"Los reyes del mundo" ganó también en Biarritz y Zurich

por © Carolina G. Guerrero (Biarritz)-NOTICINE.com
Mora y su película
Mora y su película
La película de la colombiana Laura Mora, "Los reyes del mundo", sumó este pasado fin de semana dos premios más a la Concha de Oro que logró el mes pasado en San Sebastián. Se llevó las máximas recompensas del francés Festival de Biarritz, centrado en el cine latinoamericano, y en el internacional certamen suizo de Zurich. En declaraciones a NOTICINE.com, Mora dijo que los galardones recibidos son "frutos que obedecen a políticas públicas que nos han permitido hacer cine en Colombia".

El jurado de Zurich, en su acta final, dejó escrito sobre "Los reyes del mundo": "Fue una de las primeras películas que vimos y nos dejó imágenes y escenas inolvidables. Está minuciosamente elaborada y nos acerca a los jóvenes protagonistas que luchan por la libertad y la dignidad. El lenguaje cinematográfico lírico infunde a la dura realidad una dimensión metafísica. Es una historia importante y poderosa sobre los marginados de la sociedad".

A diferencia del certamen suizo, donde existe un solo premio por sección, en Biarritz el palmarés fue más amplio, y recompensó a film de Argentina, Nicaragua, Costa Rica y Chile.  "Punto rojo", del argentino Nicanor Loreti, obtuvo el premio del jurado; El premio Coup de Coeur fue para la joven actriz Daniela Marín por la costarricense "Tengo sueños eléctricos", y el público consideró su favorita a "1976", de la actriz y directora chilena Manuela Martelli. El jurado de habitantes de Biarritz y la crítica francesa coincidieron en reconocer a "La hija de todas las rabias", de la nicaragüense Laura Baumeister.

Es de justicia decir, que el Festival de Biarritz goza de muy buena salud, en cuanto acogida, calidad de las cintas y documentales presentados, y las interesantes actividades paralelas, que han completado una agenda cultural, que muchos otros festivales quisieran para sí.

En un marco incomparable como es la bella e histórica ciudad del país vasco francés, la buena vibración latina se hizo sentir, tanto en el ambiente, como en esa incombustible actividad que salía desde el Casino, donde se aunaban su mercado y varias de las actividades antes mencionadas, como presentaciones literarias, conciertos y talleres de danza, abiertos a todo aquel que quisiera participar.

Sin duda este festival da una vida extra a esta ciudad balneario, donde en la mayoría de los casos a partir de la media tarde, ya no se ve apenas gente por sus calles.

Este festival inyecta esa fuerza latina, esa alegría, y además da a conocer su cultura, y por supuesto un interesante abanico de trabajos cinematográficos que merece la pena conocer y disfrutar.

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