Mi balance: Festival de Cine de Panamá 2013

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'Melaza'
Por José Romero Carrillo

El mayor logro que puedo encontrarle  a este aún joven festival de cine, está en la posibilidad que le brinda a todos los espectadores -locales o no- de poder acceder a ese otro cine (tan bien expresado en el slogan publicitario del evento). Y no me estoy refiriendo a películas que hayan ganado premios como "César debe morir", "La caza" o "En la casa" que sin duda dan prestigio a certámenes como este que los pueden programar, sino a aquellas producciones propias de la región, de los países vecinos y los que no lo son tanto, pero con los que se comparte un mismo idioma y muchas otras cosas.

Es una oportunidad única, el poder encontrar en un mismo certamen, cintas de Guatemala, Cuba, Costa Rica, Ecuador, Paraguay, Uruguay, Colombia, México, Perú y del propio Panamá. Teniendo esto muy bien definido, ya podrán intuir cuales fueron las películas que busqué y por ende, las que sentía obligación de apreciar.

"Melaza", opera prima del cineasta Carlos Lechuga, es una coproducción de Cuba, Panamá y Francia que pertenece al tan mentado cine independiente cubano, ese que es producido al margen del ICAIC y que resulta mucho más factible de ubicar en festivales europeos que en tierras latinoamericanas. El mayor reto que tiene Lechuga es el de proponer una visión de la sociedad  cubana de nuestros días, y sale airoso pues sabe conducir con lucidez  un relato de fuertes resonancias políticas, cada una de sus secuencias destila la opinión de su autor que es válida, crítica y lo más importante, que no busca antojadizamente adherirse a alguna  posición política de fácil reconocimiento. Otra de sus virtudes está en exponer un Cuba más realista esperemos aleje de una vez por todas aquellas postales tropicales que nos ofrecido la isla desde hace ya varios lustros.

"Paraíso for sale", "Reinas" y "Empleadas y Patrones" son muestras de un cine panameño talentoso y vital que sabe aprovechar las posibilidades que le brinda el formato del documental para expresar aquellos fenómenos sociológicas que se dan al interior de un país, como lo hemos visto tan diverso como lo es Panamá.

Del circuito internacional, a las ya mencionadas en el primer párrafo podría agregar a "Searching for Sugar Man", "Beast of the Southern wild", "The Sessions", películas muy estimulantes y representativas del mejor cine independiente estadounidense y precisamente por esto de improbable distribución en toda Latinoamérica.

Si tuviera que elegir una sola de las noches del festival, esta sería la del martes pasado en que se realizó la entrega de los premios del primer concurso del Fondo de Cine de Panamá. Esto permitirá finalizar tres películas que ya están en su etapa final, permitirá acelerar el proceso de producción de algunos otros – y ojo al menos uno de ellos ya cuenta con el apoyo de Cinergia- y otros cuantos podrán proseguir con mayor confianza el largo proceso de desarrollo de proyectos.

Es decir, se pone en marcha todo un engranaje al interior de la cinematografía de este país, y que como sabemos no solo redituará dividendos a su sector sino a varios otros. Y esto algo de lo que IFF fue muy consiente desde el principio. Por mi cuenta, solo puedo afirmar que fui testigo de excepción del entusiasmo del espectador local al ver reflejado en la gran pantalla sus historias y costumbres, y muestra inequívoca de ello, está en que varias de las funciones de las cintas nacionales lucieran abarrotadas de público, tan igual como la última película de los octogenarios hermanos Taviani ("César debe morir") o del popular astro Ricardo Darín ("Tésis sobre un homicidio"). Si esto no es signo de aprobación ya no sabría qué pensar.