Daniel de la Vega dirige a Viviana Saccone, Julieta Cardinali y Luis Machín en "Necrofobia"

por © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com
Cardinali, en 'Necrofobia'
Tras el suceso y las positivas críticas de su comedia negra y sangrienta "Hermanos de sangre", el cineasta argentino Daniel de la Vega, cuya trayectoria previa incluyó "Devorador de sueños" ("Jennifer's Shadow") y "Death knows your name", filmadas en inglés, ya está manos a la obra con un nuevo film, escrito y dirigido por él, "Necrofobia", un "thriller" de suspenso y terror psicológico que filman en 3D en Buenos Aires, con Luis Machín, Gerardo Romano, Viviana Saccone, Julieta Cardinali y Raúl Taibo ante la cámara.

"Necrofobia", con un rodaje que incluye el cementerio de la Chacarita o la Iglesia de Guadalupe, sigue el descenso a los infiernos de Dante (Luis Machín), quien descubre tras la muerte de su hermano que sufre de esa fobia y se verá arrastrado en una espiral incontrolada. Para De la Vega es un "thriller" de suspenso que pertenece al subgénero del "Terror Psicológico", en donde la intriga gira en dilucidar qué es real y qué no, dentro de una trama policial. En este sentido, la emparenta con "Carretera Perdida / Por el lado oscuro del camino / Loist highway", de David Lynch o "Chasing Sleep" de Michael Walker.

En opinión del cineasta argentino, "Necrofobia" será un entretenimiento concebido para un público ávido de emociones fuertes y un estudio sobre la personalidad obsesiva.

Nacido en Buenos Aires en 1972, Daniel de la Vega egresó del Centro de Experimentación y Realización Cinematográfica del INCAA, con el título de Realizador Cinematográfico y forma parte de la asociación de Directores Argentinos Cinematográficos (DAC). Aunque su registro pueda ir del humor negro al "gore", el realizador austral se ha mantenido fiel al terror, y no piensa dejarlo, ya que en la recámara le esperan "Los Ojos del Abismo", "Punto Muerto" y "Pulsión".

"Las películas de terror son básicamente una mirada oscura, perversa, pesimista, que cumplen la función de maltratar al espectador, hacerlo sentir mal, para que cuando termine de verlas tome conciencia de que está vivo. Entonces, por oposición, se siente más tranquilo", decía De la Vega cuando el pasado junio estrenó "Hermanos de sangre".