Crítica: "Las distancias", reencuentro y decepción
- por © NOTICINE.com
Por Eduardo Larrocha
Elena Trapé, la directora y coguionista de "Las distancias" (2018) ha tardado ocho años en volver a estrenar un largometraje a partir de “Blog”, su opera prima. Desde entonces la cineasta catalana ha estado trabajando en este segundo proyecto estrenado en la pasada edición del Festival de cine español de Málaga. No obstante, las dificultades que ha tenido que encarar han jugado a favor de esta película que de alguna forma habla de eso, de dificultades para salir adelante. Un fin de semana, un grupo de amigos de la universidad le da una sorpresa al antiguo compañero que cumple años y vive desde hace tiempo en Berlín.
Viajan hasta la capital alemana. Ese reencuentro les lleva a poner a prueba relaciones de amor y amistad. Tiene algo de mirada femenina a la inmadurez y dificultad para el compromiso de los hombres de su generación.
En "Las distancias", Elena Trapé demuestra seguir siendo una cineasta singular y con estilo, aunque a diferencia de "Blog" la fuerza expresiva ya no viene de la interpretación de siete jóvenes sin experiencia. El peso del drama con arranque de comedia en esta producción española lo llevan actores tan experimentados como Miki Esparbé (Alex), Bruno Sevilla (Eloi), María Rivera (Anna) e Isak Férriz (Guille) y sobre todo Olivia, Alexandra Jiménez, que viene a ser la brújula que orienta al desnortado grupo de amigos en ese cumpleaños de Alex Comas.
Lo que debía ser amable reencuentro en Berlín se convierte en un arma de destrucción de relaciones de amistad. A ellos se añade una magnífica secuencia entre Olivia y Marian, la novia alemana que interpreta una para mí desconocida Saskia Rosenthal. En el recorrido por su pasado reciente sabemos que Guille ha perdido su casa y ahora vive con sus padres, Anna, arquitecto en paro ya no puede más con el prepotente Eloi y así un suma y sigue de fracasos vitales La película recuerda algo el ambiente tenso y claustrofóbico de “The party”, la última película de Sally Potter.
A destacar en "Las distancias" la puesta en escena con una fotografía de Julián Elizalde; muy natural con poco color y la cámara mirando muy de cerca a los personajes para entrar de lleno en sus pensamientos. No es desde luego una visita turística a la ciudad de Berlín de la que comenzamos viendo el trozo de Muro que todavía queda en el recuerdo y donde se ve el beso de Breznev y Eric Honnecker. Ese muro cayó y la arquitectura del mundo se ha desmoronado. Este largometraje es una muestra del mejor cine independiente español hecha a base de planos secuencia que mira a la generación que ha pasado ya de los 30 años y que parece encaminada a la frustración de sus expectativas.
Como comentó la propia directora a NOTICINE.com tras su estreno en Málaga, donde se llevó la Biznaga de Oro a la mejor película y las de Plata a la dirección además del de interpretación femenina para Alexandra Jiménez, "Las distancias" es una película sobre el reencuentro y la decepción. Ahora llega a las salas comerciales para degustadores de buen cine español, en versión original en catalán, castellano, inglés y algo en alemán, incluidos los textos en las paredes de Berlín.
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Elena Trapé, la directora y coguionista de "Las distancias" (2018) ha tardado ocho años en volver a estrenar un largometraje a partir de “Blog”, su opera prima. Desde entonces la cineasta catalana ha estado trabajando en este segundo proyecto estrenado en la pasada edición del Festival de cine español de Málaga. No obstante, las dificultades que ha tenido que encarar han jugado a favor de esta película que de alguna forma habla de eso, de dificultades para salir adelante. Un fin de semana, un grupo de amigos de la universidad le da una sorpresa al antiguo compañero que cumple años y vive desde hace tiempo en Berlín.
Viajan hasta la capital alemana. Ese reencuentro les lleva a poner a prueba relaciones de amor y amistad. Tiene algo de mirada femenina a la inmadurez y dificultad para el compromiso de los hombres de su generación.
En "Las distancias", Elena Trapé demuestra seguir siendo una cineasta singular y con estilo, aunque a diferencia de "Blog" la fuerza expresiva ya no viene de la interpretación de siete jóvenes sin experiencia. El peso del drama con arranque de comedia en esta producción española lo llevan actores tan experimentados como Miki Esparbé (Alex), Bruno Sevilla (Eloi), María Rivera (Anna) e Isak Férriz (Guille) y sobre todo Olivia, Alexandra Jiménez, que viene a ser la brújula que orienta al desnortado grupo de amigos en ese cumpleaños de Alex Comas.
Lo que debía ser amable reencuentro en Berlín se convierte en un arma de destrucción de relaciones de amistad. A ellos se añade una magnífica secuencia entre Olivia y Marian, la novia alemana que interpreta una para mí desconocida Saskia Rosenthal. En el recorrido por su pasado reciente sabemos que Guille ha perdido su casa y ahora vive con sus padres, Anna, arquitecto en paro ya no puede más con el prepotente Eloi y así un suma y sigue de fracasos vitales La película recuerda algo el ambiente tenso y claustrofóbico de “The party”, la última película de Sally Potter.
A destacar en "Las distancias" la puesta en escena con una fotografía de Julián Elizalde; muy natural con poco color y la cámara mirando muy de cerca a los personajes para entrar de lleno en sus pensamientos. No es desde luego una visita turística a la ciudad de Berlín de la que comenzamos viendo el trozo de Muro que todavía queda en el recuerdo y donde se ve el beso de Breznev y Eric Honnecker. Ese muro cayó y la arquitectura del mundo se ha desmoronado. Este largometraje es una muestra del mejor cine independiente español hecha a base de planos secuencia que mira a la generación que ha pasado ya de los 30 años y que parece encaminada a la frustración de sus expectativas.
Como comentó la propia directora a NOTICINE.com tras su estreno en Málaga, donde se llevó la Biznaga de Oro a la mejor película y las de Plata a la dirección además del de interpretación femenina para Alexandra Jiménez, "Las distancias" es una película sobre el reencuentro y la decepción. Ahora llega a las salas comerciales para degustadores de buen cine español, en versión original en catalán, castellano, inglés y algo en alemán, incluidos los textos en las paredes de Berlín.
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