Marian Alvarez estrena "La Herida": "Le pusimos muchas ganas, mucha pasión y mucha intuición"
- por © Jon Apaolaza-NOTICINE.com
La actriz española Marian Alvarez, flamante ganadora de la Concha de Plata a la mejor actriz en el recién clausurado Festival de San Sebastián, estrena este viernes en salas esa cinta, dirigida por Fernando Franco, en la que interpreta a una mujer joven afectada por un trastorno psicológico de la personalidad, Borderline, que le perjudica en sus relaciones personales. No es este su primer galardón interpretativo en un certamen internacional, ya que en 2007 obtuvo otro similar en el Festival de Locarno, por "Lo mejor de mí", de Roser Aguilar. Pese a ello, la mayor parte de su carrera se ha desarrollado en la televisión, donde empezó hace más de una década. NOTICINE.com charló con la talentosa actriz madrileña. A pie de página, la entrevista resumida en video...
- Hábleme de Ana en "La Herida"
La película consiste en el retrato de este personaje, en su día a día para sobrevivir a pesar de padecer un problema psicológico llamado Trastorno Límite de la Personalidad o Borderline, aún sin diagnosticar. Es decir, ella misma no sabe que lo padece. Esto supone el desconocimiento por su parte de lo que le pasa en cada momento. El film se convierte por tanto, en la radiografía de este personaje, es casi una disección. Yo siempre digo que es un viaje emocional.
- ¿Cómo llegó el personaje a usted?
Fernando llegó un día, me dio un guión y me preguntó si me apetecía leérmelo. Yo acepté encantada; lo leí y me enamoré. Fue un auténtico flechazo por la historia y por el personaje en sí mismo. Me pareció un guión bellísimo y super sincero. Me apetecía. Fernando era un director al que yo admiraba ya con sus cortos, así que todavía había más alicientes. Cuando me dijo que estaba pensando en que yo lo interpretara, para mí fue algo tan maravilloso como un milagro. Por eso acepté con los ojos cerrados y me embarqué con él en este viaje tan bonito.
- ¿Conocía antes o conoció durante la preparación de la película a alguien que padeciera esa enfermedad psicológica?
Para nada. No contaba con ningún tipo de referencia. Me involucré en el papel a ciegas. Fernando comenzó este proyecto en forma de documental, pero luego decidió que podía haber ahí una historia de ficción que fuera más efectiva. La cuestión es que al tratar con personas que padecían esta enfermedad, agudizaban sus conductas más autodestructivas al sentirse importantes para aquel que los observaba. Por lo tanto, no nos parecía ético dañar a nadie, no queríamos causar ningún tipo de problema. Entonces, decidimos descartar esa vía. Pero hubo mucha investigación detrás, de psiquiatría, de psicología... Estuvimos en contacto, de hecho, con una psicóloga especializada en estos temas, que nos asesoró. Además, miramos blogs, foros... Y sobre todo, le pusimos muchas ganas, mucha pasión y mucha intuición.
- ¿Cómo se desarrolló un rodaje como este en el que usted tenía sobre sus hombros casi todo el peso de la película?
Maravilloso. He tenido grandes compañeros, tanto en el equipo técnico como en el artístico. Simplemente, puedo decir que han sido los mejores compañeros de viaje que nadie pueda tener. Generosidad, talento, sensibilidad... Han sido sus mejores virtudes, esas que me han servido para tirar hacia delante con el personaje porque sin la ayuda de Fernando y del equipo, no habría sido capaz.
- Desde que se proyectó "La Herida" en San Sebastián, usted se convirtió en la favorita para el premio de interpretación femenina y de hecho lo consiguió al día siguiente. Estará feliz...
Si, fíjate (risas), parece mentira. Estoy encantada, me siento muy satisfecha. De alguna manera, es como enseñar tu criatura al mundo y que te digan lo guapo y lo inteligente que es tu niño. Emociona bastante y estoy muy satisfecha. Es cierto que se puede pensar que es un personaje premiable, pero eso no me preocupó mucho. Lo que he vivido al presentar la película es lo más importante. Pero para mí, llegar hasta aquí y poder encarnar a Ana ha sido un triunfo. No es fácil que este tipo de personaje llegue a una mujer. En España, sobre todo, es más complicado; llegas a una edad y se va cerrando el embudo. Y el hecho de que me haya tocado a mí interpretar este papel, es como si me hubiese tocado la lotería.
- ¿Considera entonces a Ana el papel más importante de su carrera?
El más importante y el más difícil. Ha sido una valla muy alta que he tenido que salvar, como actriz y como persona. Me he tenido que enfrentar a muchos miedos. Cuando comencé a investigar la enfermedad, me asusté bastante. He tenido que transitar por sitios complicados, pero yo creo que ha merecido la pena. Para mí, ha sido muy enriquecedor.
- No se si en los tiempos que vivimos sea muy fácil convocar a la gente al cine para ver sufrir a otra persona. ¿Qué diría usted a los potenciales espectadores para que fueran a verla?
Entiendo que estamos atravesando un momento muy complicado y que la gente prefiera ir al cine para entretenerse. Sin embargo, yo invitaría al público a hacer un viaje emocional a través de la película, que es duro pero también muy gratificante. Si les interesa ir mas allá, les animo a subir a esta montaña rusa con nosotros porque no los decepcionará.
- Hábleme de Ana en "La Herida"
La película consiste en el retrato de este personaje, en su día a día para sobrevivir a pesar de padecer un problema psicológico llamado Trastorno Límite de la Personalidad o Borderline, aún sin diagnosticar. Es decir, ella misma no sabe que lo padece. Esto supone el desconocimiento por su parte de lo que le pasa en cada momento. El film se convierte por tanto, en la radiografía de este personaje, es casi una disección. Yo siempre digo que es un viaje emocional.
- ¿Cómo llegó el personaje a usted?
Fernando llegó un día, me dio un guión y me preguntó si me apetecía leérmelo. Yo acepté encantada; lo leí y me enamoré. Fue un auténtico flechazo por la historia y por el personaje en sí mismo. Me pareció un guión bellísimo y super sincero. Me apetecía. Fernando era un director al que yo admiraba ya con sus cortos, así que todavía había más alicientes. Cuando me dijo que estaba pensando en que yo lo interpretara, para mí fue algo tan maravilloso como un milagro. Por eso acepté con los ojos cerrados y me embarqué con él en este viaje tan bonito.
- ¿Conocía antes o conoció durante la preparación de la película a alguien que padeciera esa enfermedad psicológica?
Para nada. No contaba con ningún tipo de referencia. Me involucré en el papel a ciegas. Fernando comenzó este proyecto en forma de documental, pero luego decidió que podía haber ahí una historia de ficción que fuera más efectiva. La cuestión es que al tratar con personas que padecían esta enfermedad, agudizaban sus conductas más autodestructivas al sentirse importantes para aquel que los observaba. Por lo tanto, no nos parecía ético dañar a nadie, no queríamos causar ningún tipo de problema. Entonces, decidimos descartar esa vía. Pero hubo mucha investigación detrás, de psiquiatría, de psicología... Estuvimos en contacto, de hecho, con una psicóloga especializada en estos temas, que nos asesoró. Además, miramos blogs, foros... Y sobre todo, le pusimos muchas ganas, mucha pasión y mucha intuición.
- ¿Cómo se desarrolló un rodaje como este en el que usted tenía sobre sus hombros casi todo el peso de la película?
Maravilloso. He tenido grandes compañeros, tanto en el equipo técnico como en el artístico. Simplemente, puedo decir que han sido los mejores compañeros de viaje que nadie pueda tener. Generosidad, talento, sensibilidad... Han sido sus mejores virtudes, esas que me han servido para tirar hacia delante con el personaje porque sin la ayuda de Fernando y del equipo, no habría sido capaz.
- Desde que se proyectó "La Herida" en San Sebastián, usted se convirtió en la favorita para el premio de interpretación femenina y de hecho lo consiguió al día siguiente. Estará feliz...
Si, fíjate (risas), parece mentira. Estoy encantada, me siento muy satisfecha. De alguna manera, es como enseñar tu criatura al mundo y que te digan lo guapo y lo inteligente que es tu niño. Emociona bastante y estoy muy satisfecha. Es cierto que se puede pensar que es un personaje premiable, pero eso no me preocupó mucho. Lo que he vivido al presentar la película es lo más importante. Pero para mí, llegar hasta aquí y poder encarnar a Ana ha sido un triunfo. No es fácil que este tipo de personaje llegue a una mujer. En España, sobre todo, es más complicado; llegas a una edad y se va cerrando el embudo. Y el hecho de que me haya tocado a mí interpretar este papel, es como si me hubiese tocado la lotería.
- ¿Considera entonces a Ana el papel más importante de su carrera?
El más importante y el más difícil. Ha sido una valla muy alta que he tenido que salvar, como actriz y como persona. Me he tenido que enfrentar a muchos miedos. Cuando comencé a investigar la enfermedad, me asusté bastante. He tenido que transitar por sitios complicados, pero yo creo que ha merecido la pena. Para mí, ha sido muy enriquecedor.
- No se si en los tiempos que vivimos sea muy fácil convocar a la gente al cine para ver sufrir a otra persona. ¿Qué diría usted a los potenciales espectadores para que fueran a verla?
Entiendo que estamos atravesando un momento muy complicado y que la gente prefiera ir al cine para entretenerse. Sin embargo, yo invitaría al público a hacer un viaje emocional a través de la película, que es duro pero también muy gratificante. Si les interesa ir mas allá, les animo a subir a esta montaña rusa con nosotros porque no los decepcionará.