Pau Teixidor habla sobre el estreno de "Alumbramiento"
- por © Jorge Orte-NOTICINE.com
El español Pau Teixidor estrena esta semana su segundo largometraje, "Alumbramiento", una historia emotiva basada en hechos reales que narra la vida de Lucía, una adolescente que ingresa en un centro para jóvenes embarazadas en la España de 1982. "Mi sensación es que ha sido un proceso muy largo y que la película ha cambiado mucho desde sus inicios", Teixidor compartió sus reflexiones sobre el proceso creativo con Carla Simón, quien fue su mentora durante las Residencias de la Academia de Cine.
"Las primeras versiones de guión eran mucho más crudas, pero con Lorena Iglesias (coguionista) decidimos abrir la historia hacia un territorio más luminoso. Creo que tiene que ver con haber conocido a las mujeres que pasaron por todo aquello y, en cierta manera, no quise que se vieran representadas en una película de una dureza excesiva", detalló.
Teixidor destacó también la importancia del potencial emocional de la historia: "El riesgo que se corre con una película vinculada a un contexto social tan determinado es que se acabe percibiendo como un relato politizado. Para contrarrestar esa sensación, necesitábamos encontrar las emociones principales con las que construir 'Alumbramiento'. Pronto nos dimos cuenta de que la soledad y el abandono al que están expuestos los personajes convertían este relato en un material con múltiples ramificaciones emocionales. Se trataba, en realidad, de chicas que no tenían a nadie en su vida".
El proceso de documentación fue crucial para el desarrollo de la película: "Tuve que ir tirando del hilo para poder dar con ellas y, aunque suene anticuado, Facebook me resultó de gran ayuda. Enseguida localicé un grupo sobre Peñagrande formado por varias de las mujeres que habían estado allí. En cuanto a las mujeres que aseguraban que les habían robado a sus hijos, llegué a ellas a través de varias asociaciones y la mayoría siempre fueron muy receptivas conmigo y con el proyecto. Muchas de las entrevistas las hice durante la pandemia y por videollamada, ya que residen por toda España. En nuestras conversaciones, muchos de los relatos fueron realmente conmovedores".
Respecto a cómo abordaron temas tan complejos como la familia, la religión, la adolescencia, el miedo al abandono, los abusos y la maternidad, Teixidor explicó: "Para ser sincero, nunca quisimos hablar mucho de ello. Teníamos la intuición de que los temas ya estaban integrados en el propio relato y lo único que nos preocupaba era entender bien qué sentían las chicas en cada momento. La mayoría de las veces dejábamos que los temas aparecieran de forma natural, evitando teorizar en exceso sobre ellos. De nuevo, imagino que tiene que ver con el miedo a construir una película panfletaria. Quizás, esto dio lugar a que afloraran algunas contradicciones en los personajes o sus acciones, pero enseguida nos pareció interesante porque significaba que la realidad tratada era lo suficientemente compleja como para ser entendida desde múltiples puntos de vista. Y eso, a nuestro entender, enriquecía la historia".
"Alumbramiento" está ambientada en el Madrid de 1982, pero aborda temas políticos y sociales que siguen vigentes hoy en día. "Me interesan las películas de época cuando siento que me interpelan desde el presente, cuando se permite que el espectador de hoy pueda construir una mirada contemporánea sobre ese pasado. Pero en el caso de 'Alumbramiento', además, creo que esta se revela como una cuestión capital: la película no solo afronta una problemática que sigue vigente cuarenta años después de los hechos que narra; es que la dimensión completa del trauma de los bebés robados solo puede entenderse teniendo en cuenta, precisamente, esos cuarenta años de distancia. ¿Dónde están todos esos niños? ¿Qué ha sido de todas esas madres? Estas preguntas las estamos lanzando a los espectadores de 2024", afirmó el cineasta catalán.
El director también comentó sobre su decisión de trabajar con actrices sin experiencia previa: "No quería que nadie pudiera vincular a ninguna de las actrices con papeles en otras películas. Pensé que teníamos que ayudar al espectador a penetrar en la historia con los mínimos elementos de distracción. En este sentido, lo bueno de trabajar con actrices tan jóvenes es que les va la vida en ello. Tienen un nivel de entrega y compromiso con lo que están haciendo incuestionable. Las chicas lo dieron todo y me gusta pensar que la película respira esa energía".
En cuanto al personaje principal, Lucía, y el trabajo con Sofía Milán, Teixidor explicó que: "Fue un proceso intuitivo. Cuando nos parecía que una escena era lo suficientemente emocionante o misteriosa, nos poníamos con la siguiente. También nos seducía el hecho de que hubiera cosas que no quedaran demasiado claras. Al final, todo en una película gira alrededor del misterio. En cuanto a Sofía, se convirtió rápidamente en la brújula de este rodaje. No todo el mundo tiene, a esas edades, las espaldas lo suficientemente anchas como para cargar con el peso de toda una película sobre sus hombros. Desde el principio me pareció alguien muy noble y enseguida vi en ella la dignidad y la fortaleza que necesitábamos para Lucía. También posee una extraordinaria capacidad para observar el mundo".
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"Las primeras versiones de guión eran mucho más crudas, pero con Lorena Iglesias (coguionista) decidimos abrir la historia hacia un territorio más luminoso. Creo que tiene que ver con haber conocido a las mujeres que pasaron por todo aquello y, en cierta manera, no quise que se vieran representadas en una película de una dureza excesiva", detalló.
Teixidor destacó también la importancia del potencial emocional de la historia: "El riesgo que se corre con una película vinculada a un contexto social tan determinado es que se acabe percibiendo como un relato politizado. Para contrarrestar esa sensación, necesitábamos encontrar las emociones principales con las que construir 'Alumbramiento'. Pronto nos dimos cuenta de que la soledad y el abandono al que están expuestos los personajes convertían este relato en un material con múltiples ramificaciones emocionales. Se trataba, en realidad, de chicas que no tenían a nadie en su vida".
El proceso de documentación fue crucial para el desarrollo de la película: "Tuve que ir tirando del hilo para poder dar con ellas y, aunque suene anticuado, Facebook me resultó de gran ayuda. Enseguida localicé un grupo sobre Peñagrande formado por varias de las mujeres que habían estado allí. En cuanto a las mujeres que aseguraban que les habían robado a sus hijos, llegué a ellas a través de varias asociaciones y la mayoría siempre fueron muy receptivas conmigo y con el proyecto. Muchas de las entrevistas las hice durante la pandemia y por videollamada, ya que residen por toda España. En nuestras conversaciones, muchos de los relatos fueron realmente conmovedores".
Respecto a cómo abordaron temas tan complejos como la familia, la religión, la adolescencia, el miedo al abandono, los abusos y la maternidad, Teixidor explicó: "Para ser sincero, nunca quisimos hablar mucho de ello. Teníamos la intuición de que los temas ya estaban integrados en el propio relato y lo único que nos preocupaba era entender bien qué sentían las chicas en cada momento. La mayoría de las veces dejábamos que los temas aparecieran de forma natural, evitando teorizar en exceso sobre ellos. De nuevo, imagino que tiene que ver con el miedo a construir una película panfletaria. Quizás, esto dio lugar a que afloraran algunas contradicciones en los personajes o sus acciones, pero enseguida nos pareció interesante porque significaba que la realidad tratada era lo suficientemente compleja como para ser entendida desde múltiples puntos de vista. Y eso, a nuestro entender, enriquecía la historia".
"Alumbramiento" está ambientada en el Madrid de 1982, pero aborda temas políticos y sociales que siguen vigentes hoy en día. "Me interesan las películas de época cuando siento que me interpelan desde el presente, cuando se permite que el espectador de hoy pueda construir una mirada contemporánea sobre ese pasado. Pero en el caso de 'Alumbramiento', además, creo que esta se revela como una cuestión capital: la película no solo afronta una problemática que sigue vigente cuarenta años después de los hechos que narra; es que la dimensión completa del trauma de los bebés robados solo puede entenderse teniendo en cuenta, precisamente, esos cuarenta años de distancia. ¿Dónde están todos esos niños? ¿Qué ha sido de todas esas madres? Estas preguntas las estamos lanzando a los espectadores de 2024", afirmó el cineasta catalán.
El director también comentó sobre su decisión de trabajar con actrices sin experiencia previa: "No quería que nadie pudiera vincular a ninguna de las actrices con papeles en otras películas. Pensé que teníamos que ayudar al espectador a penetrar en la historia con los mínimos elementos de distracción. En este sentido, lo bueno de trabajar con actrices tan jóvenes es que les va la vida en ello. Tienen un nivel de entrega y compromiso con lo que están haciendo incuestionable. Las chicas lo dieron todo y me gusta pensar que la película respira esa energía".
En cuanto al personaje principal, Lucía, y el trabajo con Sofía Milán, Teixidor explicó que: "Fue un proceso intuitivo. Cuando nos parecía que una escena era lo suficientemente emocionante o misteriosa, nos poníamos con la siguiente. También nos seducía el hecho de que hubiera cosas que no quedaran demasiado claras. Al final, todo en una película gira alrededor del misterio. En cuanto a Sofía, se convirtió rápidamente en la brújula de este rodaje. No todo el mundo tiene, a esas edades, las espaldas lo suficientemente anchas como para cargar con el peso de toda una película sobre sus hombros. Desde el principio me pareció alguien muy noble y enseguida vi en ella la dignidad y la fortaleza que necesitábamos para Lucía. También posee una extraordinaria capacidad para observar el mundo".
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