Dago García regresó a los cines colombianos con una nueva comedia, "El control"
- por © Corresponsal (Colombia)-NOTICINE.com
Tras el éxito las pasadas Navidades de la comedia protagonizada por John Leguízamo "El paseo 2", el guionista y productor colombiano Dago García regresaba el pasado fin de semana a las pantallas nacionales con "El control", una nueva muestra del mismo género en el que el más comercial de los profesionales del cine colombiano homenajea nuevamente al medio en el que forjó su fama y carrera, y en el que aún trabaja (en Caracol TV): la televisión. César Mora, Christan Tapan, Alina Lozano, Natasha Klauss, Ana María Sanchez, Kathy Rangel y Fabián Mendoza protagonizan esta historia familiar en torno a un aparato de válvulas que hay jubilar.
Y es que la acción de "El control" se desarrolla en los 80, cuando el viejo televisor en blanco y negro debe ser sustituido por uno nuevo en colores. Es la historia de Fernando José Castro Cuevas y don Antonio, su padre, por mantener unida la familia en tiempos en que todo se opone a este objetivo. La llegada del nuevo televisor, que a diferencia de su antecesor viene con un mando a distancia, se convierte en el detonante de divertidas aventuras, en las que en medio de los ritos familiares y las ceremonias domésticas se afianza la identidad y se consolida la lucha diaria por el amor.
No muy apreciado por la crítica, Dago García vuelve a recurrir a un público familiar para su nueva propuesta, en la que recurrió como realizador por segunda ocasión (la anterior fue en "El escritor de telenovelas") con Felipe Dothée, surgido del terreno de la publicidad televisiva.
García, que ejerce como guionista, productor y editor de "El control" fue creador de una treintena larga de telenovelas latinoamericanas, antes de incursionar en la gran pantalla con una serie de títulos que han disfrutado del aprecio del público, como "Mi gente linda, mi gente bella", "El paseo", "Ni te cases ni te embarques" o "Muertos de susto".
En declaraciones a Colprensa, el protagonista César Mora expresó que tras el ver por primera vez la película "terminé conmovido, no me esperaba ese resultado tan hermoso. Es una oda al recuerdo, a la memoria, una verdadera poesía al pasado, en la que se presenta un encuentro y desencuentro generacional. La gente ve en ella cómo los avances de la tecnología, en especial la televisión, ha impactado directamente la unión familiar, en su desintegración. Yo me senté con mi hijo a verla y pude decirle lo bacano que era ver televisión en un solo aparato en la sala. En mi casa lo intentamos, con reglas de almorzar o comer juntos, así como apagar los celulares, buscando integrarnos y hablar. No es una comedia como la que nos tiene acostumbrados Dago García, pero hay mucho humor porque quienes lo vivieron lo recuerdan con alegría cuando eran ellos el control remoto del televisor, y quienes no lo vivieron les parecerá increíble que eso hubiera sucedido".
Y es que la acción de "El control" se desarrolla en los 80, cuando el viejo televisor en blanco y negro debe ser sustituido por uno nuevo en colores. Es la historia de Fernando José Castro Cuevas y don Antonio, su padre, por mantener unida la familia en tiempos en que todo se opone a este objetivo. La llegada del nuevo televisor, que a diferencia de su antecesor viene con un mando a distancia, se convierte en el detonante de divertidas aventuras, en las que en medio de los ritos familiares y las ceremonias domésticas se afianza la identidad y se consolida la lucha diaria por el amor.
No muy apreciado por la crítica, Dago García vuelve a recurrir a un público familiar para su nueva propuesta, en la que recurrió como realizador por segunda ocasión (la anterior fue en "El escritor de telenovelas") con Felipe Dothée, surgido del terreno de la publicidad televisiva.
García, que ejerce como guionista, productor y editor de "El control" fue creador de una treintena larga de telenovelas latinoamericanas, antes de incursionar en la gran pantalla con una serie de títulos que han disfrutado del aprecio del público, como "Mi gente linda, mi gente bella", "El paseo", "Ni te cases ni te embarques" o "Muertos de susto".
En declaraciones a Colprensa, el protagonista César Mora expresó que tras el ver por primera vez la película "terminé conmovido, no me esperaba ese resultado tan hermoso. Es una oda al recuerdo, a la memoria, una verdadera poesía al pasado, en la que se presenta un encuentro y desencuentro generacional. La gente ve en ella cómo los avances de la tecnología, en especial la televisión, ha impactado directamente la unión familiar, en su desintegración. Yo me senté con mi hijo a verla y pude decirle lo bacano que era ver televisión en un solo aparato en la sala. En mi casa lo intentamos, con reglas de almorzar o comer juntos, así como apagar los celulares, buscando integrarnos y hablar. No es una comedia como la que nos tiene acostumbrados Dago García, pero hay mucho humor porque quienes lo vivieron lo recuerdan con alegría cuando eran ellos el control remoto del televisor, y quienes no lo vivieron les parecerá increíble que eso hubiera sucedido".