Sandro y el cine: Alimento espiritual para sus fans
- por © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com
Como muchos otros cantantes, empezando por el mismísimo Elvis cuyos pasos siempre quiso seguir, Sandro, el cantante argentino apodado "Sandro de América" o "Gitano", fallecido este lunes por complicaciones derivadas del tabaquismo, probó suerte en la gran pantalla en sus momentos de mayor popularidad, y lo hizo con éxito comercial. De 1965 a 1980 Sandro filmó 13 películas, la gran mayoría (desde la tercera, "Quiero llenarme de ti", de 1969) como protagonista absoluto, y una como realizador además de actor, "Tú me enloqueces". Todo un legado para quienes hoy lloran su desaparición.
Su atractivo físico, unido a una voz potente y la atracción que despertaba entre miles de admiradores en toda América Latina abrieron las puertas del Séptimo Arte al autor de "Rosa, Rosa" o "Quiero llenarme de ti", cuya obra fílmica es una prolongación de su carrera en los escenarios musicales y contribuyó a asentar su mito, con personajes que entremezclaban realidad y ficción.
El romanticismo, la seducción y el deseo de alcanzar el éxito eran los argumentos de la mayoría de esas cintas. Entre ellas son especialmente recordadas "La vida continúa" (1969), con Ana Casares y Cuny Vera; "Gitano", dirigida como la anterior por Emilio Vieyra; "Siempre te amaré" (1970); "Embrujo de amor", un intento de abrirse paso en el mercado español de la mano de la ibérica Carmen Sevilla; "Destino de un capricho"; "El deseo de vivir", junto a Elena Sedova, y "Operación Rosa Rosa", en la que Leo Fleider le permitió realizar él mismo algunas escenas, lo que le sirvió como experiencia para lanzarse a la dirección en "Tú me enloqueces", que estelarizó al lado de su amiga Susana Giménez en 1976.
A pesar del suceso de ésta última, la carrera fílmica de Sandro se interrumpió por casi cinco años, culminó con "Subí que te llevo" (1980), de Rubén W. Cavallotti, en el que formó pareja con María del Carmen Valenzuela, y que puso el punto final a su idilio con el cine, aunque también participó en varias telenovelas.
Su atractivo físico, unido a una voz potente y la atracción que despertaba entre miles de admiradores en toda América Latina abrieron las puertas del Séptimo Arte al autor de "Rosa, Rosa" o "Quiero llenarme de ti", cuya obra fílmica es una prolongación de su carrera en los escenarios musicales y contribuyó a asentar su mito, con personajes que entremezclaban realidad y ficción.
El romanticismo, la seducción y el deseo de alcanzar el éxito eran los argumentos de la mayoría de esas cintas. Entre ellas son especialmente recordadas "La vida continúa" (1969), con Ana Casares y Cuny Vera; "Gitano", dirigida como la anterior por Emilio Vieyra; "Siempre te amaré" (1970); "Embrujo de amor", un intento de abrirse paso en el mercado español de la mano de la ibérica Carmen Sevilla; "Destino de un capricho"; "El deseo de vivir", junto a Elena Sedova, y "Operación Rosa Rosa", en la que Leo Fleider le permitió realizar él mismo algunas escenas, lo que le sirvió como experiencia para lanzarse a la dirección en "Tú me enloqueces", que estelarizó al lado de su amiga Susana Giménez en 1976.
A pesar del suceso de ésta última, la carrera fílmica de Sandro se interrumpió por casi cinco años, culminó con "Subí que te llevo" (1980), de Rubén W. Cavallotti, en el que formó pareja con María del Carmen Valenzuela, y que puso el punto final a su idilio con el cine, aunque también participó en varias telenovelas.