La chilena Antonia Giesen, ante el estreno de "Los hiperbóreos"
- por © Adolfo Morales-NOTICINE.com
Tras su debut en el Festival de Cannes, Antonia Giesen encara el estreno comercial en Chile de "Los hiperbóreos", una producción nacional de animación e imagen real dirigida por Joaquín Cociña y Cristóbal León. "Cuando uno habla con personas, aparentemente de izquierda, y llega el momento de hablar de los migrantes, aparece esta supremacía", sostiene Giesen.
"Los hiperboreos" sigue la historia de la actriz y psicóloga Antonia Giesen. En el centro del relato está su decisión de involucrarse en un proyecto cinematográfico peculiar: la realización de un guion atribuido al fallecido escritor Miguel Serrano, supuestamente dictado de manera sobrenatural a uno de los pacientes de Antonia. De esta forma, la animación suscita a la reflexión sobre el lugar de este escritor en la historia.
Para dar forma a esta idea, Giesen invita a los artistas Cristóbal León y Joaquín Cociña, conocidos por su trabajo en el ámbito audiovisual, a participar en el desarrollo del film. La película se construye a través de la reconstrucción de la vida y obra de Serrano, incluida la peculiar película que este habría concebido.
A medida que avanza la producción, Antonia decide integrarse dentro de la narrativa del guion, donde asume el rol de una policía en un Chile distópico. En esta nueva identidad, su tarea consiste en localizar una película robada por un extremista, lo que la obliga a atravesar diversos mundos paralelos.
"Queríamos registrar ese pacto de contar desde el mundo del teatro, del escenario, del mundo audiovisual. También estábamos pensando en los comienzos del cine, intentando tener un diálogo con Georges Méliès, que toma el cine como un recurso para hacer magia", asegura Joaquín Cociña, uno de los directores, en conversaciones con La Hora. "De alguna manera, Antonia hace lo que hacía Méliès en sus primeras películas, va desplegando el mundo de la magia", agrega.
Giesen conversó acerca de lo que significa ser hiperbóreo, así como la representación de estas figuras en el Chile actual. "Todos en algún momento pueden ser hiperbóreos, en el sentido de esta supremacía, cuando el mundo se transforma en algo hostil y amenazante. Por ejemplo, cuando uno habla con personas, aparentemente de izquierda, y llega el momento de hablar de los migrantes, aparece esta supremacía", sostiene.
"Cannes me pilló en un momento en que yo estaba muy en otra, en mi vida personal, había salido de un accidente hace no tanto en las piernas, y yo vivo en Alemania, entonces mi emoción por Cannes fue híper aislada, no estaba con los chicos en Chile, de repente fue agarrar mis cosas y me voy, creo que me cuajó lo emocionante de estar ahí y el valor que eso tenía, luego de la primera función", declaró Giesen en otra charla con La Cuarta acerca del paso de la cinta por el Festival Internacional de Cine de Cannes. Estrenamos y recuerdo que estaba un productor con el que hice mi primera película, quien de repente se pone a llorar y le digo ‘¿Qué pasa?’ y me dice: ‘Encuentro profundamente emocionante verte en la primera película y que ahora estemos en Cannes, me parece hermoso’. Y ahí dije como ‘Ah, igual esto es importante, qué bonito’. Y ahí lo entendí".
También, Giesen comenta como se fundó la base de la película: "Cuando le preguntaban a Joaquín y Cristóbal por Los Hiperbóreos, ellos decían que la idea base era la incapacidad de poder contar una película. Yo escuchaba eso, y ahora recién me cuajó. Son ideas muy específicas, ganas y deseos de querer contar ciertas cosas y cómo se van a contar esas cosas. A mí me invitaron originalmente a una película. Después, hablábamos de lo importante que fueron las personas que manejaban marionetas y voces, porque trabajaban en 31 Minutos. Ahora entiendo esta idea de la incapacidad de poder contar y cómo vamos poniendo nuestros conocimientos en pro de poder contar estas cositas".
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"Los hiperboreos" sigue la historia de la actriz y psicóloga Antonia Giesen. En el centro del relato está su decisión de involucrarse en un proyecto cinematográfico peculiar: la realización de un guion atribuido al fallecido escritor Miguel Serrano, supuestamente dictado de manera sobrenatural a uno de los pacientes de Antonia. De esta forma, la animación suscita a la reflexión sobre el lugar de este escritor en la historia.
Para dar forma a esta idea, Giesen invita a los artistas Cristóbal León y Joaquín Cociña, conocidos por su trabajo en el ámbito audiovisual, a participar en el desarrollo del film. La película se construye a través de la reconstrucción de la vida y obra de Serrano, incluida la peculiar película que este habría concebido.
A medida que avanza la producción, Antonia decide integrarse dentro de la narrativa del guion, donde asume el rol de una policía en un Chile distópico. En esta nueva identidad, su tarea consiste en localizar una película robada por un extremista, lo que la obliga a atravesar diversos mundos paralelos.
"Queríamos registrar ese pacto de contar desde el mundo del teatro, del escenario, del mundo audiovisual. También estábamos pensando en los comienzos del cine, intentando tener un diálogo con Georges Méliès, que toma el cine como un recurso para hacer magia", asegura Joaquín Cociña, uno de los directores, en conversaciones con La Hora. "De alguna manera, Antonia hace lo que hacía Méliès en sus primeras películas, va desplegando el mundo de la magia", agrega.
Giesen conversó acerca de lo que significa ser hiperbóreo, así como la representación de estas figuras en el Chile actual. "Todos en algún momento pueden ser hiperbóreos, en el sentido de esta supremacía, cuando el mundo se transforma en algo hostil y amenazante. Por ejemplo, cuando uno habla con personas, aparentemente de izquierda, y llega el momento de hablar de los migrantes, aparece esta supremacía", sostiene.
"Cannes me pilló en un momento en que yo estaba muy en otra, en mi vida personal, había salido de un accidente hace no tanto en las piernas, y yo vivo en Alemania, entonces mi emoción por Cannes fue híper aislada, no estaba con los chicos en Chile, de repente fue agarrar mis cosas y me voy, creo que me cuajó lo emocionante de estar ahí y el valor que eso tenía, luego de la primera función", declaró Giesen en otra charla con La Cuarta acerca del paso de la cinta por el Festival Internacional de Cine de Cannes. Estrenamos y recuerdo que estaba un productor con el que hice mi primera película, quien de repente se pone a llorar y le digo ‘¿Qué pasa?’ y me dice: ‘Encuentro profundamente emocionante verte en la primera película y que ahora estemos en Cannes, me parece hermoso’. Y ahí dije como ‘Ah, igual esto es importante, qué bonito’. Y ahí lo entendí".
También, Giesen comenta como se fundó la base de la película: "Cuando le preguntaban a Joaquín y Cristóbal por Los Hiperbóreos, ellos decían que la idea base era la incapacidad de poder contar una película. Yo escuchaba eso, y ahora recién me cuajó. Son ideas muy específicas, ganas y deseos de querer contar ciertas cosas y cómo se van a contar esas cosas. A mí me invitaron originalmente a una película. Después, hablábamos de lo importante que fueron las personas que manejaban marionetas y voces, porque trabajaban en 31 Minutos. Ahora entiendo esta idea de la incapacidad de poder contar y cómo vamos poniendo nuestros conocimientos en pro de poder contar estas cositas".
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