"Amanece en Samaná": Una improvisación dominicana con dos actores de Goya, Luis Tosar y Luis Zahera
- por © Redacción-NOTICINE.com
La película hispano-dominicana "Amanece en Samaná", del director Rafa Cortés, una experiencia cinematográfica poco convencional en la que la improvisación y la falta de guion llevan a los actores y al propio equipo a trabajar al borde de la incertidumbre, llegará a los cines ibéricos este viernes 8 de noviembre. Esta producción, rodada en la isla Cayo Levantado de República Dominicana, cuenta con un reparto de actores experimentados, encabezado por Luis Tosar y Luis Zahera, junto a Luisa Mayol y Bárbara Santa-Cruz, quienes, como relatan, asumieron el rodaje como un ejercicio de confianza mutua y adaptación constante.
Ayudó mucho el hecho de que Mayol y Tosar son pareja fuera del set y que él y el también gallego Luis Zahera mantienen una muy larga amistad, lo que favoreció la complicidad. Tosar acumula ya tres Goyas, mientras que Zahera ha obtenido dos hasta el momento.
Cortés, en esta segunda película tras su debut en "Yo" (2007), decidió abrirse a lo inesperado y buscar situaciones que llevaran a los actores fuera de su zona de confort. Inspirada en la obra "Cancún" de Jordi Galcerán, el director utilizó el texto solo como un "salvavidas", pero dejó espacio para la espontaneidad, según contó en una conferencia de prensa en Palma de Mallorca, en cuyo festival se estrenó el film hace pocos días. "Hemos rodado fuera de la zona de confort, y cada uno estuvo en una situación inhabitual", explicó Cortés sobre esta experiencia, que para él se convirtió en "un ejercicio de fe".
El rodaje de dos meses en Cayo Levantado resultó "intenso", en palabras de Santa-Cruz, quien describió el proceso como "convivir como en un Gran Hermano". La actriz, última en unirse al reparto, comentó que su integración en el grupo fue facilitada por la complicidad que tenían Tosar, Zahera y Mayol: "Verles jugar desde dentro fue un placer", afirmó.
A diferencia de un rodaje tradicional, el equipo comenzó a filmar sin tener claro el rumbo final de la historia. Luisa Mayol, quien es pareja de Tosar tanto en la ficción como en la vida real, explicó que esta falta de guion la llevó a pasar momentos de crisis. "No sabíamos lo que íbamos a rodar y yo tuve de hecho una crisis por esto", recordó la actriz. Durante la filmación, Cortés la alentaba a continuar con un afectuoso "Lu, confía", invitándola a soltar el control y seguir adelante.
Luis Tosar también comentó las dudas iniciales: "Hasta que vimos la película no sabíamos si había funcionado todo lo que habíamos hecho". El actor destacó el "nivel de riesgo" en el que se movieron, adaptándose a las circunstancias de una producción donde, según Mayol, "no había distinción entre lo real y lo ficticio". Por su parte, Zahera, quien generalmente se desempeña en papeles de villano o personajes duros, valoró esta incursión en el género cómico, al cual no suele acceder. "Es cierto que hago poca comedia, a ver si voy haciendo más, porque son tiempos en que se necesita mucha comedia", comentó Zahera, quien bromeó sobre su escena sin ropa: "Una maravilla, un privilegio".
El ambiente en el set, además de distendido, permitió a Tosar y Mayol compaginar su trabajo con el cuidado de sus hijos, quienes los acompañaron a República Dominicana. "Era también un desafío por estar grabando y tener a los niños ahí jugando, pero nos cuidamos entre todos", relató Mayol, para quien la experiencia, además, fue "un desafío desde nuestra interpretación" debido a la improvisación constante.
Santa-Cruz, quien compartió las largas jornadas con sus compañeros en la isla, observó cómo el entorno "paradisíaco" de la locación contribuía a crear la atmósfera, pero también generaba una sensación de que "algo se podía torcer", un sentimiento que se refleja en la película. Según sus palabras, "hay algo que tiene la isla, que también lo tiene la película, de paradisíaco, pero que parece que algo se puede torcer".
"Amanece en Samaná" es para Rafa Cortés una oportunidad para experimentar con la narrativa y adentrarse en una forma de trabajo donde lo planificado pierde protagonismo frente a la reacción espontánea de sus actores. En esta línea, el director considera que el rodaje fue un ejercicio de entrega para todos los involucrados, quienes debieron adaptarse y confiar en un proyecto cuyo desenlace era desconocido.
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Ayudó mucho el hecho de que Mayol y Tosar son pareja fuera del set y que él y el también gallego Luis Zahera mantienen una muy larga amistad, lo que favoreció la complicidad. Tosar acumula ya tres Goyas, mientras que Zahera ha obtenido dos hasta el momento.
Cortés, en esta segunda película tras su debut en "Yo" (2007), decidió abrirse a lo inesperado y buscar situaciones que llevaran a los actores fuera de su zona de confort. Inspirada en la obra "Cancún" de Jordi Galcerán, el director utilizó el texto solo como un "salvavidas", pero dejó espacio para la espontaneidad, según contó en una conferencia de prensa en Palma de Mallorca, en cuyo festival se estrenó el film hace pocos días. "Hemos rodado fuera de la zona de confort, y cada uno estuvo en una situación inhabitual", explicó Cortés sobre esta experiencia, que para él se convirtió en "un ejercicio de fe".
El rodaje de dos meses en Cayo Levantado resultó "intenso", en palabras de Santa-Cruz, quien describió el proceso como "convivir como en un Gran Hermano". La actriz, última en unirse al reparto, comentó que su integración en el grupo fue facilitada por la complicidad que tenían Tosar, Zahera y Mayol: "Verles jugar desde dentro fue un placer", afirmó.
A diferencia de un rodaje tradicional, el equipo comenzó a filmar sin tener claro el rumbo final de la historia. Luisa Mayol, quien es pareja de Tosar tanto en la ficción como en la vida real, explicó que esta falta de guion la llevó a pasar momentos de crisis. "No sabíamos lo que íbamos a rodar y yo tuve de hecho una crisis por esto", recordó la actriz. Durante la filmación, Cortés la alentaba a continuar con un afectuoso "Lu, confía", invitándola a soltar el control y seguir adelante.
Luis Tosar también comentó las dudas iniciales: "Hasta que vimos la película no sabíamos si había funcionado todo lo que habíamos hecho". El actor destacó el "nivel de riesgo" en el que se movieron, adaptándose a las circunstancias de una producción donde, según Mayol, "no había distinción entre lo real y lo ficticio". Por su parte, Zahera, quien generalmente se desempeña en papeles de villano o personajes duros, valoró esta incursión en el género cómico, al cual no suele acceder. "Es cierto que hago poca comedia, a ver si voy haciendo más, porque son tiempos en que se necesita mucha comedia", comentó Zahera, quien bromeó sobre su escena sin ropa: "Una maravilla, un privilegio".
El ambiente en el set, además de distendido, permitió a Tosar y Mayol compaginar su trabajo con el cuidado de sus hijos, quienes los acompañaron a República Dominicana. "Era también un desafío por estar grabando y tener a los niños ahí jugando, pero nos cuidamos entre todos", relató Mayol, para quien la experiencia, además, fue "un desafío desde nuestra interpretación" debido a la improvisación constante.
Santa-Cruz, quien compartió las largas jornadas con sus compañeros en la isla, observó cómo el entorno "paradisíaco" de la locación contribuía a crear la atmósfera, pero también generaba una sensación de que "algo se podía torcer", un sentimiento que se refleja en la película. Según sus palabras, "hay algo que tiene la isla, que también lo tiene la película, de paradisíaco, pero que parece que algo se puede torcer".
"Amanece en Samaná" es para Rafa Cortés una oportunidad para experimentar con la narrativa y adentrarse en una forma de trabajo donde lo planificado pierde protagonismo frente a la reacción espontánea de sus actores. En esta línea, el director considera que el rodaje fue un ejercicio de entrega para todos los involucrados, quienes debieron adaptarse y confiar en un proyecto cuyo desenlace era desconocido.
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