"Justin y la espada del valor", en camino a un nuevo hito de la animación española
- por © Audiovisual 451-NOTICINE.com
La industria española de la animación se ha convertido en un valor seguro de la producción nacional. Tras el éxito de cintas vistas con excelentes resultados comerciales en todo el mundo, como "Planeta 51" y "Las aventuras de Tadeo Jones / Tadeo, el explorador perdido" se prepara el estreno (para el 13 de septiembre) de "Justin y la Espada del Valor". Este ambicioso film, en cuya producción participó el actor, director y productor Antonio Banderas, ha sido dirigido por Manuel Sicilia ("El lince perdido") y llegará a 140 países, incluido Estados Unidos. El realizador habló con nuestros compañeros de Audiovisual 451.
- ¿Cómo surge el proyecto de "Justin y la espada del valor?
El proyecto lleva con nosotros mucho tiempo, casi desde los orígenes del estudio; de hecho los más viejos del lugar lo recordarán como “Goleor” en lugar de como “Justin”. Desde su primera versión, se trataba de un proyecto bastante ambicioso y por lo tanto sabíamos que deberíamos esperar el momento adecuado antes de ponerlo en marcha. Durante bastantes años nos dedicamos a hacer servicios y realizar proyectos más pequeños que nos prepararon para un proyecto de mayor envergadura. En ese tiempo adquirimos experiencia y tuvimos la suerte de encontrar un gran equipo que a día de hoy sigue siendo el núcleo de la empresa. Y así llegó el momento en el que sentimos que por fin el estudio tenía el nivel creativo, tecnológico y artístico para poder hacer una película como "Justin". Pienso que esta espera ha sido beneficiosa para el proyecto, porque aunque en esencia siempre ha sido el mismo, durante todo este tiempo la película maduró. Algo que siempre comento, es que en las primeras versiones de guión la historia estaba demasiada centrada en el punto de vista de Justin, el prisma del niño que consigue reunir el valor para enfrentarse a su padre, haciendo la historia demasiado parcial. Durante el tiempo que necesitamos para poder poner en marcha el proyecto, me convertí en padre, y de repente empecé a preocuparme e identificarme con el otro lado también, ¿Cómo reaccionaría si mi hijo decide irse de casa, y poner su vida en peligro? Creo que este proceso ha enriquecido y cerrado el círculo de la historia, la ha hecho más interesante.
- ¿Cuánto tiempo ha llevado entonces hacerlo realidad y cuál ha sido su coste?
En cuanto al tiempo de producción desde la fase de storyboard hasta el etalonaje final, han sido tres intensos años, especialmente el último. La película ha contado con un presupuesto de 22 millones de euros, lo cual es un enorme salto en relación a los 5 millones de nuestro anterior largometraje "El lince perdido". Es cierto que se trata de un presupuesto muy alto para la industria española, pero no lo es tanto para una película que pretende tener distribución mundial. De hecho el presupuesto es bajo si lo comparamos con los de los grandes estudios de animación, que suelen rondar los 120 ó 150 millones de euros. Creemos que le hemos sacado un buen partido al presupuesto. A nivel visual la película es muy rica y tiene multitud de personajes y escenarios. Pero no se trata de un despliegue visual gratuito, en las historias de maduración el personaje principal normalmente conoce multitud de lugares y personajes, y aprende de todos ellos. Pienso que era fundamental que el viaje interior del personaje, estuviese acompañado también de un importante cambio físico.
- ¿Cómo se montó la financiación?
Con un presupuesto tan alto, la financiación ha sido un proceso largo y nada fácil. Más de la mitad del presupuesto se ha cubierto adelantando los ingresos de las preventas a través de entidades financieras (la película ha sido vendida a más de 140 países). El resto han sido aportaciones de los socios coproductores, préstamos e inversión tanto privada como pública a la empresa y una pequeña parte de ayudas directas. Desde la empresa agradecemos enormemente el apoyo público en especial de la Junta de Andalucía y de entidades como BMN o Triodos que han posibilitado que cerremos una financiación tan complicada.
- La película significa un gran salto tecnológico y de calidad de animación respecto a "El lince perdido". ¿Cuáles cree que son los cambios fundamentales o la evolución llevada a cabo entre ambas producciones?
Cuando hicimos "El lince perdido" todo el equipo sentía que podía hacerlo mucho mejor, pero las limitaciones de tiempo y de presupuesto nos obligaron a hacer un trabajo por debajo del potencial del estudio. Literalmente teníamos que arrancarles los planos de las manos, pues siempre querían seguir trabajando en ellos. A pesar de todo esto, tengo que decir que nos sentimos muy orgullosos de la película. Fue entonces cuando nos comprometimos con el estudio en que el siguiente largometraje, intentaríamos no tener estas limitaciones y podríamos hacer un mucho mejor trabajo. Con este objetivo decidimos producir "La dama y la muerte". El cortometraje, además de traernos multitud de alegrías y una nominación al Oscar gracias al fantástico trabajo de Javier Recio y del resto del equipo, fue un salto importante para el estudio. Supuso la evolución que perseguíamos y nos preparó para poder atacar finalmente Justin.
- Queda claro que "Justin y la espada del valor" tiene una clara vocación internacional ¿Qué puntos del proyecto han tenido que modificar para que así sea y qué necesita una película para poder estrenarse a nivel internacional en igualdad de condiciones que una superproducción norteamericana?
Siempre buscamos la universalidad de la historia, y por eso intentamos manejar conceptos universales: la relación padre-hijo, el heroísmo, la diferencia entre lo justo y la justicia, la búsqueda de la otra mitad, etc. Que no por el hecho de ser conceptos arquetípicos, de ahí su fuerza, debían ser tratados como clichés. Pero además, pienso que la búsqueda de esa universalidad pasa muchas veces por lo contrario, usando una identidad y unos rasgos locales que pueden aportar un sentimiento de autenticidad que puede interesar a audiencias en todo el mundo. Creo que es más honesto y puede funcionar mejor que si intentas trabajar con unos valores y una cultura que no son los tuyos. Pero además en nuestro caso particular hablamos de la Edad Media, y es nuestra, es Europea. Creo que las concesiones que hemos hecho han ido más en la línea de llegar a un público lo más general posible en cuanto a la edad. Es algo así como lo que ocurre con películas como "Wall-E" o "Up", como espectadores adultos nos encantaría que toda la película mantuviese el nivel de complejidad de sus primeros actos, pero la animación es un género que se debe en gran medida a un público infantil. Los creadores suelen tener tendencia a hacer lo que a ellos les gustaría ver, lo cual es muy lícito y puede dar proyectos muy interesantes, pero hay que tener en cuenta la visión de para quién se hace la película. Quién es tu público. Pero además yo no pienso que eso sea un problema, se pueden contar buenas historias para cualquier target, y en el caso concreto de la animación es una obligación trabajar la película para que pueda satisfacer a varios targets al mismo tiempo.
- También están cuidando al máximo el doblaje en las diferentes versiones ¿qué me puede contar al respecto?
El doblaje supone una gran responsabilidad para conseguir estar a la altura de las magníficas actuaciones del Casting original. La verdad es que estamos deseando comenzar con el doblaje español, tratándose de “nuestra versión” queremos cuidarla especialmente. Además el hecho de contar con Antonio Banderas para hacer también su personaje en la versión española es algo que nos emociona. Para cualquier director de animación tener a Antonio es como llevar un Ferrari, todas sus actuaciones están llenas de energía, de humor y siempre tienes un montón de detalles a los que agarrarte para hacer una animación interesante. Además tiene una gran experiencia en todos los procesos de la animación, no solo en el de la actuación. Él también es productor de la película y uno de los motores que la ha empujado todo el tiempo. Si la versión de Antonio de "Sir Antoine" en inglés es brillante, creo que en la versión española podemos llevarla incluso un poquito más allá. Es una oportunidad para resaltar todas esas ideas y caracterizaciones locales que comentábamos antes y en las que se ha basado la película dándole un sabor distinto.
- ¿Cómo surge el proyecto de "Justin y la espada del valor?
El proyecto lleva con nosotros mucho tiempo, casi desde los orígenes del estudio; de hecho los más viejos del lugar lo recordarán como “Goleor” en lugar de como “Justin”. Desde su primera versión, se trataba de un proyecto bastante ambicioso y por lo tanto sabíamos que deberíamos esperar el momento adecuado antes de ponerlo en marcha. Durante bastantes años nos dedicamos a hacer servicios y realizar proyectos más pequeños que nos prepararon para un proyecto de mayor envergadura. En ese tiempo adquirimos experiencia y tuvimos la suerte de encontrar un gran equipo que a día de hoy sigue siendo el núcleo de la empresa. Y así llegó el momento en el que sentimos que por fin el estudio tenía el nivel creativo, tecnológico y artístico para poder hacer una película como "Justin". Pienso que esta espera ha sido beneficiosa para el proyecto, porque aunque en esencia siempre ha sido el mismo, durante todo este tiempo la película maduró. Algo que siempre comento, es que en las primeras versiones de guión la historia estaba demasiada centrada en el punto de vista de Justin, el prisma del niño que consigue reunir el valor para enfrentarse a su padre, haciendo la historia demasiado parcial. Durante el tiempo que necesitamos para poder poner en marcha el proyecto, me convertí en padre, y de repente empecé a preocuparme e identificarme con el otro lado también, ¿Cómo reaccionaría si mi hijo decide irse de casa, y poner su vida en peligro? Creo que este proceso ha enriquecido y cerrado el círculo de la historia, la ha hecho más interesante.
- ¿Cuánto tiempo ha llevado entonces hacerlo realidad y cuál ha sido su coste?
En cuanto al tiempo de producción desde la fase de storyboard hasta el etalonaje final, han sido tres intensos años, especialmente el último. La película ha contado con un presupuesto de 22 millones de euros, lo cual es un enorme salto en relación a los 5 millones de nuestro anterior largometraje "El lince perdido". Es cierto que se trata de un presupuesto muy alto para la industria española, pero no lo es tanto para una película que pretende tener distribución mundial. De hecho el presupuesto es bajo si lo comparamos con los de los grandes estudios de animación, que suelen rondar los 120 ó 150 millones de euros. Creemos que le hemos sacado un buen partido al presupuesto. A nivel visual la película es muy rica y tiene multitud de personajes y escenarios. Pero no se trata de un despliegue visual gratuito, en las historias de maduración el personaje principal normalmente conoce multitud de lugares y personajes, y aprende de todos ellos. Pienso que era fundamental que el viaje interior del personaje, estuviese acompañado también de un importante cambio físico.
- ¿Cómo se montó la financiación?
Con un presupuesto tan alto, la financiación ha sido un proceso largo y nada fácil. Más de la mitad del presupuesto se ha cubierto adelantando los ingresos de las preventas a través de entidades financieras (la película ha sido vendida a más de 140 países). El resto han sido aportaciones de los socios coproductores, préstamos e inversión tanto privada como pública a la empresa y una pequeña parte de ayudas directas. Desde la empresa agradecemos enormemente el apoyo público en especial de la Junta de Andalucía y de entidades como BMN o Triodos que han posibilitado que cerremos una financiación tan complicada.
- La película significa un gran salto tecnológico y de calidad de animación respecto a "El lince perdido". ¿Cuáles cree que son los cambios fundamentales o la evolución llevada a cabo entre ambas producciones?
Cuando hicimos "El lince perdido" todo el equipo sentía que podía hacerlo mucho mejor, pero las limitaciones de tiempo y de presupuesto nos obligaron a hacer un trabajo por debajo del potencial del estudio. Literalmente teníamos que arrancarles los planos de las manos, pues siempre querían seguir trabajando en ellos. A pesar de todo esto, tengo que decir que nos sentimos muy orgullosos de la película. Fue entonces cuando nos comprometimos con el estudio en que el siguiente largometraje, intentaríamos no tener estas limitaciones y podríamos hacer un mucho mejor trabajo. Con este objetivo decidimos producir "La dama y la muerte". El cortometraje, además de traernos multitud de alegrías y una nominación al Oscar gracias al fantástico trabajo de Javier Recio y del resto del equipo, fue un salto importante para el estudio. Supuso la evolución que perseguíamos y nos preparó para poder atacar finalmente Justin.
- Queda claro que "Justin y la espada del valor" tiene una clara vocación internacional ¿Qué puntos del proyecto han tenido que modificar para que así sea y qué necesita una película para poder estrenarse a nivel internacional en igualdad de condiciones que una superproducción norteamericana?
Siempre buscamos la universalidad de la historia, y por eso intentamos manejar conceptos universales: la relación padre-hijo, el heroísmo, la diferencia entre lo justo y la justicia, la búsqueda de la otra mitad, etc. Que no por el hecho de ser conceptos arquetípicos, de ahí su fuerza, debían ser tratados como clichés. Pero además, pienso que la búsqueda de esa universalidad pasa muchas veces por lo contrario, usando una identidad y unos rasgos locales que pueden aportar un sentimiento de autenticidad que puede interesar a audiencias en todo el mundo. Creo que es más honesto y puede funcionar mejor que si intentas trabajar con unos valores y una cultura que no son los tuyos. Pero además en nuestro caso particular hablamos de la Edad Media, y es nuestra, es Europea. Creo que las concesiones que hemos hecho han ido más en la línea de llegar a un público lo más general posible en cuanto a la edad. Es algo así como lo que ocurre con películas como "Wall-E" o "Up", como espectadores adultos nos encantaría que toda la película mantuviese el nivel de complejidad de sus primeros actos, pero la animación es un género que se debe en gran medida a un público infantil. Los creadores suelen tener tendencia a hacer lo que a ellos les gustaría ver, lo cual es muy lícito y puede dar proyectos muy interesantes, pero hay que tener en cuenta la visión de para quién se hace la película. Quién es tu público. Pero además yo no pienso que eso sea un problema, se pueden contar buenas historias para cualquier target, y en el caso concreto de la animación es una obligación trabajar la película para que pueda satisfacer a varios targets al mismo tiempo.
- También están cuidando al máximo el doblaje en las diferentes versiones ¿qué me puede contar al respecto?
El doblaje supone una gran responsabilidad para conseguir estar a la altura de las magníficas actuaciones del Casting original. La verdad es que estamos deseando comenzar con el doblaje español, tratándose de “nuestra versión” queremos cuidarla especialmente. Además el hecho de contar con Antonio Banderas para hacer también su personaje en la versión española es algo que nos emociona. Para cualquier director de animación tener a Antonio es como llevar un Ferrari, todas sus actuaciones están llenas de energía, de humor y siempre tienes un montón de detalles a los que agarrarte para hacer una animación interesante. Además tiene una gran experiencia en todos los procesos de la animación, no solo en el de la actuación. Él también es productor de la película y uno de los motores que la ha empujado todo el tiempo. Si la versión de Antonio de "Sir Antoine" en inglés es brillante, creo que en la versión española podemos llevarla incluso un poquito más allá. Es una oportunidad para resaltar todas esas ideas y caracterizaciones locales que comentábamos antes y en las que se ha basado la película dándole un sabor distinto.