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Por Edurne Sarriegui

Este jueves se estrena en Argentina "Séptimo", thriller del ibérico Patxi Amezcua filmado en Buenos Aires, del cual además es coguionista junto  al argentino radicado en España Alejo Flah. Se trata de una coproducción argentino-española y el  segundo largometraje de Amézcua después de "25 kilates" (2009), film elogiado por los comentaristas pero de escasa difusión en España, que pertenece al mismo género. Partiendo de una situación tan cotidiana como la de llevar a los chicos a la escuela, "Séptimo" consigue identificar al espectador con Sebastián, el protagonista, y vivir con él toda la angustia que genera una situación tan inquietante como la desaparición de sus pequeños. No defrauda a los amantes del género y su resolución no dejará indiferentes a los espectadores.

Sebastián (Ricardo Darín)  es un abogado de Buenos Aires. Su día empieza, como todos, lidiando con el tránsito porteño, con problemas familiares, con  su trabajo en un estudio de abogados que se ocupa  de  casos difíciles que involucran corrupción y pasando a buscar a sus hijos  por el departamento que compartía hasta hace seis meses con su ex mujer, Delia (Belén Rueda), para llevarlos al colegio. La complicidad con sus hijos  incluye un juego que cuenta con la oposición de la madre y consiste en que los niños, Luna y Luca, bajen por las escaleras desde el séptimo piso en el que viven mientras el padre lo hace por el ascensor. Un día en ese trayecto los niños desaparecen y con ello todas las urgencias cotidianas se diluyen y comienza una búsqueda frenética en el edificio del cual, en apariencia, no han podido salir.

A partir de esta situación el relato se centra en la angustia del padre y con primeros planos y las repetidas imágenes en espiral de las escaleras nos conduce a sentir el vértigo de una situación límite. La estructura cerrada del edificio, con más de una escalera, transmite la sensación de laberinto en el que se encuentra inmerso Sebastián sospechando de todos y descartándolos sucesivamente.

También aparecen, reforzando las características del género, los autos que no arrancan y los teléfonos que no funcionan (en este caso por falta de batería). La película mantiene el suspense y el dinamismo durante todo su desarrollo sin caer en el melodrama al que las emociones de los padres podrían conducir.

Cuenta con las actuaciones de Ricardo Darín y Belén Rueda que aportan su buen hacer profesional además de su atractivo comercial para el público. Se destacan también en sus interpretaciones Luis Ziembrowski en el papel del portero y Osvaldo Santoro como el comisario Rosales. Su estreno en España está previsto para el próximo mes de Noviembre.