luce se apresta a volver a las salas de cine con su última película, la comedia romántica y musical "Amor y matemáticas". Con una narrativa que se desenvuelve en las calles de Monterrey, el quinto trabajo de la cineasta veracruzana nos invita a adentrarnos en la vida de Billy y Mónica, dos personas que enfrentan el desafío de redefinir sus sueños y aspiraciones en la etapa de la mediana edad. "Tiene cobardía, tristeza, nostalgia, los personajes a veces son patéticos, pusilánimes, son personas que se quedan atrapados y piensan que el último tren va a aparecer pero no", dice Sainte-Luce.
"Amor y matemáticas" es la historia -escrita por Adriana Pelusi- de Billy y Mónica (Roberto Quijano y Diana Bovio). Después de haber pertenecido a la muy famosa y popular banda juvenil Equinoccio, Billy Lozano es hoy en día un hombre casado de treinta y tantos años que vive una vida de lo más aburrida en una zona acomodada a las afueras de la ciudad. Es evidente que se siente muy frustrado con su estilo de vida y es que, a pesar de que vive en la casa de sus sueños, se siente el mayor perdedor del mundo, ya que su último emprendimiento fracasó, una vez más, por lo que no tiene otra ocupación más que cuidar a su hijo y al perro de su esposa. Un día conoce a Mónica, una exfan del grupo, quien se muda a la casa de enfrente y lo anima a retomar su carrera artística, por lo que su vida nunca volverán a ser la misma, ¿o sí?
La elección de situar la historia en Monterrey no fue casualidad para Sainte-Luce, quien buscaba capturar la esencia única del suburbio regiomontano. "Para mí era muy importante hacerlo en Monterrey porque todas las casas son iguales, todos tienen el mismo baño, todos usan el mismo jaboncito de manos", explica la directora a la web del IMCINE, sobre su decisión de utilizar la uniformidad del entorno como metáfora de las vidas de los personajes.
En cuanto al elenco, Sainte-Luce optó por trabajar con actores de la región, añadiendo una capa adicional de autenticidad a la película. "Es trabajo y trabajo, porque a uno se le pegan los vicios de actuación y dirección", comenta Sainte-Luce sobre su enfoque para unificar las interpretaciones del elenco. La elección de actores como Diana Bovio, originaria de Monterrey, agregó un nivel adicional de realismo a la película.
La banda sonora de "Amor y matemáticas" también desempeña un papel importante en la narrativa de la película. Las canciones, compuestas por Adriana Pelusi y con arreglos de Dan Zlotnik y Camilo Froideval, capturan la esencia de las emociones y los momentos clave de la historia. "Las dos las escribió Adriana", revela Sainte-Luce, "y los arreglos son de Dan Zlotnik y Camilo Froideval".
A pesar de ser una desviación de sus trabajos anteriores, que tendían hacia temas más serios, "Amor y matemáticas" representa un desafío bienvenido para Sainte-Luce. "Si en la vida no te atreves a algo nuevo, entonces para qué estamos", reflexiona la directora sobre su decisión de aventurarse en el género de la comedia romántica. Esta incursión en un nuevo territorio creativo demuestra la versatilidad y el coraje de Sainte-Luce como cineasta.
Sobre el origen del proyecto y el hecho de que a diferencia de sus previos trabajos, esta vez el guión es ajeno, la cineasta mexicana detalla: "Adriana Pelusi y yo nos conocímos desde 2012 en el taller de Paula Markovitch. Yo escribía 'Los insólitos peces gato' y ella hacía esta historia. Cuando hacíamos las rondas de asesoría a mí me gustaba mucho su historia. Adriana escribió para otras personas, pero éste era un guión al que le tenía especial cariño. Trató de levantarlo con otros, pero enfrentaba que querían cambiar algo del personaje, o que no fuera en Monterrey, sino en otro sitio. Yo por miedo o pena nunca me atreví a decirle que quería dirigirlo. En 2021 hice un corto con imágenes de archivo y fotos de mi familia, ella lo vio y me dijo: 'Yo no sé por qué nunca te he pedido que hagas 'Amor y matemáticas'. ¿Quieres hacerla?'. Y por supuesto que acepté".
"Amor y matemáticas" estuvo en los festivales de Toronto y Guadalajara, y ahora llega a salas el 11 de abril.
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"Amor y matemáticas" es la historia -escrita por Adriana Pelusi- de Billy y Mónica (Roberto Quijano y Diana Bovio). Después de haber pertenecido a la muy famosa y popular banda juvenil Equinoccio, Billy Lozano es hoy en día un hombre casado de treinta y tantos años que vive una vida de lo más aburrida en una zona acomodada a las afueras de la ciudad. Es evidente que se siente muy frustrado con su estilo de vida y es que, a pesar de que vive en la casa de sus sueños, se siente el mayor perdedor del mundo, ya que su último emprendimiento fracasó, una vez más, por lo que no tiene otra ocupación más que cuidar a su hijo y al perro de su esposa. Un día conoce a Mónica, una exfan del grupo, quien se muda a la casa de enfrente y lo anima a retomar su carrera artística, por lo que su vida nunca volverán a ser la misma, ¿o sí?
La elección de situar la historia en Monterrey no fue casualidad para Sainte-Luce, quien buscaba capturar la esencia única del suburbio regiomontano. "Para mí era muy importante hacerlo en Monterrey porque todas las casas son iguales, todos tienen el mismo baño, todos usan el mismo jaboncito de manos", explica la directora a la web del IMCINE, sobre su decisión de utilizar la uniformidad del entorno como metáfora de las vidas de los personajes.
En cuanto al elenco, Sainte-Luce optó por trabajar con actores de la región, añadiendo una capa adicional de autenticidad a la película. "Es trabajo y trabajo, porque a uno se le pegan los vicios de actuación y dirección", comenta Sainte-Luce sobre su enfoque para unificar las interpretaciones del elenco. La elección de actores como Diana Bovio, originaria de Monterrey, agregó un nivel adicional de realismo a la película.
La banda sonora de "Amor y matemáticas" también desempeña un papel importante en la narrativa de la película. Las canciones, compuestas por Adriana Pelusi y con arreglos de Dan Zlotnik y Camilo Froideval, capturan la esencia de las emociones y los momentos clave de la historia. "Las dos las escribió Adriana", revela Sainte-Luce, "y los arreglos son de Dan Zlotnik y Camilo Froideval".
A pesar de ser una desviación de sus trabajos anteriores, que tendían hacia temas más serios, "Amor y matemáticas" representa un desafío bienvenido para Sainte-Luce. "Si en la vida no te atreves a algo nuevo, entonces para qué estamos", reflexiona la directora sobre su decisión de aventurarse en el género de la comedia romántica. Esta incursión en un nuevo territorio creativo demuestra la versatilidad y el coraje de Sainte-Luce como cineasta.
Sobre el origen del proyecto y el hecho de que a diferencia de sus previos trabajos, esta vez el guión es ajeno, la cineasta mexicana detalla: "Adriana Pelusi y yo nos conocímos desde 2012 en el taller de Paula Markovitch. Yo escribía 'Los insólitos peces gato' y ella hacía esta historia. Cuando hacíamos las rondas de asesoría a mí me gustaba mucho su historia. Adriana escribió para otras personas, pero éste era un guión al que le tenía especial cariño. Trató de levantarlo con otros, pero enfrentaba que querían cambiar algo del personaje, o que no fuera en Monterrey, sino en otro sitio. Yo por miedo o pena nunca me atreví a decirle que quería dirigirlo. En 2021 hice un corto con imágenes de archivo y fotos de mi familia, ella lo vio y me dijo: 'Yo no sé por qué nunca te he pedido que hagas 'Amor y matemáticas'. ¿Quieres hacerla?'. Y por supuesto que acepté".
"Amor y matemáticas" estuvo en los festivales de Toronto y Guadalajara, y ahora llega a salas el 11 de abril.
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