Colaboración: "La maleta de Marta", y la otra cara de Pandora
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Por Eduardo Larrocha
"La maleta de Marta", viene repleta de sufrimiento y valor. Marta Anguita, el personaje real cuyo drama cuenta este documental de Günter Schwaiger, es una mujer valiente que en el año 2000 fue atropellada, acuchillada y degollada por su marido, del que intentaba divorciarse. Marta salió con vida y asustada de aquel episodio. Con el paso de los años ha asumido su dolor y, amenazada todavía, intenta encarrilar su vida. Y eso que, salvo de sus dos hijas y su hermano mayor, no cuenta con el apoyo de los suyos, una familia acomodada de Jaén.
Todo habría sido menos complicado si la justicia se hubiera interpuesto entre agresor y agredida. Por el contrario, él salió de la cárcel antes de cumplir su condena y, a pesar de su orden de alejamiento, hace maniobras amenazantes que demuestran que no piensa cejar en su empeño. Marta tampoco. Por eso un día aceptó la propuesta del director austríaco afincado en España. Günter Schwaiger tiene una brillante trayectoria como documentalista: "Ibiza" y "El paraíso de Haffner" son dos de sus anteriores trabajos. En "La maleta de Marta" muestra la realidad de la violencia de género, aún más grave y silenciada en su país que en el nuestro. Este arriesgado trabajo ha permitido a Marta sentirse acompañada y le ha servido como terapia.
Después de estrenarse en Viena, Toulouse y Calgary, "La maleta de Marta" se ha presentado en la Cineteca del Matadero de Madrid, donde se podrá ver a partir de este fin de semana. En octubre se proyectará en Zaragoza y Barcelona. Además de situarse en Andalucía y Madrid, el documental se traslada a Salzburgo donde asistimos -Marta lo hará también- a una revelación y contraste de los datos sobre la violencia de género en Austria y en España. Quienes ofrecen su visión del tema son terapeutas y policías porque los agresores no quieren dar la cara, aunque alguno, al menos, aporta su voz, gravemente distorsionada. El director asegura que cuando el documental se estrenó en Austria supuso un impacto para las conciencias. Ninguna víctima allí se atreve a mostrarse como ha sido capaz de hacerlo Marta Anguita.
La curiosidad de Eva nos alejó de Paraíso. Otra leyenda: la maldad intrínseca de Pandora hace a la mujer acreedora, a juicio del pensamiento patriarcal -otros dirían machista-, de todo tipo de vejaciones. Ambos mitos de la cultura universal podrían estar en la génesis de la violencia de género. Comprobamos la implantación general de esta perversión en otra intensa producción de origen tan lejano como Afganistán.
"La piedra de la paciencia", actualmente en carteleras de Madrid y Barcelona, muestra una forma cultural diferente de maltratar a la mujer. Esa violencia se ejerce con tanta o más crudeza en el mundo islámico que en Occidente. La película, un drama del realizador y novelista afgano Atiq Rahimi, relata a través del discurso interior de una mujer todo el amor y el dolor que sufre ante el cuerpo inerte y catatónico de un marido talibán malherido por los suyos. A lo largo del relato, y mientras ella va haciendo confidencias hasta ahora inconfesables, vamos conociendo la realidad reciente y cotidiana de ese matrimonio. En aquella sociedad la mujer vive encerrada en un burka psicológico y no tiene derecho, ni siquiera, a expresar sus sentimientos.
"La maleta de Marta", viene repleta de sufrimiento y valor. Marta Anguita, el personaje real cuyo drama cuenta este documental de Günter Schwaiger, es una mujer valiente que en el año 2000 fue atropellada, acuchillada y degollada por su marido, del que intentaba divorciarse. Marta salió con vida y asustada de aquel episodio. Con el paso de los años ha asumido su dolor y, amenazada todavía, intenta encarrilar su vida. Y eso que, salvo de sus dos hijas y su hermano mayor, no cuenta con el apoyo de los suyos, una familia acomodada de Jaén.
Todo habría sido menos complicado si la justicia se hubiera interpuesto entre agresor y agredida. Por el contrario, él salió de la cárcel antes de cumplir su condena y, a pesar de su orden de alejamiento, hace maniobras amenazantes que demuestran que no piensa cejar en su empeño. Marta tampoco. Por eso un día aceptó la propuesta del director austríaco afincado en España. Günter Schwaiger tiene una brillante trayectoria como documentalista: "Ibiza" y "El paraíso de Haffner" son dos de sus anteriores trabajos. En "La maleta de Marta" muestra la realidad de la violencia de género, aún más grave y silenciada en su país que en el nuestro. Este arriesgado trabajo ha permitido a Marta sentirse acompañada y le ha servido como terapia.
Después de estrenarse en Viena, Toulouse y Calgary, "La maleta de Marta" se ha presentado en la Cineteca del Matadero de Madrid, donde se podrá ver a partir de este fin de semana. En octubre se proyectará en Zaragoza y Barcelona. Además de situarse en Andalucía y Madrid, el documental se traslada a Salzburgo donde asistimos -Marta lo hará también- a una revelación y contraste de los datos sobre la violencia de género en Austria y en España. Quienes ofrecen su visión del tema son terapeutas y policías porque los agresores no quieren dar la cara, aunque alguno, al menos, aporta su voz, gravemente distorsionada. El director asegura que cuando el documental se estrenó en Austria supuso un impacto para las conciencias. Ninguna víctima allí se atreve a mostrarse como ha sido capaz de hacerlo Marta Anguita.
La curiosidad de Eva nos alejó de Paraíso. Otra leyenda: la maldad intrínseca de Pandora hace a la mujer acreedora, a juicio del pensamiento patriarcal -otros dirían machista-, de todo tipo de vejaciones. Ambos mitos de la cultura universal podrían estar en la génesis de la violencia de género. Comprobamos la implantación general de esta perversión en otra intensa producción de origen tan lejano como Afganistán.
"La piedra de la paciencia", actualmente en carteleras de Madrid y Barcelona, muestra una forma cultural diferente de maltratar a la mujer. Esa violencia se ejerce con tanta o más crudeza en el mundo islámico que en Occidente. La película, un drama del realizador y novelista afgano Atiq Rahimi, relata a través del discurso interior de una mujer todo el amor y el dolor que sufre ante el cuerpo inerte y catatónico de un marido talibán malherido por los suyos. A lo largo del relato, y mientras ella va haciendo confidencias hasta ahora inconfesables, vamos conociendo la realidad reciente y cotidiana de ese matrimonio. En aquella sociedad la mujer vive encerrada en un burka psicológico y no tiene derecho, ni siquiera, a expresar sus sentimientos.