Crítica: "La sublevación", grotesco punto de giro

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'La sublevación'


Por Edurne Sarriegui

"La sublevación", coproducción entre Brasil, Argentina y Francia, es la ópera prima del carioca Raphael Aguinaga, director y guionista de la misma. Fue premiada en la XV Edición del Festival de Cine Brasileño de Paris, cuenta con un elenco excepcional y sin embargo naufraga irremediablemente en las procelosas aguas de la extravagancia.

La historia que nos cuenta transcurre en un hogar de ancianos que llevan una vida rutinaria y aislada, únicamente interrumpida por las noticias que les acompañan desde un viejo televisor. Sufren el abandono y el olvido de sus familias y las pequeñas novedades cotidianas, como la llegada de una nueva huésped o las vacaciones anuales de la mujer encargada del lugar, son para su existencia grandes hitos.

Sobre todo si la recién llegada, Alicia (Marilú Marini) inicia una historia de amor con Juan (Arturo Goetz), el habitante más huraño de la casa, y las vacaciones de Rosa (Graciela Tenenbaum)  implican la llegada de su hijo para ocupar su lugar. Es éste un joven despótico, maltratador y drogadicto al que apodan "la bruja" (Pablo Lapadula) que a poco de llegar les requisa el televisor, su único entretenimiento y vínculo con el mundo exterior.

Hasta aquí la propuesta es promisoria. Está todo servido para que los ancianos se rebelen contra el maltrato, el abandono y el aislamiento y demuestren que todavía tienen mucho hacer y mucho para decirle al mundo que les da la espalda.

El problema es que el detonante para romper su pasividad será una noticia que tomará relevancia mundial y que no podía ser más absurda y delirante: Jesucristo ha sido clonado en el Vaticano, ha escapado del encierro al que lo tenían sometido las autoridades eclesiásticas y se ha presentado al mundo. Esto provoca una ola de reacciones solidarias a las que se suman los habitantes de La Milagrosa. Como si al llegar a la ancianidad solamente una propuesta disparatada e irracional pudiera inducir a volver a participar de la vida.

Más allá de la historia, que por momentos cae en lo grotesco, el film cuenta con un elenco de excepción absolutamente desaprovechado que además de los ya citados incluye a Luis Margani, Lidia Catalano, Juan C. Galván, Nelly Prince, León Dogodny, etc. Una lástima, porque con este personal se podría haber hecho cualquier buena película.