Angel Flores Torres escribe sobre "Allá y en Tonces..."
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Por Angel Flores Torres *
"Allá y en Tonces..." es una comedia de situación al estilo Taco-Western, que narra el reencuentro de Temístocles y Nereo, su padrino, a quien cree haber matado en un absurdo “duelo de honor” años antes y ahora supone un fantasma que viene a desquiciarlo. Temístocles es un hombre de éxito… bueno, casi. Es un promotor musical rockero y chilango autoexiliado en el norte de México, un personaje peculiar lleno de tics y manías, con tan buen oído, como mala suerte. Apenas está probando las mieles del gusto popular con su recién descubierta banda de fusión electro-funknorteña, Los Frontera, cuando se le aparece el fantasma de su padrino Nereo, y ahora está seguro de que éste ha vuelto para cobrarse venganza.
"Allá y en Tonces..." retrata la lucha tragicómica de Temístocles contra la súbita aparición de sus fantasmas, sus muertos y culpas. Este conflicto, absurdo y surreal, donde la risa es el vehículo para comprender sus dudas existenciales, le ocurre en el contexto de una crisis económica severa, con un primer hijo a punto de nacer y justo cuando parece que la fortuna empieza a sonreírle.
Temístocles constantemente se sabotea a sí mismo. Sus tics y manías se acentúan ante las situaciones de estrés y confusión a las que se enfrenta. Sin embargo, nos cae bien por su humor involuntario, por su enjundiosa incapacidad ante la vida, por su buen corazón y mal juicio.
Con una mezcla michelada entre Sergio Leone y Woody Allen, e inspirada en las míticas películas del lejano Oeste, "Allá y en Tonces"... se desarrolla en ese México norteño, a la vez duro y absurdo, macho y vulnerable, caótico y de palabra de hombre. Los personajes no aquejan estereotipos más allá del sombrero, la hebilla y el pantalón vaquero, pero así como México es una palabra demasiado pequeña como para definir lo que se encuentra entre Tijuana y Tapachula, decir Tonces, implica una forma muy particular de andar por este mundo y de entenderse entre quienes habitan esos lares donde la vida se vive de frente y la muerte lleva siempre una cheve helada entre las piernas.
(*): Angel Flores se inició como director en 1992, con dos documentales consecutivos. También dirigió cortos y sobre todo 120 videoclips musicales, para grupos y artistas como Café Tacvba, Calle 13, Juanes, Caifanes, Alejandro Sanz, Paulina Rubio y un largo etcétera. "Allá y en Tonces..." es su segundo largo de ficción, tras "Piedras verdes", y se estrena este viernes en México.
"Allá y en Tonces..." es una comedia de situación al estilo Taco-Western, que narra el reencuentro de Temístocles y Nereo, su padrino, a quien cree haber matado en un absurdo “duelo de honor” años antes y ahora supone un fantasma que viene a desquiciarlo. Temístocles es un hombre de éxito… bueno, casi. Es un promotor musical rockero y chilango autoexiliado en el norte de México, un personaje peculiar lleno de tics y manías, con tan buen oído, como mala suerte. Apenas está probando las mieles del gusto popular con su recién descubierta banda de fusión electro-funknorteña, Los Frontera, cuando se le aparece el fantasma de su padrino Nereo, y ahora está seguro de que éste ha vuelto para cobrarse venganza.
"Allá y en Tonces..." retrata la lucha tragicómica de Temístocles contra la súbita aparición de sus fantasmas, sus muertos y culpas. Este conflicto, absurdo y surreal, donde la risa es el vehículo para comprender sus dudas existenciales, le ocurre en el contexto de una crisis económica severa, con un primer hijo a punto de nacer y justo cuando parece que la fortuna empieza a sonreírle.
Temístocles constantemente se sabotea a sí mismo. Sus tics y manías se acentúan ante las situaciones de estrés y confusión a las que se enfrenta. Sin embargo, nos cae bien por su humor involuntario, por su enjundiosa incapacidad ante la vida, por su buen corazón y mal juicio.
Con una mezcla michelada entre Sergio Leone y Woody Allen, e inspirada en las míticas películas del lejano Oeste, "Allá y en Tonces"... se desarrolla en ese México norteño, a la vez duro y absurdo, macho y vulnerable, caótico y de palabra de hombre. Los personajes no aquejan estereotipos más allá del sombrero, la hebilla y el pantalón vaquero, pero así como México es una palabra demasiado pequeña como para definir lo que se encuentra entre Tijuana y Tapachula, decir Tonces, implica una forma muy particular de andar por este mundo y de entenderse entre quienes habitan esos lares donde la vida se vive de frente y la muerte lleva siempre una cheve helada entre las piernas.
(*): Angel Flores se inició como director en 1992, con dos documentales consecutivos. También dirigió cortos y sobre todo 120 videoclips musicales, para grupos y artistas como Café Tacvba, Calle 13, Juanes, Caifanes, Alejandro Sanz, Paulina Rubio y un largo etcétera. "Allá y en Tonces..." es su segundo largo de ficción, tras "Piedras verdes", y se estrena este viernes en México.