Crítica: "La educación del Rey", convincente thriller de autor
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Por Edurne Sarriegui
El joven Reynaldo, "Rey" para los amigos, se inicia con mala suerte en el mundo del crimen. Su primer robo termina en huida y ésta finaliza cuando cae en el patio de la casa de Carlos Vargas.
Así empieza la ópera prima de Santiago Esteves que llega a las pantallas argentinas después de su paso por festivales como el de San Sebastián, Pingyao, BAFICI y Lima. Un thriller que se desarrolla en la marginalidad delictiva organizada por aquellos que deberían mantener el orden y el cumplimiento de la ley.
Rey (Matías Encinas) recibe la propuesta de Vargas (Germán Silva) de permanecer en su casa hasta que repare los daños que causó a cambio de no ser entregado a la policía. La situación no le deja muchas opciones a la hora de elegir. Es eso o la cárcel. Vargas, un guardia de seguridad recién jubilado, se convierte en una suerte de figura paterna para este joven proveniente de una familia desestructurada. Y a su lado Rey aprenderá muchas cosas.
Santiago Esteves, psicólogo de profesión además de cineasta, hace caminar a sus personajes por la frontera de la integridad moral. Su comportamiento presenta toda una gama de grises. Son personajes que se mueven en la marginalidad y conocen los códigos para sobrevivir en la oscuridad de ese ambiente.
Concebida en un inicio como una miniserie, la cinta fue reconvertida en largometraje gracias al premio "Cine en Construcción" obtenido en el año 2016 en el Festival de cine de San Sebastián.
La mayor fortaleza de "La educación del Rey" reside en su guion, obra del realizador junto a Juan Manuel Bordón, que mantiene siempre en vilo al espectador y crea un ambiente de amenaza permanente sobre sus protagonistas. No necesita recurrir a una historia complicada ni lejana. Tanto sus personajes como las situaciones y diálogos que se presentan, además de naturales, se perciben verosímiles. Lamentable situación que las crónicas policiales reflejan todos los días.
"La educación del Rey" es un thriller potente que sabe compensar muy bien la ausencia de escenas de acción con un guion que genera la tensión necesaria para una película de su género. Con las buenas actuaciones del debutante Encinas y del siempre eficaz Silva, es una propuesta más que digna del cine independiente argentino.
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El joven Reynaldo, "Rey" para los amigos, se inicia con mala suerte en el mundo del crimen. Su primer robo termina en huida y ésta finaliza cuando cae en el patio de la casa de Carlos Vargas.
Así empieza la ópera prima de Santiago Esteves que llega a las pantallas argentinas después de su paso por festivales como el de San Sebastián, Pingyao, BAFICI y Lima. Un thriller que se desarrolla en la marginalidad delictiva organizada por aquellos que deberían mantener el orden y el cumplimiento de la ley.
Rey (Matías Encinas) recibe la propuesta de Vargas (Germán Silva) de permanecer en su casa hasta que repare los daños que causó a cambio de no ser entregado a la policía. La situación no le deja muchas opciones a la hora de elegir. Es eso o la cárcel. Vargas, un guardia de seguridad recién jubilado, se convierte en una suerte de figura paterna para este joven proveniente de una familia desestructurada. Y a su lado Rey aprenderá muchas cosas.
Santiago Esteves, psicólogo de profesión además de cineasta, hace caminar a sus personajes por la frontera de la integridad moral. Su comportamiento presenta toda una gama de grises. Son personajes que se mueven en la marginalidad y conocen los códigos para sobrevivir en la oscuridad de ese ambiente.
Concebida en un inicio como una miniserie, la cinta fue reconvertida en largometraje gracias al premio "Cine en Construcción" obtenido en el año 2016 en el Festival de cine de San Sebastián.
La mayor fortaleza de "La educación del Rey" reside en su guion, obra del realizador junto a Juan Manuel Bordón, que mantiene siempre en vilo al espectador y crea un ambiente de amenaza permanente sobre sus protagonistas. No necesita recurrir a una historia complicada ni lejana. Tanto sus personajes como las situaciones y diálogos que se presentan, además de naturales, se perciben verosímiles. Lamentable situación que las crónicas policiales reflejan todos los días.
"La educación del Rey" es un thriller potente que sabe compensar muy bien la ausencia de escenas de acción con un guion que genera la tensión necesaria para una película de su género. Con las buenas actuaciones del debutante Encinas y del siempre eficaz Silva, es una propuesta más que digna del cine independiente argentino.
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