Llega a cines venezolanos "El Regreso", opera prima de Patricia Ortega
- por © Corresponsal (Venezuela)-NOTICINE.com
A partir del próximo viernes en Maracaibo y una semana más tarde en Caracas, Maracay, Valencia y Barquisimeto, debutará en las salas comerciales la opera prima de la cineasta venezolana Patricia Ortega, "El Regreso", un drama basado en hechos reales, protagonizado por una niña wayúu, testigo del ataque de paramilitares en sus tradicionales tierras, lo que la obliga a huir. Daniela González, Laureano Olivarez y Sofía Espinoza son los principales intérpretes de esta cinta integramente filmada en el estado venezolano de Zulia, que es el que cuenta con mayor población wayúu.
Producido por el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía de Venezuela (CNAC), Mandrágora Films Zulia y PDVSA La Estancia, "El regreso" comienza cuando un grupo armado quiebra la tranquilidad de una comunidad que vive en Bahía Portete de la Alta Guajira Colombiana. En medio de aquel horror y sangre, las mujeres arriesgan sus vidas para ayudar a escapar a sus hijos. Shuliwala, una niña de tan sólo 10 años, logra huir hasta una ciudad fronteriza. Pero ese territorio extranjero, es una cultura totalmente extraña para ella y deberá ingeniársela para poder sobrevivir y no perder la esperanza de volver a su hogar.
"La película -afirma Patricia Ortega, quien es descendiente lejana de wayúus- aborda la necesidad de reconocerse en alguien que se supone distinto. Es una película sobre la amistad y los desplazados". La base del largamente gestado guión, de la propia realizadora, formada en la cubana Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños, fue la masacre ocurrida en Bahía Portete (Alta Guajira Colombiana) en abril de 2004, donde 40 paramilitares arremetieron contra la paz de los lugareños, aniquilando principalmente a mujeres y provocando un desplazamiento masivo. Los miembros de esa comunidad se desplazaron hacia las localidades de Uribia y Maicao en su propio país, pero aproximadamente unas 300 personas llegaron hasta la ciudad de Maracaibo, en la vecina Venezuela, por temor a ser asesinados.
"Se optó por hacer una película de ficción para proteger la identidad de los afectados que aún se encuentran en la lucha por recuperar su territorio. El resto de la historia ha sido enfocada desde la perspectiva de una niña de 10 años que se ve forzada a huir sola a otro país para salvar su vida, separada de su familia, que no habla castellano. En cómo se defiende para poder comunicarse; cómo hace para sobrevivir sola en un lugar totalmente nuevo para ella. Aunque es ficción, la realidad fue y sigue siendo mucho más dura", comenta Ortega.
En cuanto al elenco, la cineasta zuliana quiso contar con la participación de los propios wayúu. "Trabajamos directamente con las comunidades, era allí donde estaban nuestros actores. Hicimos varios castings en la red de colegios interculturales bilingües hasta que conseguimos a nuestra protagonista Daniela González (Shüliwala) y al resto del reparto que integra la comunidad wayúu en el film". Para personificar al antagonista en la historia se seleccionó al reconocido actor venezolano Laureano Olivarez. Tras dicha selección de actores hubo un proceso de entrenamiento a cargo de la coach de actuación Irina Dendiouk y con Gloria Jusayú, que fungió como productora y asistente de dirección indígena, actriz y como traductora para los actores wayúu.
Producido por el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía de Venezuela (CNAC), Mandrágora Films Zulia y PDVSA La Estancia, "El regreso" comienza cuando un grupo armado quiebra la tranquilidad de una comunidad que vive en Bahía Portete de la Alta Guajira Colombiana. En medio de aquel horror y sangre, las mujeres arriesgan sus vidas para ayudar a escapar a sus hijos. Shuliwala, una niña de tan sólo 10 años, logra huir hasta una ciudad fronteriza. Pero ese territorio extranjero, es una cultura totalmente extraña para ella y deberá ingeniársela para poder sobrevivir y no perder la esperanza de volver a su hogar.
"La película -afirma Patricia Ortega, quien es descendiente lejana de wayúus- aborda la necesidad de reconocerse en alguien que se supone distinto. Es una película sobre la amistad y los desplazados". La base del largamente gestado guión, de la propia realizadora, formada en la cubana Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños, fue la masacre ocurrida en Bahía Portete (Alta Guajira Colombiana) en abril de 2004, donde 40 paramilitares arremetieron contra la paz de los lugareños, aniquilando principalmente a mujeres y provocando un desplazamiento masivo. Los miembros de esa comunidad se desplazaron hacia las localidades de Uribia y Maicao en su propio país, pero aproximadamente unas 300 personas llegaron hasta la ciudad de Maracaibo, en la vecina Venezuela, por temor a ser asesinados.
"Se optó por hacer una película de ficción para proteger la identidad de los afectados que aún se encuentran en la lucha por recuperar su territorio. El resto de la historia ha sido enfocada desde la perspectiva de una niña de 10 años que se ve forzada a huir sola a otro país para salvar su vida, separada de su familia, que no habla castellano. En cómo se defiende para poder comunicarse; cómo hace para sobrevivir sola en un lugar totalmente nuevo para ella. Aunque es ficción, la realidad fue y sigue siendo mucho más dura", comenta Ortega.
En cuanto al elenco, la cineasta zuliana quiso contar con la participación de los propios wayúu. "Trabajamos directamente con las comunidades, era allí donde estaban nuestros actores. Hicimos varios castings en la red de colegios interculturales bilingües hasta que conseguimos a nuestra protagonista Daniela González (Shüliwala) y al resto del reparto que integra la comunidad wayúu en el film". Para personificar al antagonista en la historia se seleccionó al reconocido actor venezolano Laureano Olivarez. Tras dicha selección de actores hubo un proceso de entrenamiento a cargo de la coach de actuación Irina Dendiouk y con Gloria Jusayú, que fungió como productora y asistente de dirección indígena, actriz y como traductora para los actores wayúu.