"El mundo es nuestro": Tal como somos, así nos va

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Cómicos andaluces con denominación de origen
Por Eduardo Larrocha

Una radiografía de nuestra sociedad en crisis moral y económica es la película del Culebra y el Cabeza, que así se subtitula esta producción andaluza de inminente estreno. Alfonso Sánchez, que ha escrito el guión y encarna a "El Cabeza", uno de los dos protagonistas, ha dirigido "El Mundo es nuestro" en una producción con pocos medios y con muchos apoyos particulares en eso que se ha venido en llamar "crowfunding" para tiempos de crisis. La precariedad juega a favor de esta historia de dos rateros que atracan un banco y se ven envueltos en el secuestro de un empresario de la construcción que lo ha perdido todo.

A lo largo de 87 hilarantes minutos la situación la complican aún más los medios de comunicación, la "eficacia policial", el pueblo soberano que se entusiasma  con el espectáculo "todo gratis" de la calle, las procesiones del barrio de Triana  y, por supuesto, los rehenes bancarios de tan esperpéntica realidad, con algún chorizo de guante blanco que pasaba por allí. "El mundo es nuestro" es sobre todo una película coral de la crisis… como contaba el director en la presentación en Madrid al explicar cómo se habían planteado el casting a partir de la elección inicial de Alberto López, "El Culebra"…

 

Una mirada esperpéntica al mundo actual escrita en mes y medio o más bien en diez días encerrado en casa, después de que Alfonso Sánchez se pasara más de un mes sin conseguir escribir una línea en un idílico retiro serrano. Una reivindicación de la sabiduría andaluza quizá denostada por una manera de vivir que no está de moda y que da lugar a situaciones como el chiste que en la presentación contaba Alberto López… y que está en la línea de la mentalidad que destila "El mundo es nuestro".

 



Ahí están en el reparto Alfonso Valenzuela, Joserra Leza, la inspectora Maite Sandoval, José Rodríguez, en el papel del bueno de Fermín y  Antonia Gómez, entre otros, además de un magnífico actor y deplorable delegado del Gobierno, Antonio Dechent.

Puede que  el lema que propone la promoción de "El mundo es nuestro" no sea políticamente correcto: ante el terrorismo financiero, expropiación bancaria. Es como el ojo por ojo en versión nacional y quizá sea ese parte del problema, pero al menos como broma funciona en la pantalla. "El mundo es nuestro" no es la gran película, ni lo pretende, pero sí hay un público  que se va a reír un rato. Es el mismo público que la premió en el pasado Festival de Málaga, agradecido por el regalo de una comedia en la mejor tradición de Berlanga y con un dinamismo balcánico como el de Kusturica, referencias ambas confesadas del director de "El mundo es nuestro". ¡A disfrutar del atraco!

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