Marta Nieto, una actriz de Goya ante el estreno de su primera realización, "La mitad de Ana"
- por © Redacción-NOTICINE.com
La actriz española ganadora del Goya Marta Nieto presenta esta semana su primera película como directora, "La mitad de Ana", que compitió por la Espiga de Oro en la Seminci de Valladolid. Este largometraje amplía la historia iniciada en su cortometraje "Son" (2022), explorando el viaje de transformación de una mujer adulta a partir de su vínculo con su hija, quien comienza un proceso de exploración de identidad de género.
La película sigue a Ana, una madre separada que trabaja como vigilante en un museo, mientras cuida de su hija Son, una niña de ocho años que inicia un proceso de cuestionamiento sobre su identidad. Este hecho moviliza a Ana a replantearse su vida. "La película trata de cómo uno puede cambiar su punto de vista. La crisis que le plantea Son moviliza a Ana y le enseña a mirar su vida desde otro lugar", explicó Nieto durante su presentación en Valladolid.
Aunque la identidad de género de la niña es un elemento clave, Nieto subraya que el núcleo de la historia está en Ana. "Realmente es sobre cómo una mujer adulta puede reinventarse y renacer", afirmó la cineasta.
El proyecto de "La mitad de Ana" tuvo su origen en las residencias de la Academia de Cine. Nieto trabajó junto a la productora María Zamora, quien sugirió desarrollar primero un cortometraje para explorar la historia antes de llevarla al formato de largometraje. Según Nieto, interpretar a Ana no era su intención inicial. "La decisión de interpretar a Ana llegó mucho más adelante. Si me hubiesen preguntado hace cinco años si estaría aquí, habría dicho que no".
Para Zamora, reconocida con el Premio Nacional de Cine 2024, la fuerza del proyecto radica en su enfoque sobre la identidad de género desde la perspectiva de la madre. "Me gusta que aquí veamos a una mujer que tiene que hacer este viaje a través de su hijo para reencontrarse consigo misma", comentó.
Construcción de los personajes y enfoque narrativo
La diversidad de perspectivas en la historia fue destacada por el elenco. Sonia Almarcha, quien participa en la película, señaló que "la película es una representación de algo mucho más grande a nivel social, de cómo cada uno hace lo que puede". Por su parte, Pablo Alamá comentó que su personaje aporta calma a la narrativa: "Sirve para darle a Ana una paz interior, para decirle que lo único que tiene que hacer es dejar que Son sea quien es".
Nieto enfatizó la precisión en el uso del lenguaje al abordar temas relacionados con la infancia trans. "Fue una de las cosas donde teníamos que ser más precisas", explicó. Además, defendió la importancia de incluir historias que reflejen la diversidad en la narrativa cinematográfica. "La intención de verte reflejado en la pantalla, seas como seas, es parte de lo que tenemos que hacer".
Un elemento simbólico en "La mitad de Ana" es un cuadro de la pintora surrealista Ángeles Santos, que cuelga en el Museo Reina Sofía. Este cuadro actúa como un anclaje emocional para el personaje de Ana y juega un papel significativo en su transformación. Nieto explicó que la obra, terminada en 1929, moviliza emocionalmente a la protagonista y contribuye al desarrollo de la trama.
Nieto reconoció que autodirigirse fue uno de los mayores desafíos de su carrera. Aun así, considera que la película refleja sus propios conflictos como mujer, creadora y madre. "La intuición que me llevó a querer contar esta historia sobre el despertar de una mujer adulta a través de la crisis de identidad de su hija me estaba llevando a hablar de mis propios conflictos", comentó.
"La mitad de Ana" no solo es un testimonio de la transformación de su protagonista, sino también de la evolución de Marta Nieto como creadora, ampliando los horizontes de representación en el cine y abriendo un diálogo sobre temas actuales con sensibilidad y profundidad.
La película sigue a Ana, una madre separada que trabaja como vigilante en un museo, mientras cuida de su hija Son, una niña de ocho años que inicia un proceso de cuestionamiento sobre su identidad. Este hecho moviliza a Ana a replantearse su vida. "La película trata de cómo uno puede cambiar su punto de vista. La crisis que le plantea Son moviliza a Ana y le enseña a mirar su vida desde otro lugar", explicó Nieto durante su presentación en Valladolid.
Aunque la identidad de género de la niña es un elemento clave, Nieto subraya que el núcleo de la historia está en Ana. "Realmente es sobre cómo una mujer adulta puede reinventarse y renacer", afirmó la cineasta.
El proyecto de "La mitad de Ana" tuvo su origen en las residencias de la Academia de Cine. Nieto trabajó junto a la productora María Zamora, quien sugirió desarrollar primero un cortometraje para explorar la historia antes de llevarla al formato de largometraje. Según Nieto, interpretar a Ana no era su intención inicial. "La decisión de interpretar a Ana llegó mucho más adelante. Si me hubiesen preguntado hace cinco años si estaría aquí, habría dicho que no".
Para Zamora, reconocida con el Premio Nacional de Cine 2024, la fuerza del proyecto radica en su enfoque sobre la identidad de género desde la perspectiva de la madre. "Me gusta que aquí veamos a una mujer que tiene que hacer este viaje a través de su hijo para reencontrarse consigo misma", comentó.
Construcción de los personajes y enfoque narrativo
La diversidad de perspectivas en la historia fue destacada por el elenco. Sonia Almarcha, quien participa en la película, señaló que "la película es una representación de algo mucho más grande a nivel social, de cómo cada uno hace lo que puede". Por su parte, Pablo Alamá comentó que su personaje aporta calma a la narrativa: "Sirve para darle a Ana una paz interior, para decirle que lo único que tiene que hacer es dejar que Son sea quien es".
Nieto enfatizó la precisión en el uso del lenguaje al abordar temas relacionados con la infancia trans. "Fue una de las cosas donde teníamos que ser más precisas", explicó. Además, defendió la importancia de incluir historias que reflejen la diversidad en la narrativa cinematográfica. "La intención de verte reflejado en la pantalla, seas como seas, es parte de lo que tenemos que hacer".
Un elemento simbólico en "La mitad de Ana" es un cuadro de la pintora surrealista Ángeles Santos, que cuelga en el Museo Reina Sofía. Este cuadro actúa como un anclaje emocional para el personaje de Ana y juega un papel significativo en su transformación. Nieto explicó que la obra, terminada en 1929, moviliza emocionalmente a la protagonista y contribuye al desarrollo de la trama.
Nieto reconoció que autodirigirse fue uno de los mayores desafíos de su carrera. Aun así, considera que la película refleja sus propios conflictos como mujer, creadora y madre. "La intuición que me llevó a querer contar esta historia sobre el despertar de una mujer adulta a través de la crisis de identidad de su hija me estaba llevando a hablar de mis propios conflictos", comentó.
"La mitad de Ana" no solo es un testimonio de la transformación de su protagonista, sino también de la evolución de Marta Nieto como creadora, ampliando los horizontes de representación en el cine y abriendo un diálogo sobre temas actuales con sensibilidad y profundidad.