"Mano propia", crónica de un trágico linchamiento boliviano
- por © Corresponsal (Bolivia)-NOTICINE.com
La película nacional "Mano propia", dirigida por Gory Patiño, llegará este jueves a las salas de cine de toda Bolivia, luego de su première el pasado jueves en Cochabamba. El film aborda la problemática de los linchamientos en Bolivia, retratando uno de estos episodios violentos ocurrido en 2013, a partir de la premiada crónica "Tribus de la Inquisición", escrita por el periodista Roberto Navia.
Patiño decidió llevar el reportaje al cine después de que el relato le impactara profundamente: "Cuando leí el texto quedé cautivado y conmovido. Visualicé las escenas en mi mente, esas imágenes me perseguían día y noche hasta que llamé a Roberto y le pedí me diera el privilegio de llevar su obra a la pantalla grande", comentó el director a Bolivia.com.
"Mano propia" sigue los hechos reales que ocurrieron en 2013 en el Trópico de Cochabamba, cuando una multitud linchó a un grupo de personas acusadas erroneamente de robar un camión. Aunque la historia transcurre en un pueblo ficticio, la problemática de los linchamientos sigue vigente en Bolivia, y recientemente ocurrió otro episodio similar en la misma plaza donde sucedieron los hechos originales.
El rodaje de "Mano propia" se llevó a cabo en Palos Blancos y Sapecho, localidades del Alto Beni, donde el calor extremo y la alta humedad complicaron el trabajo del equipo. Sin embargo, Patiño considera que estas condiciones ayudaron a crear la atmósfera adecuada para la historia, que calificó como "infernal y agobiante".
El director explicó que la ambientación fue crucial para crear el realismo necesario en el relato. Aunque la historia transcurre en un pueblo ficticio llamado Villa Nogales, se rodó en locaciones reales del trópico boliviano para capturar la atmósfera desolada del lugar.
El casting se realizó en varias ciudades del país, y actores como Freddy Chipana y Alejandro Marañón forman parte del elenco principal. "Ale y Freddy son los pilares centrales de la película. Estoy agradecido de haber contado con tanto talento. Me ayudaron a contar la historia de una mejor manera", expresó Patiño.
Patiño agradeció al elenco de actores y al equipo de producción por su dedicación, y también a Samuel Doria Medina y Leonel Fransezze, los financiadores privados del proyecto, quienes contribuyeron ante la falta de apoyo estatal para la industria cinematográfica. El director planea proyectar la película en Palos Blancos como gesto de agradecimiento por la colaboración de la comunidad local.
La película también se distingue por su enfoque narrativo fragmentado. Patiño evitó retratar la violencia de forma gráfica, optando por puntos de vista que deforman la realidad. En una de las escenas más impactantes, una cámara envuelta en una bolsa recrea la perspectiva de uno de los linchados, lo que genera una sensación de claustrofobia y horror.
Uno de los desafíos técnicos del rodaje fue la falla de un estabilizador de cámara, lo que llevó a Patiño a optar por la grabación a mano alzada. Esta decisión no solo resolvió el problema, sino que también añadió realismo e intensidad a la narrativa de la película. La historia se cuenta desde tres perspectivas diferentes: la del fiscal que intenta detener el linchamiento, la de un padre que busca salvar a sus hijos y la de uno de los jóvenes linchados.
La trama de "Mano propia" aborda temas emocionales intensos, y Patiño permitió a los actores desarrollar su interpretación a través de tomas largas. "Agobiante, trepidante, visceral. Si bien sigo narrando una historia de suspenso, creo que Mano propia es muy distinta a mis anteriores trabajos", concluyó el director.
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Patiño decidió llevar el reportaje al cine después de que el relato le impactara profundamente: "Cuando leí el texto quedé cautivado y conmovido. Visualicé las escenas en mi mente, esas imágenes me perseguían día y noche hasta que llamé a Roberto y le pedí me diera el privilegio de llevar su obra a la pantalla grande", comentó el director a Bolivia.com.
"Mano propia" sigue los hechos reales que ocurrieron en 2013 en el Trópico de Cochabamba, cuando una multitud linchó a un grupo de personas acusadas erroneamente de robar un camión. Aunque la historia transcurre en un pueblo ficticio, la problemática de los linchamientos sigue vigente en Bolivia, y recientemente ocurrió otro episodio similar en la misma plaza donde sucedieron los hechos originales.
El rodaje de "Mano propia" se llevó a cabo en Palos Blancos y Sapecho, localidades del Alto Beni, donde el calor extremo y la alta humedad complicaron el trabajo del equipo. Sin embargo, Patiño considera que estas condiciones ayudaron a crear la atmósfera adecuada para la historia, que calificó como "infernal y agobiante".
El director explicó que la ambientación fue crucial para crear el realismo necesario en el relato. Aunque la historia transcurre en un pueblo ficticio llamado Villa Nogales, se rodó en locaciones reales del trópico boliviano para capturar la atmósfera desolada del lugar.
El casting se realizó en varias ciudades del país, y actores como Freddy Chipana y Alejandro Marañón forman parte del elenco principal. "Ale y Freddy son los pilares centrales de la película. Estoy agradecido de haber contado con tanto talento. Me ayudaron a contar la historia de una mejor manera", expresó Patiño.
Patiño agradeció al elenco de actores y al equipo de producción por su dedicación, y también a Samuel Doria Medina y Leonel Fransezze, los financiadores privados del proyecto, quienes contribuyeron ante la falta de apoyo estatal para la industria cinematográfica. El director planea proyectar la película en Palos Blancos como gesto de agradecimiento por la colaboración de la comunidad local.
La película también se distingue por su enfoque narrativo fragmentado. Patiño evitó retratar la violencia de forma gráfica, optando por puntos de vista que deforman la realidad. En una de las escenas más impactantes, una cámara envuelta en una bolsa recrea la perspectiva de uno de los linchados, lo que genera una sensación de claustrofobia y horror.
Uno de los desafíos técnicos del rodaje fue la falla de un estabilizador de cámara, lo que llevó a Patiño a optar por la grabación a mano alzada. Esta decisión no solo resolvió el problema, sino que también añadió realismo e intensidad a la narrativa de la película. La historia se cuenta desde tres perspectivas diferentes: la del fiscal que intenta detener el linchamiento, la de un padre que busca salvar a sus hijos y la de uno de los jóvenes linchados.
La trama de "Mano propia" aborda temas emocionales intensos, y Patiño permitió a los actores desarrollar su interpretación a través de tomas largas. "Agobiante, trepidante, visceral. Si bien sigo narrando una historia de suspenso, creo que Mano propia es muy distinta a mis anteriores trabajos", concluyó el director.
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