Kurro González escribe sobre el estreno de "La zona vacía"
- por © Begin Again Films-NOTICINE.com
Por Kurro González *
"La zona vacía" es, ante todo, una terrible historia de amor, un drama en el que Luis lucha por mantenerse alejado de los deseos de los que no es responsable y que no quiere tener.
El proyecto surge hace mucho tiempo, cuando nace mi hijo Teo, que ahora tiene 16 años. Se despertaron entonces miedos en mí y empecé a ser más sensible a noticias de redes de pederastia y similares. De una manera inconsciente, utilizo la escritura como una manera de exorcizar mis miedos, pero lo hago tratando de encontrar siempre un espacio de humanidad en las personas consideradas monstruos.
El personaje de Francisco Conde transita siempre en un espacio de oscuridad y de claridad, donde no hay apenas espacio para matices. Entendí que esto debía tener una traducción visual inmediata con el blanco y negro y los destellos de rojo. Además, soy un completo enamorado del expresionismo alemán y del blanco y negro, tiene algo mágico que me fascina.
Existen varias formas de abordar la creación cinematográfica. Hay películas que se presentan como una ventana que nos permite observar, desde cierta distancia, el mundo que se nos propone, sin involucrarnos moralmente con lo que vemos. Otras, sin embargo, toman la forma de una especie de espejo en el que el público se ve desafiado por sus propias contradicciones.
Este tipo de cine siempre genera una reacción inquietante, porque nos enfrenta a nuestros propios prejuicios y nos obliga a replantearnos, sin necesariamente ofrecernos una respuesta reconfortante. Encontrar el espacio en el que crece esa tensión entre las emociones que sentimos y nuestras opiniones hacia un determinado tema es algo que me entusiasma, porque expande la concepción que solemos utilizar al definir lo que somos.
Es precisamente en ese espacio de contradicción donde aparece la dimensión humana en su totalidad, y entendemos que la realidad no es binaria, sino compleja y rica en matices. Luis ha tratado de evitar su propia contradicción toda su vida, pero la aparición de Iris lo obliga a vivirla de manera tajante. La mayor lucha que alguien puede llevar a cabo es contra sí mismo, y ese es el concepto básico sobre el que se basa "La zona vacía".
(*): Kurro González (Valencia,1977) estudió Comunicación Audiovisual y, posteriormente, Montaje Cinematográfico en la ECAM. Comenzó como montador en series de televisión, documentales, comerciales y en multitud de cortometrajes que le valieron selecciones y premios en festivales como Cannes, Tribecca, Sitges, Berlín… Su primer largometraje como director fue "La madriguera", con el que obtuvo el Premio Silver Remi en el Houston WorldFest, una nominación en el Festival de Cine de Austin y otra a mejor director novel en los Premios ASECAN. "La zona vacía", que se estrena este viernes en España, es su segundo largometraje.
Sigue nuestras últimas noticias por INSTAGRAM o FACEBOOK.
"La zona vacía" es, ante todo, una terrible historia de amor, un drama en el que Luis lucha por mantenerse alejado de los deseos de los que no es responsable y que no quiere tener.
El proyecto surge hace mucho tiempo, cuando nace mi hijo Teo, que ahora tiene 16 años. Se despertaron entonces miedos en mí y empecé a ser más sensible a noticias de redes de pederastia y similares. De una manera inconsciente, utilizo la escritura como una manera de exorcizar mis miedos, pero lo hago tratando de encontrar siempre un espacio de humanidad en las personas consideradas monstruos.
El personaje de Francisco Conde transita siempre en un espacio de oscuridad y de claridad, donde no hay apenas espacio para matices. Entendí que esto debía tener una traducción visual inmediata con el blanco y negro y los destellos de rojo. Además, soy un completo enamorado del expresionismo alemán y del blanco y negro, tiene algo mágico que me fascina.
Existen varias formas de abordar la creación cinematográfica. Hay películas que se presentan como una ventana que nos permite observar, desde cierta distancia, el mundo que se nos propone, sin involucrarnos moralmente con lo que vemos. Otras, sin embargo, toman la forma de una especie de espejo en el que el público se ve desafiado por sus propias contradicciones.
Este tipo de cine siempre genera una reacción inquietante, porque nos enfrenta a nuestros propios prejuicios y nos obliga a replantearnos, sin necesariamente ofrecernos una respuesta reconfortante. Encontrar el espacio en el que crece esa tensión entre las emociones que sentimos y nuestras opiniones hacia un determinado tema es algo que me entusiasma, porque expande la concepción que solemos utilizar al definir lo que somos.
Es precisamente en ese espacio de contradicción donde aparece la dimensión humana en su totalidad, y entendemos que la realidad no es binaria, sino compleja y rica en matices. Luis ha tratado de evitar su propia contradicción toda su vida, pero la aparición de Iris lo obliga a vivirla de manera tajante. La mayor lucha que alguien puede llevar a cabo es contra sí mismo, y ese es el concepto básico sobre el que se basa "La zona vacía".
(*): Kurro González (Valencia,1977) estudió Comunicación Audiovisual y, posteriormente, Montaje Cinematográfico en la ECAM. Comenzó como montador en series de televisión, documentales, comerciales y en multitud de cortometrajes que le valieron selecciones y premios en festivales como Cannes, Tribecca, Sitges, Berlín… Su primer largometraje como director fue "La madriguera", con el que obtuvo el Premio Silver Remi en el Houston WorldFest, una nominación en el Festival de Cine de Austin y otra a mejor director novel en los Premios ASECAN. "La zona vacía", que se estrena este viernes en España, es su segundo largometraje.
Sigue nuestras últimas noticias por INSTAGRAM o FACEBOOK.