Mauricio Walerstein escribe sobre "Travesía del desierto"

por © Alfhaville Cinema-NOTICINE.com
Walerstein
Por Mauricio Walerstein *

En "Travesía del desierto" están presentes varias de mis obsesiones cinematográficas. En  primer lugar "El amor loco", o el "Golpe al corazón"  como decían los surrealistas. Víctor, mi personaje masculino, es un hombre con la vida resuelta, acaudalado y organizado, con una vida  familiar rutinaria, una hija con la que mantiene una relación  afectiva y divertida, una esposa tan fastidiada como él de la relación matrimonial, una amante cómoda que no altera su quehacer diario, en fin es -en todos los sentidos- a sus 48 años un hombre de éxito. Hace tiempo que la vida le sonríe, todo esta perfectamente calculado.

Patricia, mi personaje femenino, es a los 28 años una modelo venezolana en decadencia, dependiente del crack, bazuco o piedra. Es impulsiva, descarada  y llena de sensualidad, esta muy golpeada por la droga y asume la vida como le va viniendo. No se plantea una pausa  en su vida, no hay nada que calcular.

La casualidad o el accidente junta a estos dos personajes tan disímiles, se amarán apasionadamente hasta con violencia.

Por otra parte me atrae la posibilidad de lo inesperado, lo que le puede cambiar la vida a alguien para siempre, todo el mundo de Víctor se vendrá para abajo, Patricia ya esta abajo y ahí lo esperará. Los dos serán perseguidos sin importar sus orígenes o formas de vivir.

Otra de mis obsesiones es la amistad, Víctor y Patricia la viven intensamente, cada uno en su mundo, cada uno a su modo, José Francisco,  especie de Chofer, confidente o guardaespaldas de Víctor, comparte con el desde la niñez una mutua solidaridad. Mura, andrógina y lesbiana, es para Patricia el par de muletas sin las cuales no podría caminar, se juega la vida por ella, al igual que José Francisco por Víctor. Estos cuatro personajes tan aparentemente diferentes, lucharan  desesperados por subsistir.

Los cuatro se verán perseguidos por los desiertos de Coahuila. Las dos mujeres buscaran para el otro un cargamento de heroína robada, los dos hombres solo tratan de cruzar la frontera, única vía de salvación pues son testigos incomodos y EL PODER ya no los puede perdonar, no importa quienes sean, están tan condenados como Mura y Patricia.

Por otra parte, no puedo ocultar el atractivo que comparto con muchos colegas por el genéro de la "Road movie". En el caso de "Travesía del desierto" es la fuga desesperada y el deseo de sobrevivir lo que mueve sobre las ruedas, el contorno con los espacios desérticos, las sierras o montañas que rodean a estos desiertos, las hermosas pozas de agua que rompen lo agreste y que súbitamente lo vuelven bucólico, ahí, en esos contornos quiero que se debatan mis personajes, que amen apasionadamente, que sean solidarios y que peleen hasta la muerte por sobrevivir.

(*): Mauricio Walerstein, hijo de uno de los grandes productores del cine mexicano, Gregorio Walerstein, funda a mediados de la década de los 60 su propia compañía productora, Cinematográfica Marte, y debuta como director con el tercer cuento de "Siempre hay una primera vez". "Las reglas del juego" es su primer largometraje. Buena parte de su carrera se desarrolla en Venezuela, con "La empresa perdona un momento de locura", "Macho y hembra" o "Juegos bajo la luna". Más de una década después de este último título, dirige en México "Travesía del desierto", escrita por Claudia Nazoa y protagonizada por Humberto Zurita, Claudia La Gatta, Enoc Leaño y Mónica Dionne, que este semana llega a los cines.

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