Noticine.com

A la argentina Martina Gusman está claro que el riesgo de emprender nuevos caminos no la asusta. Tras una primera relación con el cine como productora, acabó siendo actriz empujada por su marido, el cineasta Pablo Trapero, con quien ya había trabajado tras la cámara, y que la convirtió en una de las figuras femeninas argentinas más internacionales, gracias a la exitosa trayectoria en festivales de sus películas "Leonera", "Carancho" y "Elefante Blanco". Todas ellas eran dramas, algunos con toques cuasi trágicos. Sin embargo, en su estreno de esta semana, "Sólo para dos", se atreve a cambiar de registro en una comedia sentimental y de enredos, dirigida por el español Roberto Santiago, y con la compañía de su compatriota Nicolás Cabré y del español Santi Millán. "En este film todo fue más extrovertido y para afuera. Me gustan las experiencias nuevas y variar los registros", asegura.

Gusman explica en declaraciones a Telam cómo llegó el proyecto, filmado en la venezolana Isla Margarita, a sus manos: "La película me llega a través de una propuesta del productor Pablo Bossi, y me sorprendió porque a los productores les cuesta mucho ver a los actores en un registro diferente al que se los ve habitualmente y ocurre así acá y en todo el mundo".

"Sólo para dos" es la historia de Gonzalo (Millán) y Valentina (Gusman), una pareja que llevan varios años juntos y que regentan un paradisiaco hotel en Isla Margarita: el Sólo Para Dos. Él es español y ella argentina. Se conocieron allí de vacaciones, y decidieron quedarse a vivir junto a las cristalinas aguas del mar Caribe. Son los dueños de un resort exclusivo para parejas, un hotel con mucho encanto, playa particular y un montón de actividades pensadas para realizar de dos en dos. Sin embargo, su relación se tambalea... Y los huéspedes del hotel no serán precisamente una ayuda.

"Me interesaba la propuesta -dice la actriz argentina- para tener mi primera experiencia en comedia, teniendo en cuenta que ya había tenido diferentes experiencias y quería probar un nuevo registro. Ampliarme a otros registros, formatos y géneros, como televisión y teatro, y ahora comedia, era algo que venía pensando desde el año pasado, cuando decidí abrir un paréntesis en el tema producción y dedicarme de lleno a la actuación".

No obstante, Martina, de casi 35 años, reconoce que hasta ahora el drama ha sido "su" género: "En el nivel personal el drama es donde me siento más cómoda y me gustan las historias con una temática social determinada, y participar, y me gusta mucho trabajar con Pablo Trapero independientemente de que sea mi pareja, y esto de probar me permite abrir el registro y enriquecerme a nivel actoral".

Valoró la actriz entre los atractivos del film dónde se rodaba, en el destino turístico más conocido de Venezuela, la isla caribeña de Margarita, donde pasó el equipo mes y medio de trabajo. "Hacer un rodaje en un paraíso como ese no tiene precio, y no sentí tanto el hecho de estar lejos, y además se armó un lindo equipo de trabajo, a nivel humano y profesional, tanto con Santi como Nicolás a quien no conocía y me sorprendió con su perfil introvertido, tan diferente al que muchos suponen. Fue lindo tenerlo como compañero, que cuando vos estás probando determinadas cosas está presente con su mirada y hace lindas devoluciones. El rodaje me enriqueció en todos los aspectos", comenta.

Lo que sí que parece evidente es que Martina Gusman ya ha dado el salto fuera de su "familiar" ambiente cinematográfico con Trapero, y está abierta a propuestas de otros directores. "Tengo un proyecto con Pampa Films para el año que viene pero todavía no tiene fecha cerrada y mientras tanto estoy con el teatro, que seguramente seguirá todo el verano", avanza sobre ese futuro.