Festivales
Berlín 07: "El otro" se lleva dos premios en un palmarés encabezado por la china "La boda de Tuya"
17-II-07
En un Palmarés que ha sorprendido a más de uno, la película china "Tu Ya da hun shi" (La boda de Tuya), un drama rural que se desarrolla en Mongolia, obtenía en la noche de este sábado el Oso de Oro en la 57 Berlinale. El jurado, presidido por el guionista y director norteamericano Paul Schrader, ha otorgado sorprendentes recompensas a la actriz alemana Nina Hoss o al realizador israelí Joseph Cedar, galardones que tenían otros favoritos. Numéricamente la producción argentino-alemana "El otro" se llevó el mejor lote: Gran Premio del Jurado y Mejor Actor, un Julio Chávez que -ausente en la ceremonia- sí estaba en el pensamiento de la mayoría.
Aunque "Tu Ya da hun shi", de Wang Quan'an, estaba entre las más apreciadas cintas de la primera mitad del festival, varias otras en la segunda mejoraron sus votaciones en los paneles de los críticos. El jurado ha apostado por un melodrama intimista y feminista, la historia de una joven y bella mujer que al quedar su marido incapacitado para el trabajo se ve obligada a divorciarse de él y buscar otro que sea capaz de mantener a toda la familia, incluido el exesposo, lo cual no le resulta nada fácil.
El segundo galardón en importancia fue para la realización del argentino Ariel Rotter "El otro", con un Gran Premio del Jurado que le consagra internacionalmente. Su film -la historia de un abogado que cae en crisis al tomar conciencia de la decadencia física que conduce a la muerte- tampoco estaba entre los más citados en los pronósticos, pero en cambio sí que Julio Chávez, que el año pasado ya rozó su Oso de Plata por "El custodio", era uno de los claros favoritos. El actor, quien presentó la película aquí días pasados, tuvo que abandonar Berlín por obligaciones teatrales y fue su compañera Ailí Chen (directora de producción en el film) quien subió al escenario a recoger el premio.
La primera que puso cara de sorpresa fue la hermosa Nina Hoss cuando se declamó su nombre como ganadora del Oso de Plata a mejor actriz. Al menos tenía a tres colegas por delante en las apuestas: Marianne Faithfull, Marion Cotillard y la protagonista del film chino que al final logró el Oso de Oro, Yu Nan. Con encomiable sinceridad, al recoger la figura del metálico plantígrado, confesó que pensaba que se lo darían a la primera de las actrices citadas.
Puede que el jurado haya querido apoyar el relativo antibelicismo del isrealí Joseph Cedar en su película "Beaufort", que tuvo una acogida más bien fría y medianas votaciones. Lo seguro es que había algunos otros colegas en los que la prensa pensaba como merecedor del Oso de Plata a la mejor realización.
Pese a que en su día decepcionó por la endeblez de su guión, sí es cierto que la película de Park Chan-wook "Sai bo gu ji man gwen chan a" (Soy un cyborg pero no pasa nada) es un cuento con ciertas dosis de atrevimiento mezclado con candor, que bien podía llevarse el Premio Alfred Bauer o algún otro de los galardones "de consolación".
El festival, que se clausuró con el melodrama de estilo clásico "Angel", dirigido en inglés y con reparto británico por el francés François Ozon (anotemos que iba a concurso y que Francia, el país mejor representado en la selección se fue de vacío), ha estado marcado por varias decepciones. Ya la cinta de inauguración, la francesa "La môme" no estuvo a la altura de las expectativas, lo mismo que "The good german", "Ciudad de silencio", "Goodbye Bafana", "Ne touchez pas la hache" y alguna más.
Personalmente, echamos de menos en este palmarés a la alemana "Die falscher", la brasileira "O ano em que meus pais saíram de férias" y la coproducción europea "Irina Palm".
EL PALMARES OFICIAL
.......................
- Oso de Oro:
"TU YA DA HUN SHI", de Wang Quan'an (China)
- Gran Premio del Jurado:
"EL OTRO", de Ariel Rotter (Argentina/Alemania)
- Oso de Plata a la mejor actriz:
NINA HOSS, por "Yella" (Alemania)
- Oso de Plata al mejor actor:
JULIO CHÁVEZ, por "El otro" (Argentina/Alemania)
- Oso de Plata al mejor director:
JOSEPH CEDAR, por "BEAUFORT"
- Oso de Plata a la mejor contribución artística:
ACTORES DE "THE GOOD SHEPHERD" (Matt Damon, Angelina Jolie, Robert de Niro, Alec Baldwin, William Hurt, Billy Crudup, John Turturro...)
- Oso de Plata a la mejor banda sonora:
DAVID McKENZIE, por su selección musical para "Hallam Foe"
- Premio Alfred Bauer a la aportación más novedosa:
PARK CHAN-WOOK, por "Sai bo gu ji man gwen chan a"
- Mejor Opera Prima producida con apoyo del Fondo del festival (GWWF):
"VANAJA", de Rajnesh Domalpalli (India/EEUU)
PREMIOS NO OFICIALES
.....................
- Premio Ecuménico
"Tu ya de hun shi", de Wang Quan'an (Sección Oficial)
"Luo Ye Gui Gen", de Zhang Yang (Panorama)
"Chrigu", de Jan Gassmann y Christian Ziörjen (Forum)
- Premio de la Crítica (FIPRESCI)
"Obsluhoval jsem anglického krále", de Jirí Menzel (Sección Oficial)
"Takva", de Özer Kiziltan (Panorama)
"Jagdhunde", de Ann-Kristin Reyels (Forum)
- Premio Europa Cinemas de los exhibidores europeos
"El Camino de los Ingleses", de Antonio Banderas
- Premio Manfred Salzgeber
"The Tracey Fragments", de Bruce McDonald
- Premios Teddy (Cine Gay/Lésbico)
"Spider Lillies", de Zero Chou (Ficción)
"A Walk Into The Sea: Danny Williams And The Warhol Factory", de Esther B. Robinson (Documental).
Helmut Berger (mejor actor por toda su carrera)
- Premios del Público
"Blindsight", de Lucy Walker (votos del público en Panorama)
"Irina Palm", de Sam Garbarski (Lectores del Morgenpost)
"The Bubble", de Eytan Fox (Lectores de la revista gay Siegessäule)
"Heimatklänge", de Stefan Schwietert (Lectores del Tagesspiegel)
En un Palmarés que ha sorprendido a más de uno, la película china "Tu Ya da hun shi" (La boda de Tuya), un drama rural que se desarrolla en Mongolia, obtenía en la noche de este sábado el Oso de Oro en la 57 Berlinale. El jurado, presidido por el guionista y director norteamericano Paul Schrader, ha otorgado sorprendentes recompensas a la actriz alemana Nina Hoss o al realizador israelí Joseph Cedar, galardones que tenían otros favoritos. Numéricamente la producción argentino-alemana "El otro" se llevó el mejor lote: Gran Premio del Jurado y Mejor Actor, un Julio Chávez que -ausente en la ceremonia- sí estaba en el pensamiento de la mayoría.
Aunque "Tu Ya da hun shi", de Wang Quan'an, estaba entre las más apreciadas cintas de la primera mitad del festival, varias otras en la segunda mejoraron sus votaciones en los paneles de los críticos. El jurado ha apostado por un melodrama intimista y feminista, la historia de una joven y bella mujer que al quedar su marido incapacitado para el trabajo se ve obligada a divorciarse de él y buscar otro que sea capaz de mantener a toda la familia, incluido el exesposo, lo cual no le resulta nada fácil.
El segundo galardón en importancia fue para la realización del argentino Ariel Rotter "El otro", con un Gran Premio del Jurado que le consagra internacionalmente. Su film -la historia de un abogado que cae en crisis al tomar conciencia de la decadencia física que conduce a la muerte- tampoco estaba entre los más citados en los pronósticos, pero en cambio sí que Julio Chávez, que el año pasado ya rozó su Oso de Plata por "El custodio", era uno de los claros favoritos. El actor, quien presentó la película aquí días pasados, tuvo que abandonar Berlín por obligaciones teatrales y fue su compañera Ailí Chen (directora de producción en el film) quien subió al escenario a recoger el premio.
La primera que puso cara de sorpresa fue la hermosa Nina Hoss cuando se declamó su nombre como ganadora del Oso de Plata a mejor actriz. Al menos tenía a tres colegas por delante en las apuestas: Marianne Faithfull, Marion Cotillard y la protagonista del film chino que al final logró el Oso de Oro, Yu Nan. Con encomiable sinceridad, al recoger la figura del metálico plantígrado, confesó que pensaba que se lo darían a la primera de las actrices citadas.
Puede que el jurado haya querido apoyar el relativo antibelicismo del isrealí Joseph Cedar en su película "Beaufort", que tuvo una acogida más bien fría y medianas votaciones. Lo seguro es que había algunos otros colegas en los que la prensa pensaba como merecedor del Oso de Plata a la mejor realización.
Pese a que en su día decepcionó por la endeblez de su guión, sí es cierto que la película de Park Chan-wook "Sai bo gu ji man gwen chan a" (Soy un cyborg pero no pasa nada) es un cuento con ciertas dosis de atrevimiento mezclado con candor, que bien podía llevarse el Premio Alfred Bauer o algún otro de los galardones "de consolación".
El festival, que se clausuró con el melodrama de estilo clásico "Angel", dirigido en inglés y con reparto británico por el francés François Ozon (anotemos que iba a concurso y que Francia, el país mejor representado en la selección se fue de vacío), ha estado marcado por varias decepciones. Ya la cinta de inauguración, la francesa "La môme" no estuvo a la altura de las expectativas, lo mismo que "The good german", "Ciudad de silencio", "Goodbye Bafana", "Ne touchez pas la hache" y alguna más.
Personalmente, echamos de menos en este palmarés a la alemana "Die falscher", la brasileira "O ano em que meus pais saíram de férias" y la coproducción europea "Irina Palm".
EL PALMARES OFICIAL
.......................
- Oso de Oro:
"TU YA DA HUN SHI", de Wang Quan'an (China)
- Gran Premio del Jurado:
"EL OTRO", de Ariel Rotter (Argentina/Alemania)
- Oso de Plata a la mejor actriz:
NINA HOSS, por "Yella" (Alemania)
- Oso de Plata al mejor actor:
JULIO CHÁVEZ, por "El otro" (Argentina/Alemania)
- Oso de Plata al mejor director:
JOSEPH CEDAR, por "BEAUFORT"
- Oso de Plata a la mejor contribución artística:
ACTORES DE "THE GOOD SHEPHERD" (Matt Damon, Angelina Jolie, Robert de Niro, Alec Baldwin, William Hurt, Billy Crudup, John Turturro...)
- Oso de Plata a la mejor banda sonora:
DAVID McKENZIE, por su selección musical para "Hallam Foe"
- Premio Alfred Bauer a la aportación más novedosa:
PARK CHAN-WOOK, por "Sai bo gu ji man gwen chan a"
- Mejor Opera Prima producida con apoyo del Fondo del festival (GWWF):
"VANAJA", de Rajnesh Domalpalli (India/EEUU)
PREMIOS NO OFICIALES
.....................
- Premio Ecuménico
"Tu ya de hun shi", de Wang Quan'an (Sección Oficial)
"Luo Ye Gui Gen", de Zhang Yang (Panorama)
"Chrigu", de Jan Gassmann y Christian Ziörjen (Forum)
- Premio de la Crítica (FIPRESCI)
"Obsluhoval jsem anglického krále", de Jirí Menzel (Sección Oficial)
"Takva", de Özer Kiziltan (Panorama)
"Jagdhunde", de Ann-Kristin Reyels (Forum)
- Premio Europa Cinemas de los exhibidores europeos
"El Camino de los Ingleses", de Antonio Banderas
- Premio Manfred Salzgeber
"The Tracey Fragments", de Bruce McDonald
- Premios Teddy (Cine Gay/Lésbico)
"Spider Lillies", de Zero Chou (Ficción)
"A Walk Into The Sea: Danny Williams And The Warhol Factory", de Esther B. Robinson (Documental).
Helmut Berger (mejor actor por toda su carrera)
- Premios del Público
"Blindsight", de Lucy Walker (votos del público en Panorama)
"Irina Palm", de Sam Garbarski (Lectores del Morgenpost)
"The Bubble", de Eytan Fox (Lectores de la revista gay Siegessäule)
"Heimatklänge", de Stefan Schwietert (Lectores del Tagesspiegel)
- © K. Ozga (Berlín)-NOTICINE.com/Fotos:Reuters-AP
Berlín 07: Termina el festival con crudos dramas y la comedia picante que marca el regreso de Jirí Menzel
16-II-07
El Festival de Berlín termina su competencia y entrega premios el mismo dia, este sábado, pero hasta la víspera los pronósticos están abiertos y al menos dos de las cintas que han concursado el viernes tienen opciones de premio, la comedia con la que vuelve a la realización uno de los más populares directores checos, Jirí Menzel, "Obsluhoval jsem anglického krále", y la descarnada historia de chantaje y ambiciones nada "socialistas" llegada de China, "Ping Guo", cuya directora Li Yu finalmente decidió proyectar sin los cortes que le impuso la censura, arriesgándose a represalias. El día se completó con otro film nada desdeñable, el escocés "Hallam Foe".
Aunque hace cinco años dirigió uno de los cortos recogidos en "Ten minutes older: The cello", Jirí Menzel lllevaba doce sin filmar un largometraje. El último fue "Las aventuras de Iván Chonkin" (1994). No puede decirse que el maestro de la comedia checa, uno de los ilustradores cinematográficos del espíritu de la "Primavera de Praga" en los años 60, haya para nada perdido el pulso. Al contrario, parece que en este tiempo ha ido acumulando buenas ideas, visuales y humorísticas, para plasmarlas en esta "Obsluhoval jsem anglického krále" (Yo serví al Rey de Inglaterra), un divertimento grato a la vista... y casi al gusto, dada la exhibición de comida y cerveza que prolifera en la misma.
Se trata de una comedia biográfica de origen literario que recorre las andanzas desde la primera juventud en las primeras décadas del siglo pasado hasta los años 60 de un camarero llamado Jan Dites (interpretado primero por Ivan Barnev y luego por Oldrich Kaiser), simpático personaje cuya escasa talla contrasta con su inteligencia y ambiciones de ser un día millonario. Este objetivo lo logra desgraciadamente para él en vísperas del advenimiento del régimen comunista en Checoslovaquia, que le arrabata sus propiedades y lo encarcela por 15 años.
Aunque hay una cierta reiteración de situaciones, "Yo serví al Rey de Inglaterra" es una de esas películas que se disfrutan (especialmente por el público masculino), por tener chispa, divertidas situaciones, chistes inteligentes y una panoplia de señoritas estupendas con muy poco ropa. Los placeres de la vida (encabezados por el sexo, la comida y la bebida) son el motor de este personaje, un superviviente nato, que debe enfrentarse a situaciones tan adversas como la invasión nazi o la cárcel. No es la típica película que convence a los críticos más sesudos, aunque sí al espectador medio, y Jirí Menzel lleva tiempo sin trabajar como para tener un reconocimiento en el palmarés. Así que todo es posible este sábado...
"Hallam Foe", que recibe su título del nombre y apellido del protagonista principal (Jamie Bell, el otrora niño que quería hacer ballet en "Billy Elliot"), cuenta como un adolescente vive obsesionado por la muerte ahogada de su madre, un aparente accidente que él cree crimen con una culpable: su actual madrastra. Para certificar sus sospechas, Hallam empieza a espiar a la atractiva mujer, pero a la par que encuentra nuevas evidencias en su contra, no puede evitar sentirse más atraído por ella. Por ello, decide huir del hogar familiar en la campiña escocesa y viaja a Edimburgo, donde se cruza con una chica que trabaja en un hotel y repite la experiencia de vigilancia que ya había ejercido con su madrastra. De esta forma, toma un trabajo en el mismo hotel y descubre que ésta tiene una relación sexual con el director del establecimiento.
La nueva cinta del escocés David Mackenzie, autor anteriormente de films como "Asylum" o "Young Adam" sigue un esquema parecido: dramas duros con una intriga criminal dentro, pasiones humanas que empiezan o acaban en muerte violenta. "Hallam Foe" ha gustado, aunque no llegue a ser una gran película.
Precedida por una polémica de censura política, ha llegado al concurso de la Berlinale "Ping Guo" (Perdidos en Beijing, traducción del título internacional), un drama social que ahonda en las contradicciones de la nueva situación social en la capital china, destino de una importante emigración del mundo rural, donde las oportunidades son cada vez menos. Sin embargo, la moderna Beijing ofrece al joven matrimonio compuesto por la bella Liu Ping Guo y su marido An Kun, que al poco de llegar obtienen trabajo ella como masajista y él como limpiacristales. La situación para ambos parece ir por caminos de prosperidad hasta que el jefe de Ping Guo aprovecha que ésta ha bebido más de la cuenta en una fiesta de empleados para violarla. An Kun, testigo lejano, encuentra un rápido remedio a su ira y sed de venganza: chantajear al violador con dinero y la exigencia de tener sexo con su esposa. Aunque el acosador acepta, meses después la situación se complica al quedar Ping Guo embarazada y An Kun plantear un nuevo acuerdo: cederle a la criatura que puede muy bien ser hijo suyo a cambio de más dinero.
A las autoridades chinas, en vísperas de los Juegos Olímpicos, no les hace la menor gracia que se ofrezca esta imagen de amorales ambiciones personales fruto del desarrollo económico. Todas las producciones del país, incluída la de Li Yu, deben pasar censura, y a pesar del tira y afloja, "Ping Guo", sólo fue autorizada con cortes. Ello afecta no sólo al estreno en China, sino también a las copias que se presenten en festivales o se distribuyan en el extranjero. Quien no acepte esas condiciones se expone a represalias profesionales en el país.
La Berlinale ha jugado la carta del misterio hasta el último momento, y sólo este mismo viernes la prensa industrial aseguraba que la versión que opta al Oso de Oro es la íntegra, la misma que se pasó días pasados en las proyecciones privadas del mercado berlinés (EFM). Por ahora no se sabe cómo reaccionarán los censores del gigante asiático, pero al menos la audacia de Li Yu respaldada por el festival ha sido agradecida por la prensa, que dificilmente hubiese tragado la versión censurada del film.
Drama de notable crudeza, como puede deducirse de la sinopsis antes resumida, "Ping Guo" puede aspirar a premio, más por su temática y sus connotaciones políticas que por sus excelencias cinematográfcas, que las tiene sin duda, aunque dudamos que suficientes para un Oso de Oro.
Ciertamente la suerte del palmarés está en el aire. "Irina Palm" se perfila como causa de un probable Oso para su protagonista, Marianne Faithfull, muy disputado con la francesa Marion Cotillard ("La môme"). Las esperanzas locales están depositadas en la muy interesante "Die falscher" y las latinas más en "O ano em que meus pais saíram de férias", de Cao Hamburger, que en "El otro", de Ariel Rotter. André Techiné tampoco sería descartable con su "Les temoins", y quizás la principal carta norteamericana con posibilidades sea la de "The good shepherd", de Robert de Niro. No olvidemos tampoco que el festival se cierra este sábado con un film que compite también, "Angel", del reconocido François Ozon, y que en esta penúltima jornada las cintas de Menzel y Li Yu han obtenido no pocos adeptos. Aunque el festival acaba sus proyecciones el domingo, el palmarés se conocerá en la noche europea de la víspera.
El Festival de Berlín termina su competencia y entrega premios el mismo dia, este sábado, pero hasta la víspera los pronósticos están abiertos y al menos dos de las cintas que han concursado el viernes tienen opciones de premio, la comedia con la que vuelve a la realización uno de los más populares directores checos, Jirí Menzel, "Obsluhoval jsem anglického krále", y la descarnada historia de chantaje y ambiciones nada "socialistas" llegada de China, "Ping Guo", cuya directora Li Yu finalmente decidió proyectar sin los cortes que le impuso la censura, arriesgándose a represalias. El día se completó con otro film nada desdeñable, el escocés "Hallam Foe".
Aunque hace cinco años dirigió uno de los cortos recogidos en "Ten minutes older: The cello", Jirí Menzel lllevaba doce sin filmar un largometraje. El último fue "Las aventuras de Iván Chonkin" (1994). No puede decirse que el maestro de la comedia checa, uno de los ilustradores cinematográficos del espíritu de la "Primavera de Praga" en los años 60, haya para nada perdido el pulso. Al contrario, parece que en este tiempo ha ido acumulando buenas ideas, visuales y humorísticas, para plasmarlas en esta "Obsluhoval jsem anglického krále" (Yo serví al Rey de Inglaterra), un divertimento grato a la vista... y casi al gusto, dada la exhibición de comida y cerveza que prolifera en la misma.
Se trata de una comedia biográfica de origen literario que recorre las andanzas desde la primera juventud en las primeras décadas del siglo pasado hasta los años 60 de un camarero llamado Jan Dites (interpretado primero por Ivan Barnev y luego por Oldrich Kaiser), simpático personaje cuya escasa talla contrasta con su inteligencia y ambiciones de ser un día millonario. Este objetivo lo logra desgraciadamente para él en vísperas del advenimiento del régimen comunista en Checoslovaquia, que le arrabata sus propiedades y lo encarcela por 15 años.
Aunque hay una cierta reiteración de situaciones, "Yo serví al Rey de Inglaterra" es una de esas películas que se disfrutan (especialmente por el público masculino), por tener chispa, divertidas situaciones, chistes inteligentes y una panoplia de señoritas estupendas con muy poco ropa. Los placeres de la vida (encabezados por el sexo, la comida y la bebida) son el motor de este personaje, un superviviente nato, que debe enfrentarse a situaciones tan adversas como la invasión nazi o la cárcel. No es la típica película que convence a los críticos más sesudos, aunque sí al espectador medio, y Jirí Menzel lleva tiempo sin trabajar como para tener un reconocimiento en el palmarés. Así que todo es posible este sábado...
"Hallam Foe", que recibe su título del nombre y apellido del protagonista principal (Jamie Bell, el otrora niño que quería hacer ballet en "Billy Elliot"), cuenta como un adolescente vive obsesionado por la muerte ahogada de su madre, un aparente accidente que él cree crimen con una culpable: su actual madrastra. Para certificar sus sospechas, Hallam empieza a espiar a la atractiva mujer, pero a la par que encuentra nuevas evidencias en su contra, no puede evitar sentirse más atraído por ella. Por ello, decide huir del hogar familiar en la campiña escocesa y viaja a Edimburgo, donde se cruza con una chica que trabaja en un hotel y repite la experiencia de vigilancia que ya había ejercido con su madrastra. De esta forma, toma un trabajo en el mismo hotel y descubre que ésta tiene una relación sexual con el director del establecimiento.
La nueva cinta del escocés David Mackenzie, autor anteriormente de films como "Asylum" o "Young Adam" sigue un esquema parecido: dramas duros con una intriga criminal dentro, pasiones humanas que empiezan o acaban en muerte violenta. "Hallam Foe" ha gustado, aunque no llegue a ser una gran película.
Precedida por una polémica de censura política, ha llegado al concurso de la Berlinale "Ping Guo" (Perdidos en Beijing, traducción del título internacional), un drama social que ahonda en las contradicciones de la nueva situación social en la capital china, destino de una importante emigración del mundo rural, donde las oportunidades son cada vez menos. Sin embargo, la moderna Beijing ofrece al joven matrimonio compuesto por la bella Liu Ping Guo y su marido An Kun, que al poco de llegar obtienen trabajo ella como masajista y él como limpiacristales. La situación para ambos parece ir por caminos de prosperidad hasta que el jefe de Ping Guo aprovecha que ésta ha bebido más de la cuenta en una fiesta de empleados para violarla. An Kun, testigo lejano, encuentra un rápido remedio a su ira y sed de venganza: chantajear al violador con dinero y la exigencia de tener sexo con su esposa. Aunque el acosador acepta, meses después la situación se complica al quedar Ping Guo embarazada y An Kun plantear un nuevo acuerdo: cederle a la criatura que puede muy bien ser hijo suyo a cambio de más dinero.
A las autoridades chinas, en vísperas de los Juegos Olímpicos, no les hace la menor gracia que se ofrezca esta imagen de amorales ambiciones personales fruto del desarrollo económico. Todas las producciones del país, incluída la de Li Yu, deben pasar censura, y a pesar del tira y afloja, "Ping Guo", sólo fue autorizada con cortes. Ello afecta no sólo al estreno en China, sino también a las copias que se presenten en festivales o se distribuyan en el extranjero. Quien no acepte esas condiciones se expone a represalias profesionales en el país.
La Berlinale ha jugado la carta del misterio hasta el último momento, y sólo este mismo viernes la prensa industrial aseguraba que la versión que opta al Oso de Oro es la íntegra, la misma que se pasó días pasados en las proyecciones privadas del mercado berlinés (EFM). Por ahora no se sabe cómo reaccionarán los censores del gigante asiático, pero al menos la audacia de Li Yu respaldada por el festival ha sido agradecida por la prensa, que dificilmente hubiese tragado la versión censurada del film.
Drama de notable crudeza, como puede deducirse de la sinopsis antes resumida, "Ping Guo" puede aspirar a premio, más por su temática y sus connotaciones políticas que por sus excelencias cinematográfcas, que las tiene sin duda, aunque dudamos que suficientes para un Oso de Oro.
Ciertamente la suerte del palmarés está en el aire. "Irina Palm" se perfila como causa de un probable Oso para su protagonista, Marianne Faithfull, muy disputado con la francesa Marion Cotillard ("La môme"). Las esperanzas locales están depositadas en la muy interesante "Die falscher" y las latinas más en "O ano em que meus pais saíram de férias", de Cao Hamburger, que en "El otro", de Ariel Rotter. André Techiné tampoco sería descartable con su "Les temoins", y quizás la principal carta norteamericana con posibilidades sea la de "The good shepherd", de Robert de Niro. No olvidemos tampoco que el festival se cierra este sábado con un film que compite también, "Angel", del reconocido François Ozon, y que en esta penúltima jornada las cintas de Menzel y Li Yu han obtenido no pocos adeptos. Aunque el festival acaba sus proyecciones el domingo, el palmarés se conocerá en la noche europea de la víspera.
- © K. Ozga (Berlín)-NOTICINE.com/Fotos:Reuters-AP
Berlinale 07: Jennifer López conquista a los fotógrafos pero es abucheada por la crítica
15-II-07
Hay veces que el "glamour" no perdona. El cine de Jennifer López, descubierta por Gregory Nava -pero no en "Selena" como estamos leyendo estos días sino en la anterior "My family"- no es del gusto de los críticos, que esperaban su "Ciudad del silencio" (Bordertown) este jueves en la Berlinale "de uñas". Al final algunos la abuchearon, pero la bella y curvilínea estrella de raíces boricuas acaparó todo el protagonismo de la jornada, se llevó su premio de Amnistía Internacional y colaboró a denunciar en un foro de casi 4.000 periodistas los asesinatos de Ciudad Juárez, que ya es bastante... En la carrera por los Osos acompañaron a esta intriga periodístico-criminal dos ladrillos considerables, la china "Hyazgar", y la francesa "Ne touchez pas la hache", que son todo lo contrario: profundamente anticomerciales.
Jennifer López se llevará de Berlín no sólo su cuota de protagonismo glamouroso (una de las ruedas de prensa más multitudinarias) sino un premio seguro para su película. Ya que en el palmarés oficial a pesar de que "Ciudad del silencio" compite es bastante discutible que pueda figurar el próximo sábado, al menos Amnistría Intenacional sí ha querido respaldar su propio apoyo a la denuncia internacional de los crímenes de Ciudad Juárez.
En "Ciudad del silencio" es una reportera norteamericana que acude a Ciudad Juárez a informar sobre las desapariciones y asesinatos no resueltos de cientos de jóvenes trabajadoras de las maquiladoras, y allí -en unión del periodista local Antonio Banderas- se ve directamente implicada en la supervivencia de una joven que logró escapar de una muerte segura (Maya Zapata).
A una buena parte de la crítica López no le cae bien, por su trayectoria fílmica y musical, y había cierto prejuicio que explica las carcajadas en determinados momentos dramáticos o de tensión en el film. No es "Ciudad del silencio" una buena película, y probablemente habrá reproches al festival por aceptarla, pero ¿a qué director de certamen no le gustaría tener pisando la alfombra roja a Jennifer López y Antonio Banderas?
Imaginamos que a todos nos hubiera encantado que la cinta dirigida por Gregory Nava fuese más inspirada, menos "hollywoodiense" en el peor de los sentidos, más rigurosa... pero también puede pensarse que "a caballo regalado...". Es evidente que una producción independiente y menos comercial -ya las ha habido- no hubiese llegado más lejos en la atención mediática, y el principal problema de los asesinatos de Ciudad Juárez es su solución: la difusión. No se ha querido durante años y años investigar en profundidad y se ha intentado acallar los gritos de los familiares de las desaparecidas y asesinadas. Como hoy decía en Berlín la madre de una de ellas, invitada por la productora a dar su testimonio, la presión de la opinión pública internacional es la única que puede contribuir a exclarecer los cientos de crimenes.
Por su parte, Gregory Nava -quien se ha decantado por el didactismo y la simplificación- reconocía que aunque el guión fue previo y no un encargo de J.Lo, sin su presencia en el reparto y como productora esta película no hubiera sido posible. La estrella explicó por su lado que lo el público verá en la pantalla "no es una historia inventada en Hollywood sino una historia real. Lo que van a ver, un poco edulcorado porque lo contrario hubiera sido demasiado cruel, ya que casi a diario se repite". Y recordó que desde 1993 han sido asesinadas más de 400 mujeres y niñas en Ciudad Juárez y Chihuahua. En la mayor parte de los casos eran muchachas jóvenes,de entre los 13 y los 22 años -hubo incluso el caso de una niña de 7- y origen humilde. Fueron secuestradas, violadas, estranguladas, mutiladas, torturadas y tiradas en basureros o abandonadas en descampados.
Respecto de las dos otras cintas que hoy compitieron por el Oso, su denominador común fue el sopor, aunque si en la china "Hyazgar", de Zhang Lu, se trata de contemplación, paisajes, apenas diálogos, y en la francesa "Ne touchez pas la hache", de Jacques Rivette de todo lo contrario: interminables intercambios de palabras más literarios que los escritos por Balzac en la novela que la inspira. Estamos ante dos productos más pesados que kilo y medio de gnoccis con salsa de crema. A estas alturas, en la recta final del festival, pocos soportan el cine "de autor" de alto calibre. Siempre hay respectuosos, y el superviviente de la Nouvelle Vague Jacques Rivette fue aplaudido al final por algunos de los que no se fueron antes de la sala.
Hay veces que el "glamour" no perdona. El cine de Jennifer López, descubierta por Gregory Nava -pero no en "Selena" como estamos leyendo estos días sino en la anterior "My family"- no es del gusto de los críticos, que esperaban su "Ciudad del silencio" (Bordertown) este jueves en la Berlinale "de uñas". Al final algunos la abuchearon, pero la bella y curvilínea estrella de raíces boricuas acaparó todo el protagonismo de la jornada, se llevó su premio de Amnistía Internacional y colaboró a denunciar en un foro de casi 4.000 periodistas los asesinatos de Ciudad Juárez, que ya es bastante... En la carrera por los Osos acompañaron a esta intriga periodístico-criminal dos ladrillos considerables, la china "Hyazgar", y la francesa "Ne touchez pas la hache", que son todo lo contrario: profundamente anticomerciales.
Jennifer López se llevará de Berlín no sólo su cuota de protagonismo glamouroso (una de las ruedas de prensa más multitudinarias) sino un premio seguro para su película. Ya que en el palmarés oficial a pesar de que "Ciudad del silencio" compite es bastante discutible que pueda figurar el próximo sábado, al menos Amnistría Intenacional sí ha querido respaldar su propio apoyo a la denuncia internacional de los crímenes de Ciudad Juárez.
En "Ciudad del silencio" es una reportera norteamericana que acude a Ciudad Juárez a informar sobre las desapariciones y asesinatos no resueltos de cientos de jóvenes trabajadoras de las maquiladoras, y allí -en unión del periodista local Antonio Banderas- se ve directamente implicada en la supervivencia de una joven que logró escapar de una muerte segura (Maya Zapata).
A una buena parte de la crítica López no le cae bien, por su trayectoria fílmica y musical, y había cierto prejuicio que explica las carcajadas en determinados momentos dramáticos o de tensión en el film. No es "Ciudad del silencio" una buena película, y probablemente habrá reproches al festival por aceptarla, pero ¿a qué director de certamen no le gustaría tener pisando la alfombra roja a Jennifer López y Antonio Banderas?
Imaginamos que a todos nos hubiera encantado que la cinta dirigida por Gregory Nava fuese más inspirada, menos "hollywoodiense" en el peor de los sentidos, más rigurosa... pero también puede pensarse que "a caballo regalado...". Es evidente que una producción independiente y menos comercial -ya las ha habido- no hubiese llegado más lejos en la atención mediática, y el principal problema de los asesinatos de Ciudad Juárez es su solución: la difusión. No se ha querido durante años y años investigar en profundidad y se ha intentado acallar los gritos de los familiares de las desaparecidas y asesinadas. Como hoy decía en Berlín la madre de una de ellas, invitada por la productora a dar su testimonio, la presión de la opinión pública internacional es la única que puede contribuir a exclarecer los cientos de crimenes.
Por su parte, Gregory Nava -quien se ha decantado por el didactismo y la simplificación- reconocía que aunque el guión fue previo y no un encargo de J.Lo, sin su presencia en el reparto y como productora esta película no hubiera sido posible. La estrella explicó por su lado que lo el público verá en la pantalla "no es una historia inventada en Hollywood sino una historia real. Lo que van a ver, un poco edulcorado porque lo contrario hubiera sido demasiado cruel, ya que casi a diario se repite". Y recordó que desde 1993 han sido asesinadas más de 400 mujeres y niñas en Ciudad Juárez y Chihuahua. En la mayor parte de los casos eran muchachas jóvenes,de entre los 13 y los 22 años -hubo incluso el caso de una niña de 7- y origen humilde. Fueron secuestradas, violadas, estranguladas, mutiladas, torturadas y tiradas en basureros o abandonadas en descampados.
Respecto de las dos otras cintas que hoy compitieron por el Oso, su denominador común fue el sopor, aunque si en la china "Hyazgar", de Zhang Lu, se trata de contemplación, paisajes, apenas diálogos, y en la francesa "Ne touchez pas la hache", de Jacques Rivette de todo lo contrario: interminables intercambios de palabras más literarios que los escritos por Balzac en la novela que la inspira. Estamos ante dos productos más pesados que kilo y medio de gnoccis con salsa de crema. A estas alturas, en la recta final del festival, pocos soportan el cine "de autor" de alto calibre. Siempre hay respectuosos, y el superviviente de la Nouvelle Vague Jacques Rivette fue aplaudido al final por algunos de los que no se fueron antes de la sala.
- © K. Ozga (Berlín)-NOTICINE.com/Fotos:Reuters-AP
Berlín 07: Sionistas en acción y un fallido cuento psicoanalítico-fantástico
14-II-07
Tres cintas se presentaron este miércoles de San Valentín en el Festival Internacional de Cine de Berlín. Contra el clima de la fecha, amor, más bien hubo poco, y guerra y sangre, por un tubo... Las estrellas, en este día de transición, también brillaron por su ausencia. No las había en los repartos, ni siquiera en la violenta superproducción "300", que se presentó fuera de concurso. Por el Oso compitieron la israelí "Beaufort" y la alemana "Yella", que convencieron más bien poco al respetable.
"Beaufort", de Joseph Cedar, es una bienintencionada película israelí que no puede evitar a la postre glorificar a sus buenos chicos en el Líbano, los que durante años defendieron unas recónditas instalaciones militares junto a un castillo medieval en ruinas. Perdidos en medio de la desértica nada y periodicamente atacados con cohetes por Izbolah, los muchachos se plantean qué pintan en ese risco en tierra extraña, con un enemigo al que nunca ven. La película pretende ser según sus autores "apolítica" y denunciar la tontería de estar en medio de territorio enemigo justo por defender no se sabe qué, pero es difícil abstraerse de que por mucho que esos jóvenes sean simpáticos muchachos, otros colegas suyos son los que muy lejos del Berlinale Palast matan adolescentes palestinos, destruyen casas en Cisjordania, y hace unos meses bombardeaban a mujeres y niños en ese mismo sur del Líbano (la película se desarrolla en la retirada israelí de 2002) o levantan muros.
Dirigida por Christian Petzold, la producción local "Yella" se sitúa bastante por debajo del listón que dejó la anterior cinta alemana a concurso, "Die falscher". Se trata de un drama en su mayor parte soñado (como veremos al final) por parte de una joven mujer (la atractiva figura local Nina Hoss) que -acosada por su violento ex marido- decide marcharse a otra ciudad a asumir un puesto de trabajo como contable. Este la acompaña a la estación, y después de una discusión decide quitarse de enmedio llevándosela a ella por delante. Así, da un volantazo y lanza su todoterreno con ambos dentro al río.
En la siguiente escena vemos como los dos salen vivos del agua. Ella, que recupera consciencia antes, toma el tren que tenía previsto y en Hannover vive extrañas aventuras llenas de símbolos, visiones, dinero negro, manejos empresariales turbios, y hasta un nuevo amor. El final, que pretende ser sorprendente, nos lo quiere explicar todo. Entendido o no, el caso es que el film decepcionó a la mayoría, y hasta hubo abucheos a pesar de haber un teórico público alemán. No se le puede negar que la trama tiene su intriga y hasta algunos chistes simpáticos en el guión, pero con la manía de enclavarla en el género fantástico (¿estará en Sitges?) Petzold se lía tanto que acaba ahogado como su protagonista.
Lo más divertido de "300" es jugar al "antisionismo", ya metidos en faena hoy gracias a "Beaufort". Más de uno habrá pensado tras ver la retahila de apelaciones al honor, la defensa de la familia, la cultura occidental, el elogio de la guerra como necesidad última para preservar todos esos valores tradicionales que hoy se consideran como mínimo en discusión, al que estrategicamente se une también la libertad. Los 300 espartanos van a liquidar solitos buena parte del Imperio Persa, comandando por el poderoso Xerxes, que para más inri parece la ganadora del concurso de "drag-queens" en el carnaval de Tenerife. Persia es -por si alguien no lo sabe- nada menos que el actual Irán (o sea los malos son los iraníes).
A la salida de la sala, tras los abucheos, se hacían apuestas chistosas sobre si esta película estaba directamente financiada por el Pentágono y la CIA o por el "lobby" judío de Hollywood (varios destacados miembros de esa comunidad participan en la producción, encabezados por Mark Canton). En estos tiempos donde casi nadie se atreve a no reconocer el desastre de Irak y lo mal que llevamos esa "guerra al terror", cuando Irán decide tener un poder nuclear -como por cierto lo tienen sus vecinos israelíes- y tras la derrota y ejecución de Sadam es el nuevo enemigo público número uno para Bush, qué mejor que estrenar una película muy bien hecha, genial para los jóvenes gringos de menos de 20 años, sedientos de edificantes historias de honor salpicadas (nunca mejor dicho) de sangre y gloriosas batallas recreadas por ordenador. Esto de dar moral a la futura tropa ya lo hacía Hollywood en los 40 con películas propagandísticas pero con un guión digno de tal nombre.
Técnicamente, aunque quien espere ver una especie de segunda edición estética de "Sin City" (Frank Miller es el autor del comic que la inspira) quedará defraudado, "300" es impecable. Sólo puede criticarse que algunos de sus efectos digitales "canten", como lo de poner más barcos persas en el mar que aquellos de "Troya", algo así como un atasco en hora punta en el DF, Buenos Aires o Madrid. Casi no hay decorados de verdad, todo son hermosos u oscuros paisajes en pixeles, y hasta los personajes reales se han retocado informaticamente para que parezcan más héroes de comic.
En resumidas cuentas, mucha violencia, mucha sangre, mucha defensa del honor, la patria y la familia, y mucha guerra al enemigo iraní... Más que un comic parece un video-juego. Por muy poca visión crítica que se tenga, algo chirría demasiado en "300", donde al pobre Rodrigo Santoro, ídolo de las jovencitas latinoamericanas, le ha tocado el papel de ese Xerxes vestido por Jean Paul Gaultier.
Tres cintas se presentaron este miércoles de San Valentín en el Festival Internacional de Cine de Berlín. Contra el clima de la fecha, amor, más bien hubo poco, y guerra y sangre, por un tubo... Las estrellas, en este día de transición, también brillaron por su ausencia. No las había en los repartos, ni siquiera en la violenta superproducción "300", que se presentó fuera de concurso. Por el Oso compitieron la israelí "Beaufort" y la alemana "Yella", que convencieron más bien poco al respetable.
"Beaufort", de Joseph Cedar, es una bienintencionada película israelí que no puede evitar a la postre glorificar a sus buenos chicos en el Líbano, los que durante años defendieron unas recónditas instalaciones militares junto a un castillo medieval en ruinas. Perdidos en medio de la desértica nada y periodicamente atacados con cohetes por Izbolah, los muchachos se plantean qué pintan en ese risco en tierra extraña, con un enemigo al que nunca ven. La película pretende ser según sus autores "apolítica" y denunciar la tontería de estar en medio de territorio enemigo justo por defender no se sabe qué, pero es difícil abstraerse de que por mucho que esos jóvenes sean simpáticos muchachos, otros colegas suyos son los que muy lejos del Berlinale Palast matan adolescentes palestinos, destruyen casas en Cisjordania, y hace unos meses bombardeaban a mujeres y niños en ese mismo sur del Líbano (la película se desarrolla en la retirada israelí de 2002) o levantan muros.
Dirigida por Christian Petzold, la producción local "Yella" se sitúa bastante por debajo del listón que dejó la anterior cinta alemana a concurso, "Die falscher". Se trata de un drama en su mayor parte soñado (como veremos al final) por parte de una joven mujer (la atractiva figura local Nina Hoss) que -acosada por su violento ex marido- decide marcharse a otra ciudad a asumir un puesto de trabajo como contable. Este la acompaña a la estación, y después de una discusión decide quitarse de enmedio llevándosela a ella por delante. Así, da un volantazo y lanza su todoterreno con ambos dentro al río.
En la siguiente escena vemos como los dos salen vivos del agua. Ella, que recupera consciencia antes, toma el tren que tenía previsto y en Hannover vive extrañas aventuras llenas de símbolos, visiones, dinero negro, manejos empresariales turbios, y hasta un nuevo amor. El final, que pretende ser sorprendente, nos lo quiere explicar todo. Entendido o no, el caso es que el film decepcionó a la mayoría, y hasta hubo abucheos a pesar de haber un teórico público alemán. No se le puede negar que la trama tiene su intriga y hasta algunos chistes simpáticos en el guión, pero con la manía de enclavarla en el género fantástico (¿estará en Sitges?) Petzold se lía tanto que acaba ahogado como su protagonista.
Lo más divertido de "300" es jugar al "antisionismo", ya metidos en faena hoy gracias a "Beaufort". Más de uno habrá pensado tras ver la retahila de apelaciones al honor, la defensa de la familia, la cultura occidental, el elogio de la guerra como necesidad última para preservar todos esos valores tradicionales que hoy se consideran como mínimo en discusión, al que estrategicamente se une también la libertad. Los 300 espartanos van a liquidar solitos buena parte del Imperio Persa, comandando por el poderoso Xerxes, que para más inri parece la ganadora del concurso de "drag-queens" en el carnaval de Tenerife. Persia es -por si alguien no lo sabe- nada menos que el actual Irán (o sea los malos son los iraníes).
A la salida de la sala, tras los abucheos, se hacían apuestas chistosas sobre si esta película estaba directamente financiada por el Pentágono y la CIA o por el "lobby" judío de Hollywood (varios destacados miembros de esa comunidad participan en la producción, encabezados por Mark Canton). En estos tiempos donde casi nadie se atreve a no reconocer el desastre de Irak y lo mal que llevamos esa "guerra al terror", cuando Irán decide tener un poder nuclear -como por cierto lo tienen sus vecinos israelíes- y tras la derrota y ejecución de Sadam es el nuevo enemigo público número uno para Bush, qué mejor que estrenar una película muy bien hecha, genial para los jóvenes gringos de menos de 20 años, sedientos de edificantes historias de honor salpicadas (nunca mejor dicho) de sangre y gloriosas batallas recreadas por ordenador. Esto de dar moral a la futura tropa ya lo hacía Hollywood en los 40 con películas propagandísticas pero con un guión digno de tal nombre.
Técnicamente, aunque quien espere ver una especie de segunda edición estética de "Sin City" (Frank Miller es el autor del comic que la inspira) quedará defraudado, "300" es impecable. Sólo puede criticarse que algunos de sus efectos digitales "canten", como lo de poner más barcos persas en el mar que aquellos de "Troya", algo así como un atasco en hora punta en el DF, Buenos Aires o Madrid. Casi no hay decorados de verdad, todo son hermosos u oscuros paisajes en pixeles, y hasta los personajes reales se han retocado informaticamente para que parezcan más héroes de comic.
En resumidas cuentas, mucha violencia, mucha sangre, mucha defensa del honor, la patria y la familia, y mucha guerra al enemigo iraní... Más que un comic parece un video-juego. Por muy poca visión crítica que se tenga, algo chirría demasiado en "300", donde al pobre Rodrigo Santoro, ídolo de las jovencitas latinoamericanas, le ha tocado el papel de ese Xerxes vestido por Jean Paul Gaultier.
- © K. Ozga (Berlín)-NOTICINE.com/Fotos:Reuters-AP
Berlín 07: Papeles para lucirse y estrellas de todos los colores
13-II-07
El festival de Berlín ha sido testigo este martes de dos soberbias interpretaciones "de premio", la del argentino Julio Chávez en "El otro" y la cantante y actriz británica Marianne Faithfull en "Irina Palm", mientras fuera de concurso levantaron el interés de las cámaras Lauren Bacall, protagonista junto a Woody Harrelson de "Walker", película realizada por el miembro del jurado Paul Schrader, y el español Antonio Banderas, quien el jueves sí concursará pero como actor (en "Ciudad del silencio"), y antes ha presentado su nueva realización, "El camino de los ingleses" en el apartado informativo Panorama.
Al igual que ocurrió el año pasado con otra producción argentina en la competencia por los Osos, "El custodio" (también por cierto protagonizada por Chávez), la única cinta en español que opta a premio, "El otro", del argentino Ariel Rotter, no sólo tiene coproducción alemana, sino que igualmente recibió previamente un apoyo a su guión por parte de la fundación vinculada al certamen germano. Esto obviamente le ha abierto puertas habitualmente cerradas a otros producciones latinas en la Berlinale.
Hay alguna concomitancia más entre "El otro" y "El custodio": el lento ritmo de su metraje, aunque bien es cierto que Rotter tiene entre manos una historia con bastante más sustancia que la de su compatriota Rodrigo Moreno. Chávez dispone además de un personaje con más registros dramáticos, lo que le permite brillar por encima de su ya más que notable papel de guardaespaldas.
En "El otro", el prestigioso actor argentino es Juan Desouza, un abogado de mediana edad que está a punto de tener un hijo y paralelamente asiste a la decadencia física de su padre. En clara crisis vital, durante un viaje de trabajo, la muerte súbita de su compañero de asiento en el autobús agudiza su angustia frente al final de la vida. Por ello, decide adoptar la personalidad del fallecido. "El personaje busca entender el ciclo de la vida", ha explicado Rotter a la prensa. El realizador de "Sólo por hoy" ha reconocido que siempre pensó en Chávez como protagonista, y que sin su concurso la película hubiera sido casi imposible.
El cine británico lleva años mostrando al mundo que nada mejor que el sexo para ganar dinero rápido. Fueron los parados de "Full Monty" los primeros en exhibirse en un escenario, y les siguieron las maduras damas benefactoras de "Las chicas del calendario", pero ahora, de la mano de Marianne Faithfull (y nunca mejor dicho), llega un poco más allá... La veterana cantante, convertida en la abuela viuda Maggie, debe resolver el grave problema que afecta a su descendencia. Una enfermedad aqueja a su nieto, y se precisa una gran inversión para procurar en Australia la curación. Por ello, la siempre comedida y fiel a su difunto esposo se convierte en Irina Palm, la "masajista" más popular del "puti-club", con una técnica novedosa importada de Japón que consiste en que el cliente introduce su miembro por un orificio y del otro lado una mano femenina "amiga" elimina todas sus tensiones. Evidentemente nadie sabe que Irina no es una jovencita, sino toda una cincuentona de hasta ese momento probada moralidad.
El director del film, Sam Garbarski, pudiendo hacer con esta trama una comedia como las antes citadas, se decanta por el drama, aunque obviamente tanto diálogos como situaciones no dejan de provocar algunas risas. La trama, muy simple, se enriquece gracias a la imaginación de Garbaski y sus coguionistas Philippe Blasband y Martin Herron, que han aportado además emotividad, y sobre todo sobresale Faithfull con su fuerza, vitalidad y calidades interpretativas. Los aplausos fueron muy numerosos.
La Sección Oficial ofreció para completar la jornada "El acompañante" (The walker), lo último del guionista y director Paul Schrader, de no muy abundante -ni afortunada en términos comerciales- carrera en los últimos años. El autor de "American gigolo", retoma ciertos elementos de aquella cinta para contar una intriga criminal en la que se ve implicado un hombre homosexual, que se gana la vida como acompañante de distinguidas damas en las galas de ópera de Washington. Una de ellas está interpretada por Lauren Bacall, quien aquí en Berlín ha manifestado que a los 82 años está aún más que dispuesta a trabajar en el cine.
"Summer rain" (Lluvia de verano) es el título internacional de la segunda película de Antonio Banderas como realizador, "El camino de los ingleses", que aquí participa en el apartado Panorama, tras haber tenido su estreno internacional hace pocas semanas en Sundance. La habitual locuacidad y "buen rollo" del popular astro malagueño sedujo a la prensa internacional, que ha dado a este film, acogido tibiamente, mucha más difusión que la gran mayoría de los títulos de la misma sección.
En la rueda de prensa posterior, Banderas repitió los mensajes ya dichos cuando estrenó en España el pasado noviembre: que se siente mucho más "él mismo" tras la cámara, y que espera no pasar otros siete años entre realización y realización. El más internacional de los actores españoles, afincado en Hollywood, añadió que a través de su productora Green Moon espera no sólo responsabilizarse de sus propias películas sino de la de otros, e invitó a los jóvenes cineastas a enviarle guiones y cortos "para poder darles la oportunidad de contar sus historias".
El festival de Berlín ha sido testigo este martes de dos soberbias interpretaciones "de premio", la del argentino Julio Chávez en "El otro" y la cantante y actriz británica Marianne Faithfull en "Irina Palm", mientras fuera de concurso levantaron el interés de las cámaras Lauren Bacall, protagonista junto a Woody Harrelson de "Walker", película realizada por el miembro del jurado Paul Schrader, y el español Antonio Banderas, quien el jueves sí concursará pero como actor (en "Ciudad del silencio"), y antes ha presentado su nueva realización, "El camino de los ingleses" en el apartado informativo Panorama.
Al igual que ocurrió el año pasado con otra producción argentina en la competencia por los Osos, "El custodio" (también por cierto protagonizada por Chávez), la única cinta en español que opta a premio, "El otro", del argentino Ariel Rotter, no sólo tiene coproducción alemana, sino que igualmente recibió previamente un apoyo a su guión por parte de la fundación vinculada al certamen germano. Esto obviamente le ha abierto puertas habitualmente cerradas a otros producciones latinas en la Berlinale.
Hay alguna concomitancia más entre "El otro" y "El custodio": el lento ritmo de su metraje, aunque bien es cierto que Rotter tiene entre manos una historia con bastante más sustancia que la de su compatriota Rodrigo Moreno. Chávez dispone además de un personaje con más registros dramáticos, lo que le permite brillar por encima de su ya más que notable papel de guardaespaldas.
En "El otro", el prestigioso actor argentino es Juan Desouza, un abogado de mediana edad que está a punto de tener un hijo y paralelamente asiste a la decadencia física de su padre. En clara crisis vital, durante un viaje de trabajo, la muerte súbita de su compañero de asiento en el autobús agudiza su angustia frente al final de la vida. Por ello, decide adoptar la personalidad del fallecido. "El personaje busca entender el ciclo de la vida", ha explicado Rotter a la prensa. El realizador de "Sólo por hoy" ha reconocido que siempre pensó en Chávez como protagonista, y que sin su concurso la película hubiera sido casi imposible.
El cine británico lleva años mostrando al mundo que nada mejor que el sexo para ganar dinero rápido. Fueron los parados de "Full Monty" los primeros en exhibirse en un escenario, y les siguieron las maduras damas benefactoras de "Las chicas del calendario", pero ahora, de la mano de Marianne Faithfull (y nunca mejor dicho), llega un poco más allá... La veterana cantante, convertida en la abuela viuda Maggie, debe resolver el grave problema que afecta a su descendencia. Una enfermedad aqueja a su nieto, y se precisa una gran inversión para procurar en Australia la curación. Por ello, la siempre comedida y fiel a su difunto esposo se convierte en Irina Palm, la "masajista" más popular del "puti-club", con una técnica novedosa importada de Japón que consiste en que el cliente introduce su miembro por un orificio y del otro lado una mano femenina "amiga" elimina todas sus tensiones. Evidentemente nadie sabe que Irina no es una jovencita, sino toda una cincuentona de hasta ese momento probada moralidad.
El director del film, Sam Garbarski, pudiendo hacer con esta trama una comedia como las antes citadas, se decanta por el drama, aunque obviamente tanto diálogos como situaciones no dejan de provocar algunas risas. La trama, muy simple, se enriquece gracias a la imaginación de Garbaski y sus coguionistas Philippe Blasband y Martin Herron, que han aportado además emotividad, y sobre todo sobresale Faithfull con su fuerza, vitalidad y calidades interpretativas. Los aplausos fueron muy numerosos.
La Sección Oficial ofreció para completar la jornada "El acompañante" (The walker), lo último del guionista y director Paul Schrader, de no muy abundante -ni afortunada en términos comerciales- carrera en los últimos años. El autor de "American gigolo", retoma ciertos elementos de aquella cinta para contar una intriga criminal en la que se ve implicado un hombre homosexual, que se gana la vida como acompañante de distinguidas damas en las galas de ópera de Washington. Una de ellas está interpretada por Lauren Bacall, quien aquí en Berlín ha manifestado que a los 82 años está aún más que dispuesta a trabajar en el cine.
"Summer rain" (Lluvia de verano) es el título internacional de la segunda película de Antonio Banderas como realizador, "El camino de los ingleses", que aquí participa en el apartado Panorama, tras haber tenido su estreno internacional hace pocas semanas en Sundance. La habitual locuacidad y "buen rollo" del popular astro malagueño sedujo a la prensa internacional, que ha dado a este film, acogido tibiamente, mucha más difusión que la gran mayoría de los títulos de la misma sección.
En la rueda de prensa posterior, Banderas repitió los mensajes ya dichos cuando estrenó en España el pasado noviembre: que se siente mucho más "él mismo" tras la cámara, y que espera no pasar otros siete años entre realización y realización. El más internacional de los actores españoles, afincado en Hollywood, añadió que a través de su productora Green Moon espera no sólo responsabilizarse de sus propias películas sino de la de otros, e invitó a los jóvenes cineastas a enviarle guiones y cortos "para poder darles la oportunidad de contar sus historias".
- © K. Ozga (Berlín)-NOTICINE.com/Fotos:Reuters-AP