Gerardo Olivares escribe sobre el rodaje de "Entrelobos"
- por © Wanda-NOTICINE.com
Por Gerardo Olivares *
"Entrelobos" es la extraordinaria historia real de Marcos, un chico que vivió 12 años aislado en el corazón de Sierra Morena junto a una manada de lobos. Alfred Hitchcock dijo en alguna ocasión que había que tratar de evitar rodar películas con niños y con animales. Este ha sido, sin duda alguna, nuestro gran reto. Desde que comencé a escribir el guión tenía decidido que el niño que protagonizara "Entrelobos" debía ser del Valle de los Pedroches, en el norte de la provincia de Córdoba, lugar donde nació el verdadero Marcos. Allí, además, hablan con un acento diferente al de la campiña, con clara influencia de Extremadura, y que me gusta especialmente.
De la mano de la productora sevillana Son de Producción, hicimos castings en los pueblos del valle como Pozoblanco, Cardeña, Dos Torres, Villanueva etc., donde se presentaron más de 200 chicos con edades entre 6 y 10 años. Al final del proceso hice una selección de once que fueron convocados en las oficinas de la Córdoba Film Commission. Nada más entrar en la sala, a la derecha del grupo, había un chico de unos ocho años, pelo negro y grandes ojos verdes, en cuanto nos miramos supe que él sería el protagonista. Manuel Camacho nunca se había puesto delante de una cámara pero tiene un talento especial para la interpretación, y lo que nos ha dado como persona y como actor es muchísimo más que lo que hubiera imaginado en mis mejores sueños. Durante los meses siguientes, Mercedes Almarcha trabajó muy duro con él, fue puliendo este diamante en bruto y convirtiéndolo en uno de los mejores actores de su edad que hay ahora mismo en España.
Conseguido el niño, el siguiente reto eran los lobos. Y no podían ser unos lobos cualquiera, tenían que ser canis lupus signatus, endémicos de la península ibérica, una subespecie del lobo europeo de los que en España existen muy pocas manadas criadas en cautividad. Por mi amigo, el cineasta de naturaleza Joaquín Gutiérrez Acha, yo sabía de la existencia de un grupo que él ya había utilizado en su estupendo documental “Las Montañas del Lobo”. Se encontraban cerca de El Escorial, en la Fundación José María Blanc, y los manejaba Pepe España, un biólogo experto en lobos.
¡No hay que rodar con cabras! Jamás imaginé que pudieran ser tan complicadas las "jodías" y desde luego, que si lo llego a saber antes, las cambio por ovejas. Cada vez que tocaba rodaje con cabras se generaba pánico en el equipo y el dispositivo que debíamos montar era enorme. El simple hecho de filmar a los niños manejando el rebaño terminaba por convertirse en una auténtica pesadilla. Conductores, cocineros, ayudantes de producción, etc., debían formar un enorme cordón humano invisible para mantener las cabras agrupadas y que no se escaparan.
En la provincia de Córdoba no suele llover mucho por lo que no son frecuentes las inundaciones. Pero lo del invierno en que rodamos fue, como dicen los cordobeses, "densajeráo". "Entrelobos" se ha rodado prácticamente en exteriores y el único cover del que disponíamos, la cueva, se encontraba a 120 kilómetros de Cardeña. Así que tuvimos que suspender y posponer varias veces el rodaje por culpa de la lluvia. Las riadas destrozaron el cercado de los lobos y también los caminos. Unos se volvieron intransitables y otros directamente desaparecieron, no pudiendo llegar a las localizaciones y teniendo que modificar los planes de rodaje. Recuerdo esos meses como muy desesperantes, teniendo que retrasar y retrasar la última fase de rodaje y modificando continuamente los calendarios y los planes de trabajo. A mediados de abril por fin cesaron las lluvias, el sol se abrió un hueco entre las nubes y la primavera explotó a lo bestia. Sierra Morena aparecía cubierta por un manto de hierba tan verde como los campos del norte y todo estaba inundado de flores. Jamás había visto la sierra tan espectacular, la espera mereció la pena.
(*): El andaluz Gerardo Olivares ("14 kilómetros") estrena esta semana en España "Entrelobos", basada en la vida real de Marcos Rodríguez Pantoja, quien a los siete años fue vendido por su padre a un cabrero que se lo llevó a Sierra Morena a cuidar el ganado. Sin embargo su "dueño" murió y el niño se vio obligado a vivir durante más de una década con una jauría de lobos, perdido en la sierra y sin ningún contacto con la civilización.
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"Entrelobos" es la extraordinaria historia real de Marcos, un chico que vivió 12 años aislado en el corazón de Sierra Morena junto a una manada de lobos. Alfred Hitchcock dijo en alguna ocasión que había que tratar de evitar rodar películas con niños y con animales. Este ha sido, sin duda alguna, nuestro gran reto. Desde que comencé a escribir el guión tenía decidido que el niño que protagonizara "Entrelobos" debía ser del Valle de los Pedroches, en el norte de la provincia de Córdoba, lugar donde nació el verdadero Marcos. Allí, además, hablan con un acento diferente al de la campiña, con clara influencia de Extremadura, y que me gusta especialmente.
De la mano de la productora sevillana Son de Producción, hicimos castings en los pueblos del valle como Pozoblanco, Cardeña, Dos Torres, Villanueva etc., donde se presentaron más de 200 chicos con edades entre 6 y 10 años. Al final del proceso hice una selección de once que fueron convocados en las oficinas de la Córdoba Film Commission. Nada más entrar en la sala, a la derecha del grupo, había un chico de unos ocho años, pelo negro y grandes ojos verdes, en cuanto nos miramos supe que él sería el protagonista. Manuel Camacho nunca se había puesto delante de una cámara pero tiene un talento especial para la interpretación, y lo que nos ha dado como persona y como actor es muchísimo más que lo que hubiera imaginado en mis mejores sueños. Durante los meses siguientes, Mercedes Almarcha trabajó muy duro con él, fue puliendo este diamante en bruto y convirtiéndolo en uno de los mejores actores de su edad que hay ahora mismo en España.
Conseguido el niño, el siguiente reto eran los lobos. Y no podían ser unos lobos cualquiera, tenían que ser canis lupus signatus, endémicos de la península ibérica, una subespecie del lobo europeo de los que en España existen muy pocas manadas criadas en cautividad. Por mi amigo, el cineasta de naturaleza Joaquín Gutiérrez Acha, yo sabía de la existencia de un grupo que él ya había utilizado en su estupendo documental “Las Montañas del Lobo”. Se encontraban cerca de El Escorial, en la Fundación José María Blanc, y los manejaba Pepe España, un biólogo experto en lobos.
¡No hay que rodar con cabras! Jamás imaginé que pudieran ser tan complicadas las "jodías" y desde luego, que si lo llego a saber antes, las cambio por ovejas. Cada vez que tocaba rodaje con cabras se generaba pánico en el equipo y el dispositivo que debíamos montar era enorme. El simple hecho de filmar a los niños manejando el rebaño terminaba por convertirse en una auténtica pesadilla. Conductores, cocineros, ayudantes de producción, etc., debían formar un enorme cordón humano invisible para mantener las cabras agrupadas y que no se escaparan.
En la provincia de Córdoba no suele llover mucho por lo que no son frecuentes las inundaciones. Pero lo del invierno en que rodamos fue, como dicen los cordobeses, "densajeráo". "Entrelobos" se ha rodado prácticamente en exteriores y el único cover del que disponíamos, la cueva, se encontraba a 120 kilómetros de Cardeña. Así que tuvimos que suspender y posponer varias veces el rodaje por culpa de la lluvia. Las riadas destrozaron el cercado de los lobos y también los caminos. Unos se volvieron intransitables y otros directamente desaparecieron, no pudiendo llegar a las localizaciones y teniendo que modificar los planes de rodaje. Recuerdo esos meses como muy desesperantes, teniendo que retrasar y retrasar la última fase de rodaje y modificando continuamente los calendarios y los planes de trabajo. A mediados de abril por fin cesaron las lluvias, el sol se abrió un hueco entre las nubes y la primavera explotó a lo bestia. Sierra Morena aparecía cubierta por un manto de hierba tan verde como los campos del norte y todo estaba inundado de flores. Jamás había visto la sierra tan espectacular, la espera mereció la pena.
(*): El andaluz Gerardo Olivares ("14 kilómetros") estrena esta semana en España "Entrelobos", basada en la vida real de Marcos Rodríguez Pantoja, quien a los siete años fue vendido por su padre a un cabrero que se lo llevó a Sierra Morena a cuidar el ganado. Sin embargo su "dueño" murió y el niño se vio obligado a vivir durante más de una década con una jauría de lobos, perdido en la sierra y sin ningún contacto con la civilización.
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