Crítica: "Mono con gallinas", olvidada guerra del ayer
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Por Edurne Sarriegui
"Mono con gallinas", de coproducción ecuatoriana y argentina, es el primer largometraje del ecuatoriano Alfredo León León con una carrera en la realización de documentales, publicidad y televisión. Estrenada en Ecuador en el año 2013, llega ahora a las pantallas argentinas después de un recorrido exitoso por varios festivales en los que cosechó premios.
Se trata de un drama que tiene como telón de fondo el conflicto que enfrentó a Ecuador y Perú en el año 1941 y está basado en las experiencias de Jorge León Chávez, tío abuelo del realizador, cuando con diecisiete años se enroló en el ejército ecuatoriano y fue prisionero de guerra de sus vecinos peruanos. Las situaciones extremas y los peligros que enfrenta el que hasta unos meses atrás era un niño que iba al colegio, ponen una impronta dramática en su tránsito hacia la adultez.
Jorge es un adolescente de los años cuarenta que sufre las presiones de su padre para que estudie "y sea alguien en la vida" y escucha indiferente los deseos de su madre para que siga una inexistente vocación sacerdotal. Él manifiesta una juvenil obsesión por las mujeres y está más interesado en emborracharse con sus amigos que en seguir los mandatos familiares. Tampoco tiene particular interés en formar parte del ejército pero el enfrentamiento con su padre arrecia y esa posibilidad pasa a ser una vía de escape del hogar paterno.
Enviado a una zona selvática de frontera con Perú para completar su instrucción, pasa a ser protagonista en el enfrentamiento entre ambos países y es tomado prisionero por el ejército peruano. Allí pasará a ser un mono entre gallinas -epítetos con los que se denominan mutuamente los habitantes de ambos países- y vivirá un conato de romance con Dolores, una joven enfermera peruana.
La película tiene una excelente factura técnica y una gran recreación de época. Esa sensación de película antigua se ve reforzada por la fotografía y el color que remiten a otros tiempos.
Si bien no se puede considerar un film bélico, la contienda atraviesa toda la situación y se hace sentir la falta de un oportuno contexto histórico que ponga en antecedentes a aquellos que desconocemos esa parte de la historia.
Se extraña en "Mono con gallinas" un poco de emoción. Tal vez contribuya a esto la parquedad de gestos y palabras del personaje interpretado por René Pastor. O tal vez sea el desarrollo lineal y un tanto previsible de los acontecimientos. Pero de todas maneras es un film que merece nuestra atención y la oportunidad de ser visto como muestra del cine latinoamericano... tan desconocido en la propia Latinoamérica.
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"Mono con gallinas", de coproducción ecuatoriana y argentina, es el primer largometraje del ecuatoriano Alfredo León León con una carrera en la realización de documentales, publicidad y televisión. Estrenada en Ecuador en el año 2013, llega ahora a las pantallas argentinas después de un recorrido exitoso por varios festivales en los que cosechó premios.
Se trata de un drama que tiene como telón de fondo el conflicto que enfrentó a Ecuador y Perú en el año 1941 y está basado en las experiencias de Jorge León Chávez, tío abuelo del realizador, cuando con diecisiete años se enroló en el ejército ecuatoriano y fue prisionero de guerra de sus vecinos peruanos. Las situaciones extremas y los peligros que enfrenta el que hasta unos meses atrás era un niño que iba al colegio, ponen una impronta dramática en su tránsito hacia la adultez.
Jorge es un adolescente de los años cuarenta que sufre las presiones de su padre para que estudie "y sea alguien en la vida" y escucha indiferente los deseos de su madre para que siga una inexistente vocación sacerdotal. Él manifiesta una juvenil obsesión por las mujeres y está más interesado en emborracharse con sus amigos que en seguir los mandatos familiares. Tampoco tiene particular interés en formar parte del ejército pero el enfrentamiento con su padre arrecia y esa posibilidad pasa a ser una vía de escape del hogar paterno.
Enviado a una zona selvática de frontera con Perú para completar su instrucción, pasa a ser protagonista en el enfrentamiento entre ambos países y es tomado prisionero por el ejército peruano. Allí pasará a ser un mono entre gallinas -epítetos con los que se denominan mutuamente los habitantes de ambos países- y vivirá un conato de romance con Dolores, una joven enfermera peruana.
La película tiene una excelente factura técnica y una gran recreación de época. Esa sensación de película antigua se ve reforzada por la fotografía y el color que remiten a otros tiempos.
Si bien no se puede considerar un film bélico, la contienda atraviesa toda la situación y se hace sentir la falta de un oportuno contexto histórico que ponga en antecedentes a aquellos que desconocemos esa parte de la historia.
Se extraña en "Mono con gallinas" un poco de emoción. Tal vez contribuya a esto la parquedad de gestos y palabras del personaje interpretado por René Pastor. O tal vez sea el desarrollo lineal y un tanto previsible de los acontecimientos. Pero de todas maneras es un film que merece nuestra atención y la oportunidad de ser visto como muestra del cine latinoamericano... tan desconocido en la propia Latinoamérica.
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