Crítica: "La creciente", tensión que presagia tragedia
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Por Edurne Sarriegui
Durante los tiempos de crisis se agudiza la creatividad. En medio de la crisis sanitaria y la consecuente suspensión de la actividad cinematográfica, el cine argentino ha encontrado la manera de llegar a sus espectadores. A través de la señal de televisión CINE.AR perteneciente al Instituto del Cine local, INCAA, y de la plataforma gratuita de video CINE.AR Play comenzaron este pasado fin de semana, con "La creciente" (2020) los estrenos de una serie de películas nacionales que de otra manera se hubieran postergado por un largo tiempo.
La dupla conformada por Franco González y Demián Santander estrena su obra "La creciente", un drama rural que se desarrolla en una de las numerosas islas del extenso río Paraná, y que pasará por ser el primer film nacional en estrenarse en el canal público como alternativa al cierre de salas por la pandemia.
La llegada de Matía (Cristian Salguero) a la isla es el medio para introducir al espectador en la vida del apartado lugar en el que las relaciones humanas se rigen por sus propias leyes. En este lugar la ley es "El Correntino" (Héctor Bordoni), el único habitante capaz de proporcionar trabajo a sus habitantes y aprovecha esta circunstancia para imponer sus reglas.
Matía llega huyendo, nunca sabremos bien de qué o por qué, pero en realidad no importa, porque esa no es la parte que los autores quieren contar. Consigue trabajo como peón arreando las vacas del correntino para protegerlas de la creciente que, lenta pero inexorablemente, amenaza con arrasar todo a su paso.
El recién llegado mantiene una actitud desafiante e inicia una relación con Gaby (Mercedes Burgos) que hasta ese momento vivía con el dueño del lugar.
González y Santander, lejos de mostrar un paisaje bucólico, ponen el foco en la dureza del lugar, en la amenaza del agua en subida constante, en los cielos plomizos. La violencia que emanan sus personajes y ese entorno inhóspito crean un ambiente permanentemente enrarecido y tenso.
"La creciente" es un film parco en diálogos que refleja la rudeza de sus personajes y sus vidas. Escueto en su duración (69 minutos), metafórico y áspero, logra crear un clima de tensión progresivo que presagia la tragedia.
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Durante los tiempos de crisis se agudiza la creatividad. En medio de la crisis sanitaria y la consecuente suspensión de la actividad cinematográfica, el cine argentino ha encontrado la manera de llegar a sus espectadores. A través de la señal de televisión CINE.AR perteneciente al Instituto del Cine local, INCAA, y de la plataforma gratuita de video CINE.AR Play comenzaron este pasado fin de semana, con "La creciente" (2020) los estrenos de una serie de películas nacionales que de otra manera se hubieran postergado por un largo tiempo.
La dupla conformada por Franco González y Demián Santander estrena su obra "La creciente", un drama rural que se desarrolla en una de las numerosas islas del extenso río Paraná, y que pasará por ser el primer film nacional en estrenarse en el canal público como alternativa al cierre de salas por la pandemia.
La llegada de Matía (Cristian Salguero) a la isla es el medio para introducir al espectador en la vida del apartado lugar en el que las relaciones humanas se rigen por sus propias leyes. En este lugar la ley es "El Correntino" (Héctor Bordoni), el único habitante capaz de proporcionar trabajo a sus habitantes y aprovecha esta circunstancia para imponer sus reglas.
Matía llega huyendo, nunca sabremos bien de qué o por qué, pero en realidad no importa, porque esa no es la parte que los autores quieren contar. Consigue trabajo como peón arreando las vacas del correntino para protegerlas de la creciente que, lenta pero inexorablemente, amenaza con arrasar todo a su paso.
El recién llegado mantiene una actitud desafiante e inicia una relación con Gaby (Mercedes Burgos) que hasta ese momento vivía con el dueño del lugar.
González y Santander, lejos de mostrar un paisaje bucólico, ponen el foco en la dureza del lugar, en la amenaza del agua en subida constante, en los cielos plomizos. La violencia que emanan sus personajes y ese entorno inhóspito crean un ambiente permanentemente enrarecido y tenso.
"La creciente" es un film parco en diálogos que refleja la rudeza de sus personajes y sus vidas. Escueto en su duración (69 minutos), metafórico y áspero, logra crear un clima de tensión progresivo que presagia la tragedia.
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