Crítica: "Amar es bendito", trivial triángulo bisexual

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'Amar es bendito'


Por Edurne Sarriegui

Después de "Por sus propios ojos"  (2007) y "Lengua materna" (2010), llega "Amar es bendito", tercer largometraje de la argentina Liliana Paolinelli. Como en sus anteriores trabajos, en esta ocasión la directora cordobesa es también realizadora y guionista. "Amar es bendito" es una película que habla sobre la dificultad de sus protagonistas para tomar decisiones con respecto a su pareja, una vez que la crisis se instala entre ellas, pero lo hace de una manera tan trivial que traiciona la expectativa que el título sugiere.

Ofelia (Mara Santucho) y Mecha (Claudia Cantero) llevan una relación de siete años y la infidelidad irrumpe en su vida (cualquier similitud con otro film es mera coincidencia). Ante la evidencia del engaño ni ofensora ni ofendida son capaces de tomar una decisión. "Sin ella me asfixio y sin ti me muero", así verbaliza Mecha su dilema y pactan permanecer juntas abriendo su pareja.

No queda claro si es por despecho, por miedo a afrontar la soledad  o porque la banalidad todo lo invade, que Ofelia acepta la situación y consigue un amante como quien consigue una pieza necesaria en ese armado insolente. El nuevo personaje, Mario (Carlos Possentini), se incorpora al triángulo conformado por las dos mujeres y la amante de Mecha, Ana Laura (Carolina Solari).

La evidente superficialidad de las relaciones hace obvio cuál será el desenlace desde el momento en que tenemos reunidos a los cuatro coprotagonistas. Aquí, que se trate de un amor homosexual es una simple anécdota. Si se hubiera tratado de una pareja heterosexual partiendo de las mismas premisas el resultado hubiera sido igual.

Las actuaciones y los diálogos, en varias ocasiones infantiles, dejan la misma sensación de superficialidad que el tratamiento del tema y la ausencia de música subraya un cierto tono teatral. El final, con la presencia del músico Ángel "Negro" Videla a todo volumen, termina de teñir todo con un tono tragicómico con música "cuartetera" que afirma la identidad cordobesa de la cinta.

En síntesis es una película que no termina de mostrar las emociones de una pareja cuando se evidencia el desamor sino que se pierde en una serie de decisiones pueriles que no hacen sino complicar innecesariamente lo que ya era complicado.