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Suele pasar casi todos los años: Los palmarés de las diversas secciones de Cannes premian a películas iberoamericanas, pero ello no conlleva una mayor atención de parte de Thierry Frémaux y sus seleccionadores del certamen de la Costa Azul, que siguen brindando un espacio marginal a un cine que representa a cientos de millones de personas en una veintena larga de países. En la lista de premiados de Cannes 2019, anunciada el pasado fin de semana, encontramos seis películas recompensadas, de cineastas e intérpretes de España, Brasil y Guatemala. La alegría hubiera sido completa si Pedro Almodóvar hubiera logrado esa tan ansiada como esquiva Palma de Oro, pero un año más, su maldición personal en el certamen de la riviera francesa ha hecho de las suyas.

El joven actor mexicano Armando Espitia, conocido por su participación en la celebrada película de su compatriota Amat Escalante "Heli", volvió a Cannes seis años después de presentar aquella cinta, para ahora celebrar el doble triunfo de su nuevo trabajo, que protagonizó a las órdenes del guatemalteco César Díaz, "Nuestras madres", considerada mejor opera prima del certamen y galardonada también con el premio de la Sociedad de Autores francesa en su sección, la Semana de la Crítica. NOTICINE.com hablo con él.

Por Jean-Pierre Garcia    

"La Vida Invisible de Eurídice Gusmão" es el séptimo largometraje del brasileño Karim Aïnouz, director ya seleccionado en Cannes, con la muy aclamada "Madame Satã" en 2002. Su nuevo film, un melodrama intenso, no sólo dejó un grato sabor de boca, sino que además ganó el principal premio en el apartado Un Certain Regard, segundo más importante en el festival galo.

- El cine iberoamericano se coló entre las mejores películas que compitieron durante este último Festival de Cannes, según el ranking publicado por los importantes medios de la industria del cine, Hollywood Reporter y Variety. "Canción sin nombre", de Melisa León, "Dolor y Gloria", de Pedro Almodóvar, o "A Vida Invisível de Eurídice Gusmão", de Karim Aïnouz, están entre las favoritas de estas revistas.

Por Daniela Creamer     

Ni héroe ni monstruo. Ni épico ni empático. El Tommasso Buscetta que el afamado director italiano Marco Bellocchio ha reconstruido en "Il traditore", acogido con aplausos en la recta final de la competición de Cannes, es el protagonista de veinte años de historia en Italia, en la lucha interna de la mafia entre Giovanni Bontade y Toto Riina, y el proceso instituido por el celebre juez Giovanni Falcone contra Cosa Nostra, una especie de mirilla abierta sobre un mundo muy expuesto pero bastante desconocido que el director reconstruye hábilmente con la precisión de la crónica y la fuerza del cine.