"Denominación de Origen" sacía apetitos fílmicos en Chile
- por © Corresponsal (Chile)-NOTICINE.com

La película chilena "Denominación de Origen", dirigida por Tomás Alzamora, llegó a las salas nacionales el pasado fin de semana con una recepción que sorprendió incluso a sus realizadores. Funciones agotadas y nuevas reprogramaciones marcaron su primer día, ubicándose entre los diez mejores estrenos del jueves, pese a contar con solo 16 copias en circulación y enfrentarse a poderosos lanzamientos de Hollywood.
Inspirada en el Movimiento Social por la Longaniza de San Carlos —que en 2018 protestó tras la decisión del INAPI de otorgar a Chillán la denominación de origen de la "Mejor Longaniza de Chile"—, el film combina ficción y documental. Rodada íntegramente en San Carlos, la cinta emplea actores naturales de la región para relatar una historia que oscila entre lo absurdo y lo conmovedor.
"Estamos asombrados por cómo el público se ha puesto la camiseta", comentó Alzamora. "Mucha gente se quedó fuera de las salas, así que reprogramamos funciones. Esperamos que esto permita mantenerla en cartelera". El director, oriundo de San Carlos, construyó una narrativa que evita la burla fácil, optando por un retrato respetuoso de sus personajes: un grupo de sancarlinos que, tras ser excluidos de un concurso gastronómico, forman un movimiento social con pancartas, estudios históricos y hasta joyería temática.
Gabriela Sandoval, distribuidora de Storyboard Media, destacó la conexión anticipada con el público: "Las funciones en festivales como Valdivia —donde ganó Premio del Público y del Jurado— o Iquique ya mostraban su potencial. Es una comedia que refleja un Chile profundo". Carlos Núñez, también parte del equipo, la definió como "la comedia del año", mientras el productor Pablo Calisto invitó a transformar el "apoyen el cine chileno" en "vayan a disfrutarlo".
El film, que ya obtuvo el Premio del Público y el Especial del Jurado en el Festival de Valdivia, navega entre el humor y la crítica social, utilizando el formato de falso documental para explorar temas como el desprecio al esfuerzo colectivo y las tensiones entre comunidades. Aunque la trama se centra en una disputa por embutidos, Alzamora retrata un país que lucha por reconocerse en medio de fracturas sociales.
Luisa Marabolí, dirigente social en la ficción y actriz local sin experiencia previa, emerge como figura clave. Su interpretación, junto al elenco amateur, aporta autenticidad a escenas que podrían bordear lo ridículo, pero que resonaron en festivales y salas comerciales por su cercanía.
"Es una película", repite Alzamora en un diálogo final durante la cinta. La frase sintetiza el espíritu de un trabajo que no busca dar soluciones ni emitir juicios, sino mostrar a personas comunes intentando cambiar su realidad. Para el equipo, su éxito —más allá de risas o lágrimas— confirma que las historias locales, contadas sin grandilocuencia, pueden llenar salas cuando logran capturar lo que significa ser chileno.
Mientras las distribuidoras evalúan ampliar funciones a regiones, "Denominación de Origen" sigue su camino como un caso inusual: una comedia sobre derrotas que, paradójicamente, celebra la persistencia de comunidades olvidadas.
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Inspirada en el Movimiento Social por la Longaniza de San Carlos —que en 2018 protestó tras la decisión del INAPI de otorgar a Chillán la denominación de origen de la "Mejor Longaniza de Chile"—, el film combina ficción y documental. Rodada íntegramente en San Carlos, la cinta emplea actores naturales de la región para relatar una historia que oscila entre lo absurdo y lo conmovedor.
"Estamos asombrados por cómo el público se ha puesto la camiseta", comentó Alzamora. "Mucha gente se quedó fuera de las salas, así que reprogramamos funciones. Esperamos que esto permita mantenerla en cartelera". El director, oriundo de San Carlos, construyó una narrativa que evita la burla fácil, optando por un retrato respetuoso de sus personajes: un grupo de sancarlinos que, tras ser excluidos de un concurso gastronómico, forman un movimiento social con pancartas, estudios históricos y hasta joyería temática.
Gabriela Sandoval, distribuidora de Storyboard Media, destacó la conexión anticipada con el público: "Las funciones en festivales como Valdivia —donde ganó Premio del Público y del Jurado— o Iquique ya mostraban su potencial. Es una comedia que refleja un Chile profundo". Carlos Núñez, también parte del equipo, la definió como "la comedia del año", mientras el productor Pablo Calisto invitó a transformar el "apoyen el cine chileno" en "vayan a disfrutarlo".
El film, que ya obtuvo el Premio del Público y el Especial del Jurado en el Festival de Valdivia, navega entre el humor y la crítica social, utilizando el formato de falso documental para explorar temas como el desprecio al esfuerzo colectivo y las tensiones entre comunidades. Aunque la trama se centra en una disputa por embutidos, Alzamora retrata un país que lucha por reconocerse en medio de fracturas sociales.
Luisa Marabolí, dirigente social en la ficción y actriz local sin experiencia previa, emerge como figura clave. Su interpretación, junto al elenco amateur, aporta autenticidad a escenas que podrían bordear lo ridículo, pero que resonaron en festivales y salas comerciales por su cercanía.
"Es una película", repite Alzamora en un diálogo final durante la cinta. La frase sintetiza el espíritu de un trabajo que no busca dar soluciones ni emitir juicios, sino mostrar a personas comunes intentando cambiar su realidad. Para el equipo, su éxito —más allá de risas o lágrimas— confirma que las historias locales, contadas sin grandilocuencia, pueden llenar salas cuando logran capturar lo que significa ser chileno.
Mientras las distribuidoras evalúan ampliar funciones a regiones, "Denominación de Origen" sigue su camino como un caso inusual: una comedia sobre derrotas que, paradójicamente, celebra la persistencia de comunidades olvidadas.
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