Hablamos con Carlos Bolado sobre el cine político: "No quiero ser un director sin películas"

por © Jon Apaolaza-NOTICINE.com
Carlos Bolado
El mexicano Carlos Bolado habla con convicción y vehemencia. Le pone pasión, algo raro en una promoción como la que ahora está desarrollando en el Festival de Málaga, por su película "Colosio, el asesinato", que participa en el apartado latinoamericano del certamen español. Esa misma pasión le ha tenido que resultar muy util para animarse a narrar sucesivamente tres controvertidos momentos en la historia de México y América Latina, "Tlatelolco, verano del 68", "Colosio, el asesinato', y "Olvidados", que retratan respectivamente la matanza de la plaza de las Tres Culturas en 1968, el asesinato del candidato presidencial del PRI en 1994, y la Operación Cóndor en la que las dictaduras del Cono Sur se unieron para asesinar a opositores. Sin embargo, matiza, esta "trilogía" es más fruto de la casualidad que de una previa planificación personal.

"Si siempre has cocinado bien y tienes una especialidad -explica en diálogo con NOTICINE.com-, quieren que les cocines siempre lo mismo. He hecho muchas películas diferentes pero ahora parece que sólo he hecho cine político. Todo empezó con "Tlatelolco", me lo propusieron, y yo en lugar de echarme para atrás acepte ese reto. Me gustan los retos. Además creo que hay cosas que deben conocerse. Lo considero un deber ético. Esto suena pretencioso porque la ética no está de moda, es algo que no se usa, pero algunos pensamos aún que es importante. Así que me eché para alante, cuando me lo ofrecieron. Dije sí, y una política llevó a otra. Tengo pasión por la historia y estudié sociología y me encanta investigar y difundir. Tengo seis largometrajes, si tres son políticos, los otros no lo son tanto...".

Aunque "Colosio", la película nacional más vista en México el año pasado, fue la segunda en rodarse, se estrenó primero. Bolado cuenta que con la edición de "Tlatelolco, verano del 68", que llegó por fín la semana pasada a las salas mexicanas, hubo un largo tira y afloja con su productor que ralentizó todo el proceso, aunque él hubiera preferido que se lanzara antes: " En 'Tlatelolco' tuve que lidiar con el productor, no es solo una película, es una serie de televisión, hice 12 capítulos de una serie. Tuve más control en 'Colosio', que era menos arriesgada y menos ambiciosa. Pero me siento muy orgulloso de 'Tlatelolco', por el reto de producción que significaba. Me decían que era imposible, pero yo filmé como en televisión: una hora a la semana. Hay gente que la ha criticado por ser "poco política", pero es que desde un principio era otra cosa. Yo ya hice años atrás un documental sobre ese suceso, que se pone en televisión cada año en el aniversario. Tal vez no se hizo un marketing correcto. Incluso yo quise que se llamara sólo "Verano del 68". Tal vez se haya mandado un mensaje erroneo a los primeros espectadores. En realidad es una película para jovenes, para que se interesen por su historia y luego vean la serie en televisión cuando se emita".

El cineasta mexicano subraya que su deseo hubiera sido lanzar "Tlatelolco, verano del 68" cuando surgió el movimiento Yo Soy 132, pero la larga edición de la película a partir de todo el material filmado y sus "enganches" con el productor Fernando Sariñana en la mesa de edición, junto a problemas con los derechos de algunos de los materiales originales de la época que se salvaron, fue lo que generó la tardanza en el estreno:  "Yo presenté una primera edición de la película, que no le gustó. A partir de ahí surgió una discusión que duró meses, corte por corte. Si tiene 1200 cortes, tuvimos que ir negociando uno por uno, 8 o 9 fines de semana, que eran los que él podía trabajar, con algunos agarrones".

Lo que descarta Bolado es que el hecho de que en este momento gobierne el PRI en México influya en que le vaya peor a este película que a "Colosio". No obstante, matiza que el partido que estuvo implicado en los casos de Tlatelolco y Colosio no ha cambiado: "Este PRI tiene todo que ver con el de entonces. Son las mismas personas. Tenían que haber limpiado la casa y sacado los cadáveres de los armarios, pero no lo han hecho. Es un grupo que está ahí desde los años 50".

El realizador muestra su satisfacción por el cambio de rumbo que ha dado su carrera en esta década: "Tomé una decisión de vida importante para mí. LLevaba 10 años y había hecho sólo 3 películas. Soy director, estudié para eso, no para escribir o ser productor, y en cambio en mis películas anteriores hacía de todo. Tomé una decisión en la que perdí libertad pero gané en productividad. No quiero hacer una película cada 3 o 4 años, y ahora hice 3 en 5 años. La cuestión es que para eso tienes que lidiar y negociar, colaborar y ceder. Me gusta tocar el piano a cuatro manos, a veces estoy contento con el resultado, otras no tanto. Pero prefiero esta situación a la anterior. No quiero ser un director que no hace películas".

Sobre su futuro inmediato... Por el momento se acabó la política y la historia: "Tengo pensado hacer un "remake" a finales de agosto, de una película escrita por Luis Alcoriza, en un tono de "thriller" sexual. Se llama "Tres mujeres en la hoguera", la dirigió a finales de los 70 Abel Salazar,  que hizo mucho de Drácula como actor, pero era un señor muy conservador y su película no quedó acorde con el guión, que era más atrevido. A mi me gusta el erotismo en el cine. "El imperio de los sentidos" la vi muy joven y me fascinó. Además participé en una película erótica de tres episodios que no salió. El productor y director de uno de los episodios se convirtió en funcionario público y se la guardó. Ahora me dijeron que como ya no está en el poder se va a editar en Argentina y estrenarse a final de año. Quizás si se hubiera visto en su momento mi imagen sería ahora diferente, y ya no me llamarían "El Costa Gavras mexicano" sino "El Oshima mexicano" (ríe). Eros y tanatos funcionan muy bien en mi mundo".