Carlos Reygadas espera descubrir nuevos talentos mexicanos a través de una escuela propia

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Carlos Reygadas
El cineasta mexicano Carlos Reygadas y la productora Mantarraya, de la que es socio, quieren hacer escuela. El llamado Taller Cinematográfico de Reygadas y amigos, con una duración de dos años, será inaugurado en agosto próximo en la Casa Refugio Citlaltépetl, en la colonia Condesa, con clases magistrales del propio realizador de "Luz silenciosa", el francés Bruno Dumont ("L'humanité", "Camille Claudel, 1915"),  Lisandro Alonso ("Liverpool"), y el escritor mexicano Jorge Volpi, entre otros.

El nuevo taller no buscará competir con las escuelas de cine que existen en México, y su perfil es menos técnico y más teórico. “Quien quiera aprender a manejar una cámara o manejar un software, que mejor busque otro lugar”, dijo el productor Miguel Bonilla. “Nos interesa más la gente que quiera contar algo y  no sabe cómo materializarlo”, agregó.  

Que la gente filme o quiera filmar como Reygadas, “no lo sé, pero creo que es bueno”, señaló Jaime Romandía, socio y productor de los llamados mexicanos “independientes”, como el propio Reygadas o Amat Escalante, ambos premiados en Cannes.

El Taller Cinematográfico abrirá sus puertas a 20 alumnos, los estudios se extenderán por dos años y no será precisamente accesible a cualquiera, ya que tendrá un costo estimado en 190 000 pesos, poco menos de 15 000 dólares.

Mantarraya Producciones cumple 15 años en la producción cinematográfica de autor en México con producciones multipremiadas a nivel internacional como: "Japón", "Sangre", "Batalla en el Cielo", "Los Bastardos", "Luz Silenciosa", "Rio de Oro", "Post Tenebras Lux", "Alamar", "Halley", "Heli"...

En la presentación de su Taller, se dice que buscan "alumnos que tengan un perfil inquieto, humanista y reflexivo que comprendan y descifren la complejidad del proceso de creación artística. Es decir, buscamos alumnos interesados en formarse un oficio cinematográfico y no publicitario. Hemos detectado que muchos de los alumnos egresados de las universidades y escuelas de cine viven en un “limbo productivo y laboral” que los orilla a involucrarse a otros ámbitos alejados de la creación. Muchos de ellos -a pesar de contar con ciertos conocimientos- carecen de las herramientas necesarias para llevar a cabo sus proyectos personales de una manera eficaz o en su defecto, para relacionarse profesionalmente en la industria. Una de las directrices en el Taller Cinematográfico es generar las metodologías y vínculos en la industria para gestionar eficazmente los proyectos.