Crítica: "Otra historia del mundo", larga resistencia
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Por Edurne Sarriegui
El uruguayo Guillermo Casanova estrena en Argentina su segundo largometraje, "Otra historia del mundo" (2017). Esta película uruguaya, cuenta además con la participación de Argentina y Brasil en la producción y fue seleccionada para representar a su país en los premios Goya y Oscar.
El guion, escrito por Casanova e Inés Bortagaray ("Mi amiga del parque"), está basado en la novela "Alivio de luto" del también uruguayo Mario Delgado Aparaín y es una comedia dramática que narra un episodio en un pequeño pueblo en 1983, al final de la dictadura que gobernó el país hasta 1985.
En la primera parte del film, llega a la pequeña localidad de Mosquitos el coronel Werner Valerio (Néstor Guzzini), el nuevo interventor militar de la localidad. Su primer acto de autoridad es imponer el cierre de los bares a partir de las diez de la noche. Medida tan impopular por fuerza ha de generar alguna reacción y los amigos Milo Strega (Roberto Suárez) y Gregorio Esnal (César Troncoso) deciden como revancha robarle al coronel su preciada colección de enanos de jardín y leer un comunicado revolucionario en la radio local asegurando que dichos enanos seguirían prisioneros mientras durase la restricción horaria en tabernas y afines.
Strega desaparece y su amigo Esnal, sumido en la depresión, se encierra en su habitación, asegura las ventanas y permanece allí por varios meses. Mientras tanto, las hijas del primero tratan de localizar a su padre en Montevideo sin éxito y deducen que debe encontrarse en Mosquitos.
La segunda parte se inicia cuando Esnal sale de su letargo e idea una estrambótica estrategia para liberar a su amigo. Pide permiso al coronel para dar unas clases de Historia Universal a sus paisanos en el club social del pueblo y, con la premisa de no hablar de hechos acaecidos después del doce de octubre de 1492, consigue la autorización pertinente. Esnal inicia unas delirantes clases que despiertan el interés de sus vecinos a base de hechos inventados que tienen siempre como protagonista y héroe a un miembro de la familia Strega. Es la "otra historia" de la que hace mención el título.
La cinta tiene una impronta nostálgica remitiendo a la quietud del pequeño pueblo en el que todos se conocen y al que no llegan demasiadas influencias ni noticias externas. Un halo de realismo mágico rodea las situaciones que, aún con un estilo naturalista, no pretenden ser verosímiles. Y es únicamente bajo la estructura de ese estilo que se pueden interpretar las actitudes de los habitantes de Mosquitos.
Esta película con mucho de comedia, no produce carcajadas. El humor que genere viene de las situaciones disparatadas y de los estereotipos que asumen los personajes. Además, cuenta con excelentes actuaciones capaces de sostener comportamientos absurdos.
"Otra historia del mundo" peca de una excesiva morosidad y un dilatado metraje. Pero es una propuesta original en su planteo y en su manera de mirar hechos de la historia reciente.
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El uruguayo Guillermo Casanova estrena en Argentina su segundo largometraje, "Otra historia del mundo" (2017). Esta película uruguaya, cuenta además con la participación de Argentina y Brasil en la producción y fue seleccionada para representar a su país en los premios Goya y Oscar.
El guion, escrito por Casanova e Inés Bortagaray ("Mi amiga del parque"), está basado en la novela "Alivio de luto" del también uruguayo Mario Delgado Aparaín y es una comedia dramática que narra un episodio en un pequeño pueblo en 1983, al final de la dictadura que gobernó el país hasta 1985.
En la primera parte del film, llega a la pequeña localidad de Mosquitos el coronel Werner Valerio (Néstor Guzzini), el nuevo interventor militar de la localidad. Su primer acto de autoridad es imponer el cierre de los bares a partir de las diez de la noche. Medida tan impopular por fuerza ha de generar alguna reacción y los amigos Milo Strega (Roberto Suárez) y Gregorio Esnal (César Troncoso) deciden como revancha robarle al coronel su preciada colección de enanos de jardín y leer un comunicado revolucionario en la radio local asegurando que dichos enanos seguirían prisioneros mientras durase la restricción horaria en tabernas y afines.
Strega desaparece y su amigo Esnal, sumido en la depresión, se encierra en su habitación, asegura las ventanas y permanece allí por varios meses. Mientras tanto, las hijas del primero tratan de localizar a su padre en Montevideo sin éxito y deducen que debe encontrarse en Mosquitos.
La segunda parte se inicia cuando Esnal sale de su letargo e idea una estrambótica estrategia para liberar a su amigo. Pide permiso al coronel para dar unas clases de Historia Universal a sus paisanos en el club social del pueblo y, con la premisa de no hablar de hechos acaecidos después del doce de octubre de 1492, consigue la autorización pertinente. Esnal inicia unas delirantes clases que despiertan el interés de sus vecinos a base de hechos inventados que tienen siempre como protagonista y héroe a un miembro de la familia Strega. Es la "otra historia" de la que hace mención el título.
La cinta tiene una impronta nostálgica remitiendo a la quietud del pequeño pueblo en el que todos se conocen y al que no llegan demasiadas influencias ni noticias externas. Un halo de realismo mágico rodea las situaciones que, aún con un estilo naturalista, no pretenden ser verosímiles. Y es únicamente bajo la estructura de ese estilo que se pueden interpretar las actitudes de los habitantes de Mosquitos.
Esta película con mucho de comedia, no produce carcajadas. El humor que genere viene de las situaciones disparatadas y de los estereotipos que asumen los personajes. Además, cuenta con excelentes actuaciones capaces de sostener comportamientos absurdos.
"Otra historia del mundo" peca de una excesiva morosidad y un dilatado metraje. Pero es una propuesta original en su planteo y en su manera de mirar hechos de la historia reciente.
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